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de la organización católica Cáritas ha atendido en el último año a 186 personas (13% mujeres) sin hogar en Barakaldo, lo que supone un descenso del 13% respecto al año previo. En relación a hace cinco años, es un 31% menor. Los datos forman parte de la memoria anual del grupo, que puso en marcha el servicio en 2009 como respuesta a la crisis económica.
El comedor de Cáritas cuenta con apoyo del Ayuntamiento de Barakaldo, la Fundación Víctor Tapia y la Fundación Menchaca de la bodega. El equipo de Gobierno PNV-PSE en Barakaldo ha aprobado este año 2025 una subvención de 5.000 euros para este comedor social en San Vicente. Cáritas señala que "acceder y mantener una vivienda estable y digna es misión imposible" en una situación de "persistencia" de "situaciones de pobreza, el desempleo y la precariedad laboral para miles de familias" en Bizkaia.
A lo largo del año 2024, Caritas Bizkaia acompañó a 12.096 personas (52% mujeres) a través de 249 proyectos distribuidos por todo el Territorio Histórico. Lo hizo desde una “intervención que pone a las personas en el centro, basada en los derechos, en la relación y en la transformación personal y estructural, con una mirada que reconoce la complejidad de cada trayectoria vital”. Así lo han transmitido hoy en rueda Elena Unzueta, directora de Caritas Bizkaia, y Ana Sofi Telletxea, responsable del Dpto. de Análisis y Desarrollo.
La entidad constata que los rostros y las realidades de las personas más vulnerables no han cambiado, lo que han cambiado son las expectativas de una vida mejor. El ascensor social está parado para algunas personas que tienen “prohibido el paso” a la sociedad de las oportunidades. La precariedad es la norma y el “destino” de miles de personas.
LOS ROSTROS DE LAS PERSONAS ACOMPAÑADAS
Familias con hijos e hijas a su cuidado, la infancia, adolescencia y juventud. Se constata una brecha generacional que afecta principalmente a la infancia la juventud que pone en riesgo su futuro y por lo tanto el futuro de la sociedad. El 65% de las familias atendidas constituían familias con hijos e hijas, de las cuales casi la mitad fueron familias monoparentales encabezadas principalmente por una mujer. Se constata la especial situación de riesgo de exclusión en la que se encuentran las mujeres con bajos ingresos, migrantes, con baja cualificación sin acceso al empleo o a empleos precarios y que tienen que afrontar solas el cuidado y la crianza de sus hijos e hijas. El área de relaciones familiares e infancia ofreció acompañamiento a cerca de 1.100 personas adultas, niños y niñas (63% mujeres) poniendo especial esfuerzo durante 2024 en la formación y la aplicación de los protocolos de protección a la infancia. Según Unzueta, “el enfoque de derechos se traduce aquí en un compromiso claro: escuchar a la infancia, protegerla y reconocerla como sujeto de derechos”. El Área de Juventud y Emancipación acompañó los procesos de 160 jóvenes en situación de exclusión con pocas o nulas redes familiares y sociales (9% mujeres).
Respecto al origen, un 68% de las personas acompañadas fueron migradas procedentes de más de 100 países, prácticamente la mitad (49%) de Latinoamérica. Las situaciones de irregularidad administrativa afectan al 60% de estas personas imposibilitando su plena inclusión social. A su vez, ser de origen autóctono o estar en situación regularizada no otorga garantía de inclusión social, el 51% de las personas acompañadas de 2024 respondían a este perfil y aún así se encuentran en situación de vulnerabilidad y exclusión social. El servicio jurídico de Caritas Bizkaia atendió a más de 900 personas (50%), de las cuales el 67% necesitaron asesoría en materia de extranjería. Abordar las causas profundas de los procesos migratorios requiere del compromiso en favor de la cooperación internacional. Caritas Bizkaia, a través del Área de Cooperación Internacional y Migraciones en 2024 colaboró en 16 proyectos de cooperación fraterna en 11 países.
Se acompañaron a personas en todas las etapas de la vida: Un 19% de las personas atendidas fueron menores de 18 años y otro 19% jóvenes de hasta 29 años. Más de 6400 personas acompañadas (57% mujeres) se situaban entre los 30 y 64 años y más de 760 personas (76% mujeres) tenían más de 65 años. “Esta diversidad en los perfiles refleja cómo la exclusión social se cruza con el género, la edad, el origen, el aislamiento o la carga de cuidados invisibilizados”, ha apuntado Unzueta.
Las situaciones y contextos sociales. Caritas Bizkaia constata que las situaciones se han vuelto más complejas y que la precariedad y la incertidumbre se instala en la vida de los grupos más vulnerables.
Así, identifica 4 factores clave que han actuado conjuntamente en la vida de las personas acompañadas generando vulnerabilidad y exclusión social:
Acceder y mantener una vivienda estable y digna es “misión imposible”, frustrando las posibilidades de una inclusión plena de miles de familias y generando una profunda desigualdad entre quienes pueden pagársela y quienes no. Unido a la vivienda, el problema del empadronamiento, llave para el acceso a servicios y derechos, ha pasado para muchas personas en situación de vulnerabilidad, de ser un derecho a ser un bien de pago. Una de las manifestaciones más extremas de la imposibilidad del acceso a la vivienda es la situación de las personas sin hogar, quienes además de la exclusión residencial afrontan múltiples dificultades.
