Inaugurado el 16 de julio de 1964, el quiosco era de planta semioval y contaba con "una amplia y elegante visera realiza en hormigón y hierro que se apoyaba en dos muros laterales, como el del Arenal, de Bilbao", según señala el Inventario de Quioscos de Música de Bizkaia editado por la Diputación, que define el quiosco de la Herriko Plaza como una construcción "ingeniosa y única".
La popular Rana, que formaba parte del Inventario Provisional de Bienes de Interés Cultural del Gobierno Vasco, tenía "forma de un paraboloide hiperbólico apoyado en sus dos extremos, contrapesando sus dos voladizos y abocinando el mayor hacia el auditorio para encauzar el sonido".
Tras muchos desmentidos, en secreto, los responsables políticos nacionalistas y socialistas llevaron adelante la demolición, sin anunciarla públicamente en ningún momento. El entonces alcalde, Carlos pera (PSE), y la concejala de Obra Pública, Encarni Villar (PNV), defendieron la eliminación del edificio porque, a su criterio, era un obstáculo para "la planificación racional de la ciudad" además de "no constituir un elemento constructivo específico de Barakaldo, no aportar nada al municipio y tener poco de histórico".
Lo cierto es que tampoco lo histórico ha tenido buen recorrido en Barakaldo. La Asociación de Patrimonio Industrial y Obra Pública ha denunciado repetidamente el "derribo sistemático" de la arquitectura relacionada con las fábricas. Entre los inmuebles históricos desaparecidos, además de todo el barrio de Desierto con la excusa del Plan Urban Galindo, están los chalés de los ingleses o de Orconera en Lutxana o caserío de Beurko de 300 años, además de otros edificios arrasados por el fuego.
Todavía recientemente el PNV en la alcaldía apostaba, en 2017, por demoler el cargadero del siglo XIX de la compañía minera La Orconera, aunque después rectificó.
Actualmente, se encuentran en peligro de desaparición o deterioro la casa torre de Zubileta, el caserío del almirante Castaños, la fábrica de Profusa, casas en El Calero o el grupo escolar Juan Ignacio Gorostiza, entre otros; mientras están abandonados el proyecto del caserío Casas Blancas o el caserío Etxatxu —casa solariega de Lurkizaga—.