Barakaldo, 18 jun 2025 . Arteagabeitia Zuazo celebra este fin de semana del 20 al 23 de junio sus populares fiestas, que, como ya es constumbre, coinciden con su mercado medieval. Un centenar de actividades festivas más otras tantas en la feria medieval del bulevar de Azcue forman parte del programa. Hay conciertos, concursos gastronómicos, folclore, deporte, juegos infantiles y una alta implicación de los hosteleros de la zona.
Amaia del Campo cumple 10 años en una alcaldía que prometía cambios aún por llegar una década después
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Barakaldo, 15 jun 2025. Amaia del Campo (PNV) tomó posesión como alcaldesa por primera vez el 13 de junio de 2015 prometiendo "un cambio en el modelo y la forma" de gobernar en Barakaldo después de tres décadas socialistas. Diez años después, los datos no confirman el cambio prometido: el pacto y rodillo PNV-PSE se mantienen y no se ha concretado la participación ciudadana. Tampoco hay transformaciones estructurales del municipio. Nada apunta a cambios. Tampoco al retiro de Del Campo (59 años), que llegó al Ayuntamiento hace ahora 30 años.
Pero, ¿cuál es el origen de la situación actual? Con 32 años de victorias ininterrumpidas del Partido Socialista, 'Barakaldo Digital' publicó el 28 de abril de 2015 una encuesta propia que auguraba un "terremoto electoral". Era el año del partido político Podemos y así lo reflejaba el estudio realizado a pie de calle: "Si las elecciones fueran mañana y Podemos estuviera presente en la convocatoria, se convirtiría en la fuerza política con más votos en Barakaldo, por encima de nacionalistas y socialistas".
Con la excepción del primer mandato democrático tras la dictadura de Franco, con Josu Sagastagoitia (PNV) al frente de la Corporación, Barakaldo sólo había conocido alcaldes socialistas: Jesús María Rodríguez Orrantia, Carlos Pera, Tontxu Rodríguez y el breve Alfonso García Alonso. El PNV tuvo en 2015 la suerte de que Podemos, sumido desde el principio en el caos, ni siquiera fue capaz de inscribir su candidatura.
Décadas de acuerdos entre PNV y PSE.Hasta su derrota de 2015, los socialistas habían gobernado casi todo el tiempo con el apoyo del PNV. De hecho, así fue cuando Amaia del Campo (PNV) llega al Ayuntamiento por primera vez, en 1995. Carlos Pera invitó a "tomar café" al cabeza de lista del PNV, José Miguel Belandia, y el 19 de julio de 1995 pactaron un Gobierno conjunto: Del Campo fue designada concejala de Cultura, Educación, Euskera y Deportes; pero se cambió en el último minuto y la actual alcaldesa se tuvo que conformar con dirigir el instituto municipal de deportes, hoy Barakaldo Kirolak.
La acción de Gobierno de socialistas con apoyo del PNV se caracterizó por el pelotazo urbanístico con miles de millones de pesetas del negocio del ladrillo circulando, durante y tras el desmantelamiento industrial tras el cierre de Altos Hornos de Vizcaya (AHV).
Se construye Max Center, estalla el escándalo de corrupción relacionado con la licencia de obras, con el militante socialista Floreal Crespo y el nacionalista Juan María Mendizábal involucrados; arranca la especulación con los suelos de la siderúrica en Desierto; la Unión Europea concede una multimillonaria financiación con cargo al Plan Urban; derriban La Rana; se decide la ocupación de Ansio con la feria de muestras BEC! y se elimina el humedal destinado a parque natural de Ibarreta para la edificación del centro comercial Megapark con Ikea como locomotora. Barakaldo se transforma por completo.
La arrogancia se paga. Pero en la segunda década del siglo XXI, los muchos años en el poder ya pasan una factura muy alta al PSE. Tontxu Rodríguez, como reemplazo de un dimisionario Carlos Pera presionado por José Luis Rodríguez Zapatero y Pepe Blanco, llega a la alcaldía y se firma el enésimo pacto con el PNV, pero las relaciones personales entre socialistas y nacionalistas en Barakaldo son tóxicas, se detestan, como sigue ocurriendo actualmente, y Rodríguez pasa de campechano a malhumorado permanente.
Tras 10 años, Tontxu Rodríguez deja el puesto para ser senador en Madrid y Alfonso García Alonso promete como alcalde el 8 julio 2013. El nuevo mandatario disfruta con la confrontación mientras el país sigue sufriendo por la crisis económica que echó a Zapatero del Gobierno central. Los barakaldeses además están alarmados porque un pantano que abastece de agua potable registra presencia del pesticida lindane: Alfonso García se niega a dejar de usar el embalse. Usuarios de los aparcamientos municipales —más de 5.000 parcelas— reclaman que no les cobren el IBI: García los desaloja del pleno.
