Alberte Sanmartín durante una actuación con el grupo Ruaille-Buaille. Foto: Iker Garaizabal Montejo
por Mariela Estévez Campos
Gallego en Euskadi y vasco en Galicia, Alberte Sanmartín (Barakaldo, 1970) es gaitero y se considera "euskalgalego", orgulloso de sus orígenes, gallegohablante y en proceso de hablar euskera. Miembro del conjunto folclórico Ceo do Sil, del Centro Gallego de Barakaldo, y del grupo musical Ruaille-Buaille, ha sido el primer vasco de nacimiento que ha recibido la Insignia de Oro de la Irmandade de Centros Galegos de Euskadi por su contribución “a la dignificación y divulgación de la cultura gallega en el País Vasco”. También profesor en la escuela de instrumentos autóctonos Hala Dzipo, cuenta entre su colaboraciones con músicos como Kepa Junkera, Oskorri o Eskorbuto y ha publicado un libro-dvd recopilatorio de piezas para gaita gallega con el título de ‘O Pentafol’. Además de la gaita gallega, Sanmartín toca la escocesa, la irlandesa, los whistles irlandeses y la alboka. La lista no se quedará ahí.
Pregunta. ¿Qué ha supuesto para usted ser el primer nacido en Euskadi que recibe la Insignia de Oro de la Irmandade de Centros Galegos de Euskadi?
Respuesta. Un orgullo y un placer, pero me hace más ilusión ver la trascendencia que ha tenido un trabajo realizado altruistamente y por pasión.por Mariela Estévez Campos
Gallego en Euskadi y vasco en Galicia, Alberte Sanmartín (Barakaldo, 1970) es gaitero y se considera "euskalgalego", orgulloso de sus orígenes, gallegohablante y en proceso de hablar euskera. Miembro del conjunto folclórico Ceo do Sil, del Centro Gallego de Barakaldo, y del grupo musical Ruaille-Buaille, ha sido el primer vasco de nacimiento que ha recibido la Insignia de Oro de la Irmandade de Centros Galegos de Euskadi por su contribución “a la dignificación y divulgación de la cultura gallega en el País Vasco”. También profesor en la escuela de instrumentos autóctonos Hala Dzipo, cuenta entre su colaboraciones con músicos como Kepa Junkera, Oskorri o Eskorbuto y ha publicado un libro-dvd recopilatorio de piezas para gaita gallega con el título de ‘O Pentafol’. Además de la gaita gallega, Sanmartín toca la escocesa, la irlandesa, los whistles irlandeses y la alboka. La lista no se quedará ahí.
Pregunta. ¿Qué ha supuesto para usted ser el primer nacido en Euskadi que recibe la Insignia de Oro de la Irmandade de Centros Galegos de Euskadi?
P. ¿Y para su familia gallega?
R. Están todos muy contentos.
P. ¿Cómo fue su infancia en Barakaldo?
R. La recuerdo muy feliz y jugando continuamente en la calle con los amigos. Teníamos menos capacidad material que los niños de hoy en día pero eso hizo que potenciásemos una gran imaginación.
P. ¿Cuándo empezó a tocar la gaita?
R. A los 14 años
P. ¿En qué colegio estudió?
R. Preescolar en Santa Teresa, Primaria en Bagatza y Secundaria en Trueba.
P. ¿Qué opinaban sus compañeros de que tocase la gaita?
R. Había de todo, desde el que se mofaba desde la ignorancia hasta el que le daba la dimensión que realmente tiene el saber tocar un instrumento.
P. ¿Y sus vecinos?
R. Ja, ja, ja. Cuando vi que no les llegaba para palos de escoba por golpear en la pared, comprendí que tenía que ensayar en algún local, así que dejé de darles la 'chapa'.
P. ¿En algún momento se planteó tocar otro instrumento?
R. A diario. También toco la gaita escocesa (highland pipe) y la irlandesa (uilleann pipe), aparte de las flautas o silbatos irlandeses (tin y low whistles). En septiembre tengo planteado recuperar un pequeño devaneo que tuve con la triki.
Sanmartín con Kepa Junkera |
R. Yo soy una persona de tocar en grupo y disfrutar con mis amigos en el escenario. La docencia también me aporta grandes satisfacciones, porque aprendes mucho del alumnado, y siempre acabo teniendo una muy buena relación de amistad con ellos y ellas, ya que compartimos una pasión.
