La operación inmobiliaria no es una sorpresa aunque los residentes en Lutxana y Llano no se hayan dado cuenta hasta ahora. El proyecto urbanístico, inicialmente impulsado por Vizcaína de Edificaciones, comenzó hace más de 16 años, con la denominación de Unidad de Ejecución UE21 Parque Serralta. Para ello hubo que cambiar lo que estaba originalmente previsto en el plan general de ordenación urbana para estos suelos, ocupados parcialmente por la fábrica química Plastificantes de Lutxana.
Esta millonaria operación inmobiliaria quedó congelada por la crisis financiera de 2008, pero, tras una década, discretamente, como informó 'Barakaldo Digital', el plan resucitó en 2019. Desde entonces, con los bancos como propietarios de los terrenos, se han ido dando todos los pasos, hasta la fase actual, en que ya son realidad las licencias de urbanización y de los primeros 121 pisos, en la zona más cercana a Cruces.
Las obras de urbanización, que implican la desaparición de los árboles de Serralta, comenzaron oficialmente hace casi un año, el 29 de septiembre de 2021. El Ayuntamiento de Barakaldo siempre ha destacado que el plan supone la creación de un "gran parque de 56.915 metros cuadrados", señalando en voz baja que hay de por medio la construcción de 700 pisos en el área. No ha habido menciones hasta ahora a que para permitir el "gran parque" y las viviendas, tienen que desaparecer la arboleda actual.
Los últimos trámites conocidos son precisamente los de la urbanización. La alcaldesa, Amaia del Campo (PNV), firmaba el 28 de abril el decreto número 3715/2022 que aprobaba "inicialmente" la "Actualización del Texto Refundido del Proyecto de Urbanización del ámbito UE21 Parque Serralta". El 6 de junio pasado terminó el plazo de exposición pública y alegaciones y ahora queda la aprobación "definitiva".
La tala o "apeo" de los árboles iniciada el 28 de julio, y parada temporalmente por los vecinos y ecologistas, seguirá adelante, aunque cortar los ejemplares no es algo que figure en el proyecto, que, por el contrario, habla de "extracción de árboles por medios manuales" para "su posterior replantación", con un número de plantas afectadas que se estima en 30 en el presupuesto.
La alameda de Serralta quedará, en el tramo desde Andikollano hacia Ansio, sin árboles, salvo que los plante el Ayuntamiento, que, entre advertencias de irregularidades, ha pagado 3,8 millones de euros para asumir la carretera interfábricas, el vial que parte Lutxana y Llano y que espera desde hace 15 años que la Diputación cumpla la promesa de urbanizarlo como un gran bulevar.
