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"Los restos arqueológicos podrían poner a Burtzeña a la vanguardia de la investigación arqueológica"

Barakaldo, 31 ago 2022. El volumen de restos humanos hallados en el yacimiento arqueológico de Burtzeña y el buen estado de los mismos haría posible, si las autoridades financiaran una investigación, crear la primera colección de referencia en el País Vasco para formación de los expertos en osteoarqueología humana o estudio arqueológico de huesos de personas, y "poner a Burtzeña a la vanguardia de la investigación arqueológica".

Así lo ha señalado, en declaraciones por escrito a 'Barakaldo Digital', la científica y máster en Paleopatología Maite Iris García Collado, que ha liderado un proyecto para completar el análisis de los restos oseos de cerca de 200 personas que se han hallado en donde se encontraba el convento de los mercedarios, un yacimiento ocultado a la población por parte del Ayuntamiento y sobre el que se han construido pisos, una plaza y un frontón.

García Collado, que actualmente participa en un proyecto conjunto del departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología de la Universidad del País Vasco y del centro BioArCh de la Universidad de York en el Reino Unido, ha reconocido la "decepción" que ha causado en el equipo la negativa de la Diputación a financiar el análisis sobre este "interesantísimo conjunto patrimonial".

Los estudios comenzaron con la intervención arqueológica de urgencia que realizó entre 2017 y 2018 la empresa Qark Arqueología, bajo la dirección de Eder Domínguez-Ballesteros, en la parcela en la que se iba a construir el frontón de Burtzeña.

"Durante las obras salieron a la luz los restos del convento de los mercedarios, que estuvo allí entre inicios del siglo XVII y principios del XIX, incluyendo parte de las dependencias monacales, la iglesia, su torre, una capilla y 60 estructuras funerarias". Los análisis se extendieron durante cerca de un año. 

El objetivo de la osteoarqueóloga era "estudiar cuántas personas había enterradas, cuál era su distribución demográfica (si eran adultos, adolescentes, niños, mujeres, hombres...) y entender las condiciones de vida y el estado de salud de la población de Barakaldo que se enterraba en el convento durante la Edad Moderna". 

El resultado de las excavaciones desbordó lo previsto. "La cantidad de material recuperado superó con creces las expectativas y el presupuesto del proyecto, por lo que sólo pude estudiar aproximadamente un tercio del conjunto. No obstante, esto supuso la identificación de un número mínimo de 193 individuos, incluyendo mujeres y hombres adultos y subadultos de todas las edades, desde fetos hasta adolescentes".

García Collado pudo mediante su investigación observar "multitud de patologías orales, metabólicas, articulares y traumáticas que permitieron reconstruir algunos aspectos de la vida de la población que se enterraba en el convento". 

"Algunas de las conclusiones más relevantes de este primer estudio parcial fueron el reconocimiento de la capilla como un lugar de enterramiento probablemente reservado a los monjes, el hallazgo de varios individuos con evidencias directas de haber sido fumadores, una prevalencia importante de deficiencias de vitamina C entre los individuos más jóvenes o el hallazgo de varios individuos con diversidad funcional causada por anomalías congénitas o traumatismos que habrían requerido cuidados por parte de la comunidad", explica la experta.

Con más de la mitad de la colección de restos aún por analizar, el equipo en el que participa Maite Iris García Collado quiere ahora "completar el trabajo", aunque el rechazo financiero de la Diputación ha puesto en duda la posibilidad.

"La idea era contratar a un técnico especializado para que completara el análisis y registro de la colección bajo mi supervisión y siguiendo la metodología ya establecida", explica la especialista. "Los objetivos principales eran dos: por un lado, obtener toda la información posible sobre el estado de salud y los modos de vida en Barakaldo durante la Edad Moderna". 

"Esto no sólo es importante a nivel local, sino que supondría el primer análisis sistemático de este tipo en el norte peninsular y permitiría empezar a ponernos a la altura de lo que ya es práctica habitual en otras regiones europeas". 

"Por otro lado, las condiciones de conservación de la población de Burtzeña son perfectas para crear una colección de referencia de osteoarqueología humana. Una colección de referencia es un conjunto de restos humanos que las osteoarqueólogas humanas usamos para formarnos y para resolver dudas en casos complicados". 

"Para ello se usan conjuntos bien conservados y que representen de todos los grupos humanos (edades, sexos) y una variedad de patologías, como por ejemplo la de Burtzeña. Actualmente en el País Vasco no contamos con ninguna colección de referencia de acceso público de estas características y la creación de una sería enormemente útil para las profesionales que nos dedicamos a esta disciplina y para cualquier estudiante que quisiera formarse, ya que la mayoría nos tenemos que ir fuera a estudiar", añade. 

La experta subraya que "la institución que albergara la colección también se beneficiaría de las investigadoras que acudieran a consultarla". El proyecto prevé así mismo crear una web en la que cualquier científico pueda consultar los materiales disponibles. 

"Por experiencias en otros países, sabemos que cuando este tipo de datos se hacen públicos atraen a numerosos experto para llevar a cabo investigaciones cuyos resultados repecutirían en el conocimiento de nuestro pasado. Un ejemplo de ello es la colaboración que pusimos en marcha con el instituto de investigación alemán Max Plank para la caracterización del microbioma oral de los fumadores identificados en Burtzeña, cuyos resultados han sido publicados recientemente".

Sin embargo, la realidad es que el futuro del proyecto está congelado tras el rechazo foral. "Probablemente no se realizará porque de momento no podemos asumir los gastos. Hay una propuesta alternativa, que sería transformar el estudio en el sujeto de una tesis doctoral. Para ello habría que encontrar un centro apropiado y los recursos necesarios para que un estudiante predoctoral pudiera completar el trabajo. Esta es una propuesta que se está valorando". 

El equipo no se cierra, sin embargo, a que otras instituciones asuman la financiación. "Nos encantaría", indica García Collado. "La colaboración de todas las instituciones posibles sin duda contribuiría a que podamos hacer el mejor trabajo posible. El proyecto que propusimos a la Diputación era una propuesta de mínimos, pero con los recursos apropiados podríamos llevar a cabo análisis más minuciosos, aplicar técnicas biomoleculares que nos permitirían sacar muchísima más información de estos materiales y poner Burtzeña a la vanguardia de la investigación arqueológica".

La científica indica que, afortunadamente, aunque el yacimiento ha quedado oculto por los pisos, urbanización y frontón, no hay riesgo para los restos que se pudieron excavar. "Todo el material recuperado está en un almacén con las condiciones ambientales apropiadas, por lo que no están deteriorándose. No obstante, parte del material sigue sin haberse procesado, por lo que cada día estamos perdiendo la oportunidad de conocer toda la información que podría proporcionarnos". 

Además de máster en Paleopatología, la licencia en Historia Maite Iris García Collado tiene también un máster en Historia y Arqueología Medieval por la Universidad del País Vasco y se doctoró con una tesis sobre la alimentación de las comunidades rurales de la península ibérica durante la Alta Edad Media a partir de técnicas biomoleculares. Ha sido profesora en la Universidad y es divulgadora científica.

Las excavaciones realizadas en lo que fue el convento de los mercedarios de Burtzeña han permitido hasta el momento al menos tres artículos en revistas científicas:
 

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