P. ¿Qué hace un profesor de gaita en una escuela de instrumentos tradicionales vascos?
R. Eso habría que preguntárselo a la dirección de Hala Dzipo, ya que de ellos salió la propuesta. La verdad es que es un instrumento que tiene mucha aceptación y asombraría si dijese algunos de los apellidos de mis alumnos y alumnas, nada gallegos por cierto.
P. ¿Por qué cree que habiendo gaita de 'fol' (de fuelle) en todo el norte y en Aragón, no existe en el País vasco?
R. Sí que parece que existió, el xirularru, documentado ya por aita Larramendi en su diccionario trilingüe de 1745. Es un tema polémico, pero hay varios artículos sobre el tema escritos por el musicólogo donostiarra Juan Mari Beltrán.
P. ¿Toca el chistu?
R. No porque prefiero darle un poco a la alboka. Más que nada porque el sonido del chistu es más similar al de otros instrumentos que ya toco.
P. ¿Se siente vasco o gallego?
R. No creo que sea cuestión de elegir. Yo nací aquí, he hecho mi vida aquí y mi carácter se ha forjado en este país al que amo profundamente. Por otro lado, siento con orgullo la patria de mis antecesores, Galicia. Se podría decir que soy 'euskalego' o vascogallego, al igual que hay serbobosnios y albanokosovares, ja, ja, ja. Pero lo cierto es que, como intento siempre vincular ambas naciones. Aquí me consideran gallego y en Galicia vasco.
Sanmartín recibe la Insignia de Oro |
R. Entiendo ambos y el gallego, que fue mi idioma materno, lo hablo perfectamente. Tengo una asignatura pendiente, que sin duda voy a aprobar, que consiste en hablar con perfecta fluidez el euskera.
P. ¿Cuáles son sus gaiteros o gaiteras preferidos?
R. Hay muchísimos grandes gaiteros y famosos, pero mis favoritos son Suso Vaamonde y Daniel Romero, con los que mantengo una gran amistad. Y por supuesto, Susana Seivane como gaitera y heredera de una gran estirpe de gaiteros-artesanos, ya que es hija de mi gran amigo Álvaro.
P. ¿Qué opina de grupos como el de la Diputación de Ourense que están tocando con instrumentos no tradicionales gallegos copiados de los escoceses?
R. Si fuera una iniciativa privada de Xosé Lois Foxo, cada uno que haga lo que quiera; pero tratándose del dinero de los contribuyentes, me parece una falta de respeto enorme. Sin duda, se deberá a algún tipo de complejo de inferioridad no superado.
El gaitero, con Ruaille-Buaille. Foto: Eduardo Camino |
R. Ya he hecho todo lo que tenía que hacer en concursos. En 1999 decidí no volver a presentarme, entre otras cosas porque nunca me hicieron mucha gracia y, por otro lado, ya había conseguido lo que era mi objetivo: darme a conocer y entablar contacto con gaiteros de allí, con algunos de los cuales mantengo una continuada relación de amistad.
P. ¿Cuándo concursará en el Mc Crimmon de Lorient?
R. Ja,ja, ja. ¡Nunca! Me lo planteé en su momento, pero requería muchos viajes a Galicia en las fases previas.
P. Con tantos libros de gaita en el mercado, ¿no resulta un poco osado publicar uno desde el País Vasco?
R. Cubrí un vacío que no había en ese momento y muchos docentes de Galicia lo utilizan con sus alumnos. Algunos medios gallegos lo elevaron a la categoría de la “Biblia de la gaita”. No creo que haya que competir en publicaciones, sino que todas son bienvenidas y se complementan, vengan de donde vengan.
P. ¿Qué proyectos tiene a largo plazo?
R. Mis metas siempre son cortoplacistas, pero tengo ideas como complementar mi libro, ‘O Pentafol’ con más piezas tradicionales o la realización de un método de gaita en euskera, junto a mi compañero Aitor Gorostiza. ¡Ya se verá! Por supuesto, seguir de escenario en escenario con Ceo do Sil y Ruaille-Buaille y continuar con mis clases en Hala Dzipo.
P. ¿Por qué tendrían los jóvenes barakaldeses que estudiar gaita?
R. Les recomendaría estudiar cualquier instrumento porque es algo enriquecedor, en lo que vas a invertir tu tiempo libre en una pasión donde nunca terminas de saberlo todo. Desde luego, si se deciden por la gaita gallega, aquí me encontrarán.