Cientos de promesas. Amaia del Campo Berasategui tiene 49 años entonces. Licenciada en Derecho, ha ejercido como procuradora de los tribunales apenas tres lustros: a los 29 años ya está en las listas de concejales del PNV en el Ayuntamiento y en puestos de poder —con sueldo público— casi ininterrumpidamente, bien en el Consistorio bien en otras empresas u organismos públicos, como el centro de desarrollo empresarial BIC Bizkaia Ezkerraldea (Cedemi) de la Diputación.
Siempre con mayoría minoritaria, Amaia del Campo ha necesitado en sus tres mandatos el apoyo del PSE y lo ha tenido desde el primer momento. El 13 de junio de 2015, en la primera oportunidad, los socialistas cumplieron el pacto supramunicipal y votaron en blanco para que la candidata del PNV pudiera ser alcaldesa. Deste entonces, han firmado sucesivos acuerdos y han repartido responsabilidades, cargos y salarios.
Cambio de tono. La década de Amaia del Campo es la del culto al líder. Su imagen se difunde continuamente por los canales del Ayuntamiento y con la publicidad pagada con el dinero público. Da igual que sea en jornada laboral o en festivo, la alcaldesa y sus concejales y asesores acuden a fiestas populares, partidos de fútbol o banquetes en centros regionales y se retratan, sonrientes, junto a vecinos para colgar las instantáneas en las redes sociales o usarlas en las publicaciones oficiales.
La alcaldesa debe aparecer además en todas las presentaciones públicas ante la prensa de cualquier actividad que hagan asociaciones o empresas y que tengan alguna financiación o uso de instalaciones municipales. Así, Del Campo aparece lo mismo abriendo un mercado de puestos de hamburguesas que una competición de bicicletas de montaña, una exposición de un banco que unos premios de un periódico o atribuyéndose una actuación que no es municipal.
No es nuevo, también lo hicieron los alcaldes socialistas y lo intentan los concejales del PSE para competir con el PNV, pero la promoción personal nunca había sido en Barakaldo tan intensa y los recursos públicos se usan en cantidades crecientes en acciones como falsas entrevistas o reportajes en medios de comunicación, especialmente en radio y televisión local, que en realidad son espacios pagados y en donde no hay espacio para las preguntas incómodas ni siquiera días después de un asesinato.
Pero la cara amable de Amaia del Campo ha cambiado con el paso del tiempo. Quienes la tratan, han constatado que, más allá de las sonrisas para las fotos, resulta cada vez más difícil relacionarse con ella, un proceso que también se observó en el inicialmente cordial Tontxu Rodríguez que se transformó en hostil. Incluso en relación a 'Barakaldo Digital' se puede observar el paralelismo: Rodríguez acabó ordenando la instalación de filtros informáticos para que no se pudiera leer en el Ayuntamiento. Del Campo no responde a las preguntas y de cuando en cuando su equipo ataca y, como Trump, califica este periódico de 'pseudomedio'.
10 años sin presupuestos a tiempo. Con sus votos y los del PSE, Amaia del Campo ha podido así gobernar 10 años con mayoría absoluta y la ha ejercicio sin miedos. Los votos de PNV y PSE han impedido que prosperara cualquier iniciativa de la oposición o incluso enmiedas parciales. Tampoco los órganos de participación ciudadana —consejos sectoriales— que se iban a poner en marcha no son una realidad.
Paradójicamente, pese a poder hacerlo sin tener que hablar con EH Bildu, Elkarrekin Barakaldo y PP, no ha sido capaz en ni una sola ocasión de aprobar los presupuestos municipales en el tiempo legalmente marcado. Este mismo año 2025, a 15 de junio, no ha comenzado aún el proceso de debate de los presupuestos. Dados los plazos administrativos, los presupuestos de 2025 valdrán para sólo dos o tres meses, si se llegan a presentar y aprobar.
Del Campo sí se ha caracterizado por una manejo económico particular: no gasta el dinero disponible en el plazo establecido. No lo ha hecho en ni uno solo de los ejercicios. El último año, quedaron 45 millones de euros pendientes de los 140 millones disponibles. En los actos ante la prensa, la alcaldesa habla de eficiencia en la gestión y de "superávit". En realidad, el Ayuntamiento no es capaz de hacer lo programado y la situación, según indican los informes técnicos, sólo ha empeorado con el tiempo.