Caritas Bizkaia acompañó a más de 800 personas (34% mujeres) con respuestas en al ámbito de la vivienda. Asimismo, se destinaron más de 270.000 € en ayudas económicas para la vivienda y se facilitó que 215 personas accedieran a 61 viviendas gestionadas por la Fundación Eguzkilore. Para responder a las situaciones de exclusión más graves, el Área de Personas Sin Hogar, atendió a cerca de 1.800 personas (9% mujeres) a través del acompañamiento personalizado en sus centros de día, centro de noche y viviendas tuteladas.
La persistencia de las situaciones de pobreza, el desempleo y la precariedad laboral para miles de familias a las que no llegan ni el crecimiento económico, ni el empleo digno, ni las prestaciones económicas. En este sentido, alerta Telletxea que “El empleo ha dejado de ser una vía segura de estabilidad para las familias: contratos temporales, jornadas parciales, economía informal, obstáculos administrativos y falta de protección laboral consolidan un modelo que expulsa a miles de personas de la plena inclusión”.
Mas de 7.000 personas (53% mujeres) fueron acompañadas desde los 73 puntos de Acogida Integral y cerca de 1.800 personas (66%) recibieron atención y acompañamiento laboral a través de los servicios del Área de Empleo y Economía Solidaria, con el apoyo de las empresas de inserción que colaboran con Caritas Bizkaia. Además de la atención y acompañamientos ofrecidos, la entidad destinó mas de 2,4 millones de euros para ayudas económicas destinadas a la alimentación y la subsistencia en general, los procesos de formación y empleo y ayudas a la contratación.
La soledad y el desapego comunitario. Caritas Bizkaia lleva tiempo identificando la soledad no deseada como uno de los principales malestares de la sociedad actual. Un aislamiento social fruto en gran medida, por la desafección ante la realidad de otras personas, por el debilitamiento de lazos comunitarios y por la crisis de las instituciones que fomentan valores de solidaridad y comunidad. Caritas Bizkaia constata que la soledad y el aislamiento están presentes en todas las etapas vitales, desde la infancia hasta las personas mayores. El Área de Promoción Social y Personal ofreció oportunidad de encuentro, referencia, participación y desarrollo de capacidades personales a más de 1.780 personas (76% mujeres) en los centros comunitarios que la entidad tiene desplegados en Bizkaia. El Área de Personas Mayores y envejecimiento ofreció atención y acompañamiento a mas de 440 personas a través de diferentes proyectos y actividades de acompañamiento personalizado y grupal que favorecen el encuentro y la vinculación relacional. Los proyectos de apoyo socioeducativo del área de relaciones familiares y los grupos de formación para padres y madres también han sido oportunidad para establecer vinculo relacional y espacio de referencia para cerca de 800 niños/niñas y personas adultas.
El efecto en la salud mental y las dificultades de acceso a la atención sanitaria. La salud mental es una de las dimensiones que sufre con el empeoramiento de las condiciones de vida de las personas y con la ruptura de los apegos mantenidos a lo largo el tiempo. A esto se unen las dificultades de acceso a la asistencia para la salud mental, especialmente para las personas más vulnerables. El servicio Psicológico de Caritas Bizkaia ofreció atención clínica y psicosocial a 251 personas adultas, jóvenes y niños y niñas (55% mujeres).
Compromiso social y cercanía. Toda esta acción social no hubiera sido posible sin el compromiso de las 1.761 personas voluntarias (79 % mujeres) y un equipo profesional altamente comprometido. Esta colaboración entre voluntariado y profesionales es la base de un modelo que combina cercanía, cuidado, saber técnico y compromiso sostenido. En 2024 se han incorporado a la entidad 277 nuevas personas voluntarias reflejo de una dinámica de solidaridad que se renueva año tras año. El apoyo de las más de 4.400 personas socias y colaboradoras y de las más de 370 entidades jurídicas donantes de Caritas Bizkaia completan la fuerza y el sostén de quienes hacen posible este proyecto.
Una llamada en favor de la transformación de las causas que generan pobreza, vulnerabilidad y exclusión social.
Los mecanismos que producen las situaciones de pobreza y exclusión social van más allá de la propia persona. El espacio comunitario y las estructuras sociales son espacios de producción de pobreza y exclusión social y a la vez de oportunidad para dar la vuelta a estas situaciones promoviendo el cambio social.
Por ello, la directora de Caritas Bizkaia ha vuelto a lanzar una llamada a los agentes políticos y las administraciones públicas para avanzar en materia de derechos humanos impulsando, especialmente las políticas orientadas al empleo inclusivo, la vivienda, los servicios sociales, la atención a la salud mental y las políticas migratorias y de extranjería de tal manera que el desarrollo social y económico impacte realmente en la población con mayores dificultades.
A la sociedad de Bizkaia para avanzar en la construcción de vínculos comunitarios y de valores de solidaridad y convivencia desde donde podamos tejer “caminos de esperanza”. Implicarse es posible y necesario. “Solo desde el avance en los derechos humanos, desde la construcción de vínculos y apegos y desde el reconocimiento de la dignidad de todas las personas podemos transformar esta realidad. Para ello hace falta compromiso político, social y personal porque en un mundo que fragmenta y expulsa, cuidar, acompañar y vincularse son también formas de resistencia social. Y porque acompañar transforma, y en ese encuentro, también nos transformamos.”, ha subrayado Unzueta.
En la rueda de prensa se ha presentado el Banco de Datos de Caritas Bizkaia (disponible en la página web) donde se pueden consultar los datos de intervención de la entidad desde 2022.
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