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El espinoso caso del pez ignorado para construir Megapark y usado para justificar el puente en Gorostiza

Barakaldo, 1 dic 2024Gasterosteus aculeatus es el nombre del animal más manoseado en Barakaldo en relación a proyectos de construcción que implican cientos de millones de euros. Se le conoce más popularmente como pez espinoso y las autoridades políticas lo han despreciado o encumbrado en los últimos 25 años según convenía en cada momento. En el año 2000 se lo ignoró para hacer posible la construcción del complejo comercial Megapark y en 2024 es el arma en favor y en contra del proyecto del puente o túnel del nuevo trazado del tren de mercancías que, si nada lo evita, cruzará por Gorostiza.

"Utilizar el pez espinoso (y otros valores naturales afectados) como arma arrojadiza para discutir el paso por Gorostiza en túnel o en viaducto aéreo es el colmo del cinismo institucional. Los mismos (Ayuntamiento de Barakaldo, Diputación de Bizkaia y Gobierno Vasco) que no tuvieron vergüenza alguna para destruir el hábitat natural del pez espinoso y encajonarlo en el 'canal del Castaños' para construir Megapark se lo restriegan ahora por la cara para defender lo indefendible: la Variante Sur Ferroviaria".

Así lo advierte el grupo Ekologistak Martxan de Barakaldo, cuyos integrantes, por medio del colectivo Ezpitsua, lucharon hace 30 años contra la destrucción del humedal de Ibarreta, en donde hoy se encuentra el centro comercial encabezado Ikea. La asociación está hoy en la plataforma Barakaldo Naturala, que batalla contra el tren de mercancías bautizado como Variante Sur Ferroviaria (VSF), de 484,7 millones de euros para un trazado de 12 kilómetros de tren desde el puerto a Bilbao.


Tres décadas protegido. El caso del Gasterosteus aculeatus es un asunto peliagudo y no es nuevo. La especie está incluida desde hace 28 años en el Decreto 167/1996, de 9 de julio, del Gobierno Vasco, por el que se regula el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas, con la categoría de "vulnerable". Ello ha obligado a la Diputación de Bizkaia a aprobar, en diciembre de 2008, un "plan de gestión" hasta lograr que el pez esté fuera de peligro.

El documento foral establece que para proteger el pez espinoso se consideran "áreas de interés especial" el río Gobelas (incluyendo el humedal de Bolue), Udondo (humedal de Astrabudua), Asúa y el río Galindo. El plan prohíbe, entre otras, "cualquier actuación no autorizada hecha con el propósito de darles muerte, perseguirlos o molestarlos, incluyendo sus alevines o huevos, así como la destrucción de su hábitat y en particular de sus lugares de reproducción".

La regulación implica que "cualquier plan, programa o proyecto con repercusión apreciable, directa o indirecta, sobre la conservación o recuperación de la especie en las áreas de interés especial, ya sea individualmente o en combinación con otros planes, programas o proyectos, deberá ser sometido a informe preceptivo del Departamento de Agricultura" de la Diputación.


El mazazo de PSE y PNV. El pez espinoso entró en juego en la protección del medio ambiente hace casi 30 años. Asociaciones y ecologistas llevaban tiempo reclamando que se cumplieran los planes urbanísticos aprobados el 4 de julio de 1984 para Barakaldo, que preveían que la máxima protección —"reserva absoluta"— para las vegas de Ibarreta y Ansio, que periódicamente, todavía hoy, se inundan bajo la influencia de las mareas vivas y los ríos Castaños y Galindo.

La resolución, acordada por la Diputación hace ahora 40 años, implicaba que las vegas pasaban a ser parte del sistema general de parques metropolitanos y no se podían urbanizar porque, en un lugar castigado con contaminación por la industria pesada durante un siglo, había que disponer de "un pulmón de lucha contra la contaminación atmosférica y mejorar las condiciones medioambientales de la Margen Izquierda".

Las llamadas "normas subsidiarias" —hoy conocidas como "plan general de ordenación urbana"— impedían así a los terratenientes cualquier aprovechamiento económico. Vecinos y ecologistas confiaban en que, en virtud de esta norma, se creara un "parque natural". 

Pero el 6 de octubre de 1995, el entonces alcalde, Carlos Pera, del Partido Socialista (PSE), que gobernaba conjuntamente con el PNV, anunció que eliminaría la protección ambiental para una zona que los propietarios señalaban entonces que tenía 600.000 metros cuadrados. El programa de PSE y PNV quería usar la vega de Ansio supuestamente para abaratar el precio del suelo y promover la instalación de industrias. 


