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Los árboles de Serralta caen talados entre las protestas e indignación vecinal y el silencio de PNV y PSE

Barakaldo, 7 sep 2022. Los 40 árboles de la alameda Serralta son historia, como los chalés de los Ingleses que estaban en el mismo lugar de Lutxana hasta 2010. La promotora privada de 600 pisos, de la operación inmobiliaria bautizada como Parque Serralta, ha talado el arbolado en medio de un despliegue con alrededor de medio centenar de ertzainas y policías locales frente a decenas de vecinos indignados. Una persona ha sido detenida.

El concejal de Alcaldía, Gorka Zubiaurre (PNV), sabía cuándo iba a comenzar la tala, pero no informó a las asociaciones en la reunión que mantuvo con ellas el 1 de septiembre, en la que les aseguró que su partido, el PNV, estaba a favor de la conservación de los árboles. Tampoco dijo semanas antes, el 4 de agosto, el Ayuntamiento había respaldado la urbanización y eliminación de los árboles, pese a la oposición vecinal manifestada en concentraciones en julio y agosto.

El PSE, socio de los nacionalistas en el Gobierno local, también se manifestó en favor de preservar los árboles y tampoco dijo nada sobre el apoyo oficial a la constructora ni sobre la fecha de inicio de la tala, dato que quedó al descubierto al enfrentarse ambos partidos en una guerra de correos electrónicos echándose uno a otro la culpa de la situación.

A las seis de la mañana de este 7 de septiembre, grupos de vecinos y ecologistas, con la pancarta "Tala de árboles, no!", han empezado su vigilia ante la previsión de que la promotora inmobiliaria acabara con el bosquecillo. Poco después llegaban al lugar dotaciones tanto de la policía local como de la Ertzaintza, que identificaban a un manifestante. La empresa había pedido a la alcaldía que le diera protección policial.

Hacia las ocho de la mañana, ya habían llegado un camión y trabajadores a la zona, lo que hacía que la tensión se disparara. Los vecinos y ecologistas intentaban cortar la carretera y se producían forcejeos con agentes de la Ertzaintza, que durante toda la jornada ha forzado a los manifestantes a alejarse mientras se ponía en marcha la tala. "Amaia del Campo, dimisión", coreaban los asistentes.

Ecologistas y vecinos han contactado por teléfono con los responsables del Ayuntamiento, la alcaldesa, Amaia del Campo (PNV), y el concejal de Urbanismo, Juan Antonio Pizarro (PSE). “Lo único que sabemos es que se están pasando la pelota unos a otros”, decían los ecologistas, esperanzados porque creyeron que era cierta una supuesta orden de paralización de la tala y que sólo se cortarían dos ejemplares enfermos.

Vecinos han comenzado a llamar al Ayuntamiento intentado presionar para que se frenara la tala. Además, se ha alertado tanto al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil como a la policía local de que uno de los árboles por cortar tenía un nido con aves criando. Los residentes han indicado que las leyes prevén que no se puede talar un ejemplar donde hay nidos en activo.

Sin embargo, las labores para echar abajo los árboles se han retomado. Vecinos y ecologistas han intentado ver en persona a los responsables políticos del Ayuntamiento. Nacionalistas y socialistas han evitado cualquier pronunciamiento público. Sus comunicados han sido para anunciar una charla con jóvenes y unos cursos sobre bicicletas.

A las 11.00 horas, un miembro de Ekologistak Martxan era detenido por la Ertzaintza. Los trabajadores seguían adelante con la eliminación de los árboles. Testigos hablan de rabia y lágrimas entre los vecinos que observaban los hechos. Los presentes han señalado que sienten que los concejales del Gobierno de PNV-PSE les han engañado diciendo una cosa mientras ya se sabía que iba a ocurrir otra.

Supuestamente, la promotora inmobiliaria invertirá 13,36 millones de euros en urbanizar la zona, incluyendo un parque de 56.915 metros cuadrados. La iniciativa llegó a ser bautizada por los políticos locales como "el Central Park de Barakaldo" en 2008 antes de que, con la crisis económica de por medio, el plan quedara en el olvido durante una década. 

Se dijo incluso que se crearía un bosque de 4.000 robles y una rosaleda con 3.900 flores. Ahora la promotora dice que serán "más de 500" los árboles, rebajando así un 80% el número de ejemplares respecto a los 2.361 que constan en su proyecto de urbanización más reciente.

El 23 de agosto pasado entró en vigor en Barakaldo su primera normativa de protección del arbolado urbano. La norma establece que, "con carácter general, queda prohibida la tala de todos árboles", con la excepción las plantas "muertas" o que "representen un peligro potencial de acuerdo con las inspecciones técnicas". Como toda ley, esta ordenanza no tiene efecto retroactivo y la tala realizada ya contaba con permiso municipal anterios.



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