Más de 600 personas firman a una petición exigiendo que se resuelva la huelga en las piscinas

Barakaldo, 13 ene 2025. Más de 600 personas han firmado una petición a través de internet que reclama al Ayuntamiento que actúe "de inmediato" para resolver la huelga de socorristas subcontratados que mantiene parcialmente cerradas las piscinas municipales desde hace ocho meses. "Estamos ante una urgencia que lleva demasiado tiempo sin soluciones", señala la reclamación a través de la plataforma Change.org, que sostiene que Barakaldo es "una ciudad que olvida el deporte". / Petición en Change.org

El texto, elaborado por un particular, subraya que la protesta laboral se produce porque "las condiciones salariales no son las adecuadas al trabajo que realizan". La movilización está convocada por el sindicato ELA y comenzó el 20 de mayo en busca la equiparación salarial de los socorristas en las piscinas que están contratados a través de una empresa, Emtesport, y los que trabajan directamente para el Ayuntamiento. El instituto municipal de deportes está controlado por el PNV desde hace 40 años.

La petición firma por cientos de personas advierte que hay usuarios que están dejando de hacer deporte o tienen que acudir a otras localidades para nadar. Además, piden al Consistorio que invierta "de forma real en renovar y adaptar las instalaciones, y cumpliendo sus promesas electorales", al tiempo que denuncian que los vestuarios huelen mal, hay duchas en condiciones insalubres, corcheras sin renovarse durante décadas, podios de natación eliminados o máquinas del gimnasio estropeadas, entre otras carencias en instalaciones deportivas. 


Petición en Change.org

Barakaldo, una ciudad que olvida el deporte

Las personas de Barakaldo que quieren practicar deporte se encuentran en una situación insostenible. Los usuarios y deportistas de natación llevan casi un año sin poder acceder a las piscinas municipales debido a la huelga de socorristas, que sigue sin resolverse porque las condiciones salariales no son las adecuadas al trabajo que realizan. Esto resulta todavía más grave si tenemos en cuenta que, según un informe de la Diputación de Bizkaia de 2020, la natación es el deporte más practicado en nuestra comunidad. Mientras tanto, quienes intentan ejercitarse en otras instalaciones públicas se topan con vestuarios que huelen mal, duchas al lado de sanitarios en condiciones insalubres y máquinas del gimnasio estropeadas. Además, las corcheras llevan más de 30 años sin renovarse y los podiums de natación directamente se quitaron, dejando a los nadadores sin poder practicar saltos. Ni siquiera existe una sala de espera ni cafetería para quienes acompañan a los deportistas. Al final, todos los vecinos salimos perjudicados, negándonos un servicio básico y esencial para la salud y la vida diaria.

Si esta situación no cambia, perderemos cada vez más deportistas, familias y usuarios que buscan espacios adecuados para mantenerse activos. Barakaldo corre el riesgo de convertirse en un municipio donde solo quien puede pagar instalaciones privadas pueda hacer deporte, relegando a muchos a ser ciudadanos de segunda. Además, las promesas electorales incumplidas, como la piscina de 50 metros en Gorostiza, solo aumentan la sensación de abandono y la falta de compromiso con los vecinos. Mientras lo público se deteriora, lo privado crece, y surge la duda de si hay intereses políticos o económicos en dejar que lo público se hunda para beneficio de unos pocos. Se gastan recursos en pulseras de acceso innecesarias, olvidando inversiones esenciales como la renovación de corcheras, la reparación de pódiums o la mejora de los vestuarios y el gimnasio, lo que afecta directamente al bienestar y al desarrollo deportivo de toda la comunidad.

Estamos ante una urgencia que lleva demasiado tiempo sin soluciones. El Ayuntamiento debe actuar de inmediato, resolviendo la huelga de socorristas, invirtiendo de forma real en renovar y adaptar las instalaciones, y cumpliendo sus promesas electorales. Cada día que pasa, más personas renuncian a practicar deporte o tienen que marcharse a otros municipios con condiciones dignas. Barakaldo merece unas instalaciones decentes y accesibles para todos, sin importar el nivel económico, y espacios adecuados (como un gimnasio en condiciones o una sala de espera para familiares) para que nadie se sienta excluido. Firma y exige que el deporte vuelva a ser un derecho, no un lujo, y que no nos convirtamos en ciudadanos de segunda. ¡Actuemos ahora!