Austeridad e impuestos. El PNV ha apostado además por las llamadas políticas de austeridad, que la mayoría de los Gobiernos en el mundo han rectificado tras los efectos sociales generados por los recortes en gasto público. En Barakaldo, no es esa la visión. Muchas de las partidas económicas en educación, servicios sociales y cultura están, en el mejor de los casos, congeladas, lo que en la práctica supone una disminución debido al intenso aumento del coste de la vida generado por la pandemia de covid19 y la situación internacional.
En contraste, el Gobierno de Amaia del Campo gasta a trompicones, cuando se acercan los periodos electorales, y en proyectos que supuestamente captan votos pero cuyos beneficios están por demostrar. Son actuaciones como las rampas mecánicas, que han supuesto millones de euros e instalación y que han disparado los costes en servicios de mantenimiento. O los cubrimientos de los parques infantiles o los parques para perros. Son instalaciones que no tienen municipios ricos como Getxo y cuya necesidad no aprecian ciudades en lugares con climas y condiciones más extremas como Londres o Berlín.
Folclore y euskera. Sí resultan evidentes los cambios respecto a los socialistas en algunos aspectos puntuales. El folclore tradicional vasco ha ganado en visibilidad. Algunos grupos han conseguido un notable impulso económico y su actividad se extiende. Este apoyo no ha supuesto, ni mucho menos, un abandono a los centros regionales del resto de España.
En cierta medida, como con el folclore, ocurre igual con el uso del euskera, con actividades y servicios, sobre todo para la infancia, que ya no se ofrecen en español, sólo en lengua vasca e incluso en ocasiones en euskera e inglés, pero no es castellano.
Este recorrido no ha llevado a una mayor implicación personal de Amaia del Campo. No sabía euskera al comienzo de su mandato y no ha hecho el esfuerzo de aprenderlo. En las presentaciones en apoyo a la lengua vasca, se ausenta, normalmente. Uno de sus últimos tropiezos ha sido en las redes sociales, cuando pretendiendo sintonizar con la ola euskaldún de su partido, el PNV, escribió un mensaje con la palabra 'maizu' en lugar de 'maisu’ (maestro).
Sin cambio estructural. Los gastos multimillonarios en rampas mecánicas no contribuyen al cambio estructural de Barakaldo. La localidad sigue estancada en su desarrollo económico y laboral, anclada al precario sector terciario —centros comerciales—, y no se ha generado el impulso para medidas que transformen la anteiglesia para el futuro desde el punto del empleo y la mejora de servicios, recursos para los ciudadanos y capacidad de estos para enfrentarse al incierto futuro.
De hecho, la alcaldía del PNV hacía pensar a algunos que Barakaldo registraría un fuerte impulso al coincidir el color político de los tres niveles institucionales: Ayuntamiento, Diputación y Gobierno Vasco. Sin embargo, el desarrollo empresarial o industrial no se ha producido, el comercio desaparece y las grandes inversiones interinstitucionales tienen un incierto resultado, como los más de 29 millones de euros de la pasarela a Erandio o los 8,5 millones de la primera fase del parque de la ría en un espacio que iba ser un parque de atracciones o temático con 350 empleos y cientos de miles de visitantes.
Incluso la nueva etapa de pelotazo inmobiliario, que Del Campo ha bautizado como la "segunda transformación" de Barakaldo, presenta un ritmo que no permite tener la certeza de que se harán ni siquiera realidad las miles de viviendas, mayoritariamente libre privadas, que se han anunciado o se proyectan en Burtzeña, El Calero, Sefanitro, Serralta o en Zubileta.
Balance del PNV y el PSE. 'Barakaldo Digital' pidió a todas las fuerzas políticas una valoración de esta primera década de Amaia del Campo como alcaldesa. Únicamente el PNV y el PSE han contestado. En un escrito remitido con la firma de Del Campo, la nacionalistas afirman que "lo mejor está aún por venir".
El balance del PNV señala como logros el parque de la ría parcialmente terminado, los parques infantiles cubiertos, las rampas mecánicas, la extensión del autobús municipal, los parques para perros y servicios que son de la Diputación como las bicicletas eléctricas y el contenedor marrón.
Además, subraya que se va a endeudar en 22 millones a Barakaldo para "acelerar" la "transformación. "Algunos interpretan esta inversión pública como oportunismo. Nuestra contestación son los hechos que avalan nuestra gestión", dice el escrito de Del Campo.
Sus socios, los socialistas, con los que mantiene unas tensas relaciones personales, prefieren obviar las dificultades y hablar de "diálogo y acuerdo" en la gestión del PSE, obviando, igual que el PNV, que gobiernan en coalición.
