por Adela Estévez Campos
• "La solidaridad crece en tiempos de crisis" • El centro tiene en estas fechas exceso de voluntarios y ha creado una lista de espera •
El comedor social de
Cáritas en Barakaldo ha ampliado a fines de semanas y festivos su apertura para atender a las familias en situación de necesidad, según ha confirmado el sacerdote Luis Laborda a
BarakaldoDigital. El centro se puso en marcha el 18 de octubre de 2010 inicialmente con el propósito de atender de lunes a vienes a más de un centenar de personas, divididas en dos turnos, a cambio de un un euro. El agravamiento de la crisis ha impulsado a esta organización de la iglesia católica a extender a todos los días de la semana este servicio, promovido conjuntamente por Cáritas y la Fundación Antonio Menchaca de la Bodega, y que está dirigido a familias que cuentan con el visto bueno de la propia Cáritas, la asociación Goiztiri o los servicios sociales de base del
Ayuntamiento de Barakaldo.
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> 14/10/2010.
Más de 100 personas podrán obtener por un euro un menu completo en el comedor económico de Cáritas
Además de la necesidad de ampliar los días de atención, la agudización de la crisis ha provocado un efecto multiplicador de la solidaridad. De este modo, Cáritas tiene en estos momentos "un número mayor de voluntarios de los que se puede dar ocupación", algo que ocurre especialmente con los que desean ayudar en el comedor, en el que llega a haber hasta 30 personas en lista de espera.
Luis Laborda explica que, aunque es normal que en tiempo de Navidad aumente el número de personas dispuestas a ayudar, este año el incremento ha sido mayor. "La solidaridad crece en tiempos de crisis sin ninguna duda y esto es porque el ser humano lleva dentro la semilla de la solidaridad muy arraigada Cuando las personas ven sufrir a los demás y creen que pueden hacer algo, lo intentan de corazón", explica el sacerdote.
Cáritas Barakaldo ha conseguido absorber a algunos voluntarios más con la apertura del comedor los fines de semana y festivos. Sin embargo, "en las ocasiones en las que estos desean hacer un servicio muy puntual, para uno o dos días", como ocurre en Nochebuena y Navidad o Nochevieja y Año Nuevo. "Los espacios y tareas son concretas y reducidas y no puede haber más voluntarios de los que debe porque serían un estorbo serio".
A pesar de ello, "se atiende a todas los voluntarios y se les intenta orientar a los diversos programas que tenemos en marcha, según su disponibilidad y deseos". Entre estas personas se encuentra Carlos Bendicho, que lleva años de colaboración con este grupo. "Desde el principio me han abierto las puertas a colaborar en los múltiples programas que tienen y en aquellas iniciativas que he propuesto. En todo momento he visto que cualquier persona humana es útil para ayudar a los demás y así me lo han ofrecido cuando lo he solicitado".