Barakaldo, 8 abr 2025. La alcaldesa, Amaia del Campo (PNV), ha decidido ignorar todas las alegaciones de ecologistas y vecinos sobre los riesgos por
inundación,
contaminación o ruidos de la operación inmobiliaria privada en la zona de El Calero, en Burtzeña, para construir
más de 500 pisos que serán en su mayoría de precio libre. Así, ha dado el visto bueno "definitivo" al "programa de actuación urbanizadora", que afecta a suelos que se sabe contaminados y en peligro de quedar anegados en parte.
La resolución publicada por el Ayuntamiento desestima íntegramente todos
los argumentos de Ekologistak Martxan y también de
la plataforma vecinal y social Barakaldo Naturala. En relación a sus escritos, también ignora las advertencias por el hecho de que la operación inmobiliaria está pendiente de acciones legales emprendidas ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), lo que puede suponer la anulación del proyecto inmobiliario, que promueve la empresa Urgolf SA.
Los terrenos donde se pretende construir estas viviendas de precio libre están afectados por el plan de prevención de inundaciones. Al respecto, ecologistas y vecinos han pedido que no se cometan de nuevo errores como los que costaron
la vida de al menos 227 personas en Valencia por las inundaciones durante la gota fría —dana— el 29 de octubre de 2024. Sin embargo, el Consistorio minimiza el peligro porque sostiene que se verá reducido por la realización de rellenos y asegura que ha tenido en cuenta los efectos del cambio climático y la subida del nivel del mar.
En cuanto a los contaminantes existentes en los terrenos, el Ayuntamiento admite que existen, pero resta responsabilidad a los promotores inmobiliarios privados y sostiene: "lo cierto es que los supuestos responsables son industrias quebradas hace muchos años". Aun así, reconoce que "la alteración del suelo es una realidad incontestable que debe afrontarse" y señala que la obtención de los permisos ambientales al respecto "avanza, con las dificultades propias de este tipo de intervenciones".
El decreto de la alcaldesa, que también rechaza proteger cuatro edificios como patrimonio cultural —Calero Viejo 15, 16, 17 y 21—, desestima además las advertencias sobre los ruidos que soportarán los vecinos, con la autopista sobrevolando el barrio, el paso de la carretera Nacional 634 y el tren. Según el Ayuntamiento, los pisos "contarán con el aislamiento necesario y se instalarán las pantallas cuya conveniencia o necesidad determine el estudio especifico".
El denominado "programa de actuación urbanizadora" hace referencia a las obras que se realizarán en la zona como entorno de los futuros bloques de viviendas. Así, se contempla un paseo y un carril para bicicletas, áreas verdes y deportivas, nuevas carreteras, una rotonda en la N634 o espacios de aparcamiento en la calle, lo que obliga, para prevenir efectos graves de las inundaciones, a hacer relleno para subir el nivel respecto al río. También se hace referencia a los derribos y al realojo que será necesario de las familias cuyas actuales casas serán demolidas para permitir la operación inmobiliaria de pisos de precio libre.
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