Creciente lista de fracasos y agravios. La interpretación de los 10 años de alcaldía de Amaia del Campo depende de cada perspectiva. Los datos indican una insatisfacción creciente, que se produce también en el marco de un mundo más inestable, con mayor movilidad de los ciudadanos y olas reaccionarias en lo político y social.
El poder, además, desgasta naturalmente y lo hace más cuando se suman incumplimientos y fracasos. Un millar de promesas sólo del PNV en las tres últimas campañas electorales es inasumible y fuente de frustración porque no es viable su realización. A ello se suman sonados fracasos con cientos o miles de damnificados.
Aunque el tiempo ha pasado, el cierre del colegio La Milagrosa en 2017 dejó heridas abiertas en cientos de familias tanto del centro educativo como la propia residencia de la Fundación Miranda, que forzó el desalojo y clausura para, ocho años después, mantener cerrados los locales.
También son cientos los afectados por los problemas estructurales que obligaron a derribar en 2019 el instituto de Secundaria Antonio Trueba. Del Campo se unió al Gobierno Vasco para anunciar una rápida reconstrucción no iniciada aún.
Tren en Gorostiza y eólicos. Si la autopista A8 sobre El Regato ya fue controvertida y los resultados económicos son cuestionados, peor es incluso la situación que se avecina por la construcción del puente sobre la zona de la bolera de Gorostiza que supondrá el nuevo trazado del tren de mercancías del superpuerto. La bautizada como Variante Sur Ferroviaria, que PNV y PSE impulsan en el Gobierno Vasco y supuestamente rechazan en el Ayuntamiento, es cuestión de tiempo y las obras parecen relativamente inminentes.
Del mismo modo, amenaza con arruinar la confianza ciudadana el impulso que el nacionalistas y socialistas en el Ejecutivo autonómico dan a la energía eólica. Ya son tres los parques eólicos que están en tramitación: uno en Argalario y dos en la zona de Sasiburu. PNV y PSE hacen piruetas para intentar desmarcarse de que sus propios partidos hacen en el Gobierno Vasco, pero el equilibrio parece difícil.
Las aguas bajan también revueltas en Rontegi, en donde las obras de la Diputación (PNV-PSE) para ampliar la autovía con un quinto carril han puesto en pie de guerra a decenas de familias, cuyas ventanas quedarán a una decena de metros de los coches circulando por la carretera.
Problemas de gestión. Son amenazas para un futuro próximo que se unen a frustraciones del presente y del pasado reciente. Aunque no estuvo en su agenda inicial, Amaia del Campo se ha autoproclamado "alcaldesa feminista" justo en un periodo en el que la violencia machista crece y la relación con el movimiento feminista está prácticamente rota.
Incluso la gestión de las oposiciones para estabilizar a los trabajadores interinos es un riesgo en lugar de una oportunidad para lograr el agradecimiento de los agraciados con los empleos. El proceso de exámenes y revisión de méritos se ha visto salpicado por decenas de errores, retrasos y defectos que pueden acabar en los juzgados y que, en todo caso, han puesto en duda la capacidad gestora de la institución.
Irregularidades y tribunales. Y el Ayuntamiento de Amaia del Campo tampoco ha sido capaz de atajar uno de los grandes asuntos que llevó a la campaña electoral que, hace 10 años, le dio la alcaldía: las irregularidades en contratos. El primer año, el PNV imputó al PSE los problemas con las adjudicaciones fuera de plazo, prórrogas contrarias a la ley y adjudicaciones a dedo. Pero una década después las contrataciones "ilegales" siguen, con informes técnicos que alertan de vulneraciones en cientos de casos con cientos de millones de euros.
La imagen del Ayuntamiento está en cuestión y hay asuntos que pueden terminar en tribunales, como ocurre con la misma alcaldesa, imputada por acoso laboral, junto a otros miembros de su partido, en relación con la batalla que Del Campo mantiene contra los abogados del Ayuntamiento, a los que ha acusado de deslealtad y sobre cuyo trato por parte de la mandataria una sentencia señaló que era un "víacrucis".
En el especial de 'BarakaldoDigital' sobre las elecciones de 2015, a la pregunta de "¿Hay que limitar el tiempo en un cargo público?", Amaia del Campo contesta, por escrito: "la alternancia siempre es buena. No creo que estar más de 30 años en un Ayuntamiento sea positivo porque se cogen vicios que hay que evitar". Del Campo ha celebrado esta semana 10 años de alcaldesa. El 28 de mayo se cumplieron 30 años de su primera elección como concejala.