Desecar el humedal. El nombre de Ikea se desvelaba dos años después y comenzó a hablarse de decenas de miles de millones de pesetas en inversión —30.000 millones— y de miles de empleos —más de 4.500— que se crearían. Era noviembre de 1997. En febrero de 1998 se demanteló el tren de bandas en caliente de Altos Hornos de Vizcaya en Ansio. En noviembre de 1999, Pera aceptó que la Diputación pusiera en Ansio la feria de muestras y, en marzo de 2000, el alcalde anunció que Ikea se había en Ibarreta en lugar de Ansio. 

Para cuando se anuncia que el parque comercial encabezado por Ikea se haría San Bartolomé (Zuloko-Ibarreta), llevaba más de cuatro años aprobado el decreto del Gobierno Vasco que protegía al pez espinoso como especie vulnerable. De hecho, el 25 de mayo de 2000 los grupos ecologistas Eki y Eguzki de Barakaldo piden proteger esta zona de humedales y advierten de que hay importantes valores biológicos, como especies vegetales o como el pez espinoso.

Sólo horas después, el concejal de Urbanismo en el Gobierno PSE-PNV de Barakaldo, Diego Moyano (PSE), descarta preservar el espacio. El edil socialista sostiene que esta zona es simplemente un "inmenso vertedero". En consonancia con esta postura, el PSE y el PNV votan en el pleno el 27 de julio de ese año contra encargar informes científicos sobre los valores naturales. El pez espinoso queda entonces ignorado, pese al decreto de protección, bajo los rellenos para desecar esta zona pantanosa.

En noviembre de 2002, la Demarcación de Costa abrirá expediente sancionador por el caso. El asunto dejará una lista interminable de sentencias judiciales contra el Ayuntamiento, con el pago de millones en distintas indemnizaciones por distintos asuntos. En 2012, el Tribunal Supremo declaró que Megapark y su 'outlet' incumplieron la Ley de Costas pero el mal ya estaba hecho.


La historia repetida. Ni el decreto de 1996 ni el plan de actuación de 2008 para proteger el pez espinoso han tenido ningún efecto tampoco tras el proyecto de la operación inmobiliaria de las torres de San Vicente y el centro comercial Megapark.

En el mismo año 2008, el desaparecido grupo ambientalista de Barakaldo Izate enciende la alerta ante el descenso de ejemplares del animal en el río Castaños, coincidiendo con la construcción por parte de la Diputación PNV-PSE de la autopista Supersur. "Este 2008 la situación del pez se ha agravado con el inicio de la construcción de las obras de la Supersur. El río Castaños lleva varios meses con una turbidez constante, debido al aporte de limos y sólidos en suspensión procedentes de las obras", señalaba la asociación. 

La tormenta actual en torno a esta especie en peligro se desatará en 2015. Es el año en que, después de 32 años consecutivos de alcaldes del Partido Socialista apoyados por el PNV prácticamente todo el tiempo, Amaia del Campo gana las elecciones y comienza su periodo de ya nueve años al frente del Ayuntamiento, con apoyo del PSE.


Sorpresa. El 3 de diciembre de 2015, 'Barakaldo Digital' publica una información bajo título de "Un puente de 176 metros a siete metros de altura cruzará Gorostiza para la línea de tren al puerto". Es entonces cuando se desata la preocupación en la localidad.

En 2008, Ezpitsua ya ha pedido una fórmula legal de protección ambiental frente a la variante ferroviaria y otros proyectos, y, de hecho, nace con ese objetivo la plataforma ecologista y vecinal Barakaldo Naturala, que inmediatamente advierte sobre los efectos que tendrá el trazado del tren. En entonces alcalde, Alfonso García (PSE) habla del proyecto con el 'lehendakati' Íñigo Urkullu (PNV) y se habla del plan en positivo. Además, en ese momento las que están en marcha son las obras de la autopista Supersur, con el puente sobre el pantano.

El grupo ecologista Eguzki advierte de nuevo en diciembre de 2014, así que cuando en 2015 estalla el asunto no es, ni mucho menos nuevo, aunque causa sorpresa por lo avanzado del plan. El Ministerio de Fomento ha aprobado el documento inicial, llamado "estudio informativo", y se ha abierto la fase de información pública y audiencia a las Administraciones. 

