Burtzeña, Las Delicias y Santamaría tendrán que esperar más de un año antes de tener un documento sobre la regeneración

foto de archivo
Barakaldo, 21 dic 2025. Los vecinos de Burtzeña, Las Delicias, Larrazábal, Zubileta o Santamaría (Cadagua) van a tener que esperar más, y no va a ser menos de un año, antes de ver un documento que establezca qué medidas se tomarán por parte del Ayuntamiento para la "rehabilitación y regeneración" de esta zona, cuya situación ha llevado a protestas y reclamaciones frente al "abandono" institucional.

El pleno del Consistorio, tras sendas iniciativas de las asociaciones Santa Águeda-Kastrexana-Urgozo y de Adelante Kadagua, aprobó el 26 de diciembre de 2024 y el 30 de julio de 2025 elaborar planes de regeneración. El equipo de Gobierno local PNV-PSE ha destinado un presupuesto máximo de 157.905 euros para redactar la propuesta de rehabilitación, pero el proceso para contratar al equipo que lo haga se puso en marcha en noviembre —un año después de que se acordara la moción de Urgozo— y aún no está adjudicado. 

Las condiciones del proyecto indican que serán más de 12 meses los que habrá que esperar para tener el documento escrito del plan de regeneración una vez se seleccione a la empresa que lo hará, en caso de que encuentre una. Necesitará un mes tener un plan de trabajo, cuatro meses revisar documentación y realizar un proceso de "participación ciudadana", tres meses celebrar reuniones de trabajo y entrevistas con "agentes clave", dos meses para valorar y programar; y dos meses para elaborar los "documentos finales".

El Ayuntamiento advierte: "El plazo total del contrato no se deduce de la suma parcial de los plazos de las diferentes fases, porque existen factores que condicionan el plazo total del contrato, como son los diferentes informes o trámites municipales o ante otras administraciones competentes". Así que a los 12 meses hay que sumar tiempo para revisión técnica municipal, para trámites y para "acuerdos" en el Consistorio.

Esta tardanza se produce además para una zona que, según reconoce la institución municipal, tiene un "índice de vulnerabilidad alta o muy alta", con población "más envejecida", "con una tasa de paro, niveles de renta más bajos y personas atendidas por servicios sociales en este ámbito, en comparación con el resto del municipio, junto con un parque edificatorio construido en su totalidad antes de 1980".

El Ayuntamiento afirma que el objetivo es "revertir su deterioro y transformarlo con la mejora de sus condiciones socio-económicas, urbanísticas, edificatorias, ambientales y de gestión, acercándolas a las del resto de la ciudad, diseñando unas líneas estratégicas que permitan dar cumplimiento a las actuales exigencias normativas en materia de patrimonio, urbanismo, de construcción, sostenibilidad y eficiencia energética, así como de equidad y perspectiva de género".

El equipo de actualmente está elaborando el plan general de ordenación urbana (PGOU) de Barakaldo ya ha indicado que hay zonas que, por su mala situación, como Santamaría, pueden ser intervenidas. Legalmente, ha señalado, se pueden declarar barrios como área de rehabilitación integrada (ARI), como área degradada (AD) o como área de regeneración urbana (ARU), lo que facilitaría la obtención de subvenciones. Estas declaraciones pueden hacerse ya, sin esperar a tener el nuevo PGOU.



Ámbito afectado por el futuro plan de regeneración
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