Supuestamente, Del Campo y sus socios del PSE desconocen la propuesta. La coalición de izquierdas Irabazi (Izquierda Unida-Podemos) sale inmediatamente a advertir de la "grave agresión ambiental" y también reacciona EH Bildu. Como hará su socio, el PSE, más tarde, la alcaldesa tarda 10 días en afirmar que es una "barbaridad ambiental".


Del Campo y la VSF. Con el Gobierno Vasco PNV-PSE liderando el proyecto, 16 meses después de hablar de "barbaridad ambiental", Del Campo posa para la foto con la consejera de Industria Arantxa Tapia (PNV) y dice que la Variante Sur Ferroviaria es "muy importante para el desarrollo económico social y sostenible". En ese momento, lo que preocupa al PNV en el Ejecutivo autonómico son las molestias a los chalés de lujo —"baja densidad"— construidos en Gorostiza.

Sólo ecologistas y Barakaldo Naturala hablan públicamente del pez espinoso. Las autoridades municipales esperarán hasta la primavera de 2024 para empezar a plantear los efectos que el trazado del tren tendrá sobre la fauna del río. Formalmente, el Ayuntamiento de PNV y PSE rechaza la decisión de sus propios Gobiernos central y vasco de construir sobre Gorostiza el puente, que ya no afectará a los chalés tras trasladarse unos metros hacia la presa.

El manoseo del pez espinoso alcanza en 2024 su máximo nivel. El PNV de Amaia del Campo y el PSE del concejal Carlos Fernández usan la especie como supuesto argumento para rechazar el puente. Ambas formaciones, en contra de lo que pide Barakaldo Naturala y la mayoría de la oposición política, apoyan la Variante Sur Ferroviaria, pero dicen que quieren un túnel y que esa solución protege al pez espinoso.

Los mismos PNV y PSE en el Gobierno Vasco y en la Diputación sostienen que hay que construir el puente precisamente para proteger a esta especie animal. Y finalmente, el Gobierno central de PSOE y Sumar aprueba el estudio informativo y asegura que lo hace con base en los informes de la institución foral sobre el pez.

"La Variante Sur Ferroviaria es un despropósito en sí misma: una nueva infraestructura para socavar los Montes de Hierro y cementar los valles de los ríos Castaños (en el Regato) y Cadagua (en Burtzeña). El hermano mellizo de la autovía Supersur. Más cemento para nuestro territorio", explica Ekologistak Martxan en declaraciones a 'Barakaldo Digital'.

"La necesaria salida de mercancías del Puerto de Bilbao por vía ferroviaria tiene alternativas, que pasan por usar los ejes ferroviarios actuales, soterrando en las zonas residenciales, compatibilizando con el tráfico de viajeros y recuperando zonas urbanas. Son alternativas que no se quieren estudiar", añade la asociación.


En evidencia. La supuesta inquietud por el pez espinoso de las autoridades en Barakaldo y en los Gobiernos superiores en Bizkaia, Euskadi y España parece estar en entredicho. Para el movimiento vecinal y ecologista, resulta inverosímil que los mismos PNV y PSE que gobiernan juntos en Barakaldo, en Bizkaia y en el País Vasco mantengan supuestamente posiciones divergentes en esta materia y haciéndolo además en relación a los efectos sobre una especie de fauna en peligro. 

La posición de los políticos queda más evidencia si cabe si se observa la política mantenida en los 30 años en que el pez espinoso se ha cruzado por los caminos de los proyectos urbanísticos en Barakaldo. Ni PSE ni PNV mostraron inquietud alguna cuando se trató de construir Megapark a costa del humedal de Zuloko-Ibarreta. Tampoco cuando se trató de la autopista Supersur. 

En 2024, el animal ha pasado a ser el eje central de los argumentarios sobre la Variante Sur Ferroviaria. Pero tanto nacionalistas vascos como socialistas no ponen en cuestión en trazado por el valle de El Regato, sólo si el tren será más discreto, bajo tierra, o más evidente y electoralmente inquietante en forma de puente. 

Sobre el pez espinoso también impactan los chalés de lujo que se construyen en el meandro del río Castaños en Gorostiza, en zona inundable. Pero ese caso, que los ecologistas denunciaron hace 16 años, ni está ni se le espera en la agenda política.


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