El alcalde afirma que la multinacional Befesa "arrancará en julio" la demolición de Rontealde

• Se anuncia un "alto volumen de residuos" • Tontxu Rodrígiuez dice ahora que el Ayuntamiento "pondrá especial énfasis" en que se respeten las medidas anticontaminación • Las excavaciones realizadas en la zona en enero incumplían las exigencias •
Aunque la autorización está "supeditada a la tramitación medioambiental", el alcalde, Tontxu Rodríguez (PSE), se ha precipitado este miércoles a anunciar que la multinacional Befesa iniciará "a lo largo del mes de julio" a demolición de su fábrica de Rontealde, en Lutxana. El mandatario, que aspira a renovar su mandato en las elecciones del 22 de mayo, ha esperado 20 días para dar a conocer que la empresa ha comenzado los trámites para el derribo, presupuestado en 563.026,01 euros.

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Nota de prensa
El derribo de la histórica fábrica de Rontealde en Lutxana arrancará en julio y dará otro impulso al nuevo ensanche de Barakaldo
> La empresa Befesa Desulfuración ha iniciado ya los trámites para demoler la planta, según ha informado hoy el alcalde, Tontxu Rodríguez
> Se liberarán 36.905 metros cuadrados para la operación de Sefanitro

La ambiciosa operación urbanística de Sefanitro, a desarollar en el barrio baracaldés de Lutxana, recibirá un nuevo e importante impulso en las próximas semanas. El alcalde de Barakaldo, Tontxu Rodríguez, ha informado hoy en rueda de prensa de que la histórica fábrica de Rontealde -contigua a los terrenos ocupados por la histórica planta de fertitilizantes- prevé parar su producción en junio para iniciar su derribo a lo largo del mes de julio. Su desaparición dejará libre una parcela de 36.905,50 metros cuadrados de suelo, que pasará a formar parte del nuevo ensanche residencial, verde y de servicios de la segunda urbe vizcaína.

La empresa Befesa Desulfuración, propietaria de la fábrica, presentó el pasado 7 de abril en el área municipal de Urbanismo el proyecto de demolición de las instalaciones, a través de la compañía Conten S.A. Se trata de un proyecto redactado por la empresa Lezama Demoliciones.

Rodríguez ha informado de que los técnicos municipales ya han examinado el documento y que próximamente darán vía libre a la demolición en los términos planteados en el proyecto, cuya aprobación está ahora supeditada a la tramitación medio ambiental.

La operación de Sefanitro incluye la construcción de 2.000 pisos, dos rascacielos, una enorme zona verde y una lámina de agua, así como diversos equipamientos para el barrio. El proyecto arrancó en 2007 con el derribo de la planta de Fertiberia -antigua Sefanitro-, que finalizó dos años más tarde. Posteriormente, se procedió al estudio de los suelos y ahora éstos se están descontaminando.

Mientras se han dado todos estos pasos, en la misma parcela ocupada por Sefanitro, de 246.681 metros cuadrados y clasificada en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) como urbana, ha seguido operando la fábrica de Befesa.

CUATRO MESES Y TONELADAS DE RESIDUOS

Según ha dado a conocer el alcalde, el presupuesto de la demolición y desmantelamiento de la planta de Befesa -antigua Rontealde- asciende a 563.026,01  euros (IVA incluido) e incluye los gastos de seguridad y gestión medioambiental. El plazo de ejecución es de 4 meses a partir de la firma del acta de replanteo, que es el trámite que da comienzo formalmente a los trabajos.

En total, se prevé que durante el derribo se genere un alto volumen de residuos. En concreto, unas 41 toneladas de residuos se trasladarán a un gestor autorizado y más de 8.200 toneladas serán recicladas. A esto hay que unirle un importante volumen de chatarra y maquinaria, que aún no están definidas.

Para programar la demolición, las instalaciones se han dividido en diez grupos diferentes:

1.- Almacén de piritas (azufre sólido, es decir, mineral). En esta parte de la planta se incluye la estructura en puente sobre la carretera de la calle Zumalacarregui y la línea del ferrocarril de RENFE, cuya demolición precisará un documento aparte porque se necesitarán autorizaciones específicas.

2.- Almacén de cenizas.

3.- Depósitos de ácido.

4.- Tratamiento de aguas.

5.- Cargadero de camiones.

6.- Zona de gases.

7.- Zona de absorción y secado.

8.- Edificio CCM y turbinas.

9.- Edificio de oficinas y laboratorios.

10.- Antigua zona de testación.


SECUENCIA DEL DERRIBO
Se trata de instalaciones de muy variada naturaleza. Hay edificios de ladrillo y de hormigón, equipamientos industriales, fábricas, depósitos... Es por ello que cada uno tiene una descripción exhaustiva de sus trabajos de demolición, si bien Tontxu Rodríguez ha dado cuenta de cómo va a ser el proceso general.

En primer lugar se harán unos trabajos previos que consistirán en la siguiente secuencia: anulación y eliminación de servicios (agua, el teléfono, electricidad, etc.), elaboración de fichas y procedimientos, limpieza de residuos y/o subproductos presentes en las diferentes edificiones, retirada específica de aquellos materiales (como aquellos que tienen amianto) que exigen un tratamiento de seguridad y medioambiente concretos y, por último, almacenamiento, selección y transporte a los depósitos o al gestor autorizado.

Posteriormente, se procederá a la demolición de la instalación. Generalmente, de arriba hacia abajo. “Aquí entran desde los elementos menos problemáticos a los más difíciles de derribar, por lo que se utilizarán los medios y técnicas adecuados para cada caso”, ha descrito Rodríguez.

 Una vez realizado el derribo propiamente dicho, los operarios procederán al desguace y achatarrado de los materiales demolidos en la parcela, lo que se hará en las áreas habilitadas a tal efecto.

Estos residuos, después, serán almacenados convenientemente, por lo que será necesario realizar un acopio de ellos. Por último, se procederá a evacuar los materiales conforme a un plan prefijado. Unos exhaustivos análisis medioambientales determinarán el destino y tratamiento adecuado de estos residuos, que no serán sacados en camiones hasta que no se cuente con las autorizaciones pertinentes.

Tontxu Rodríguez ha garantizado, en cualquier caso, que antes de que arranquen los trabajos el Ayuntamiento exigirá conocer todo el plan, que se aprueben expresamente las áreas de acopio y estar informado en todo momento directamente por la dirección de la obra de cualquier incidencia o modificación en la marcha de los trabajos.

La institución local pondrá especial énfasis en que se tomen las medidas que relacionen las obras con el espacio exterior urbano; es decir, la limpieza de ruedas y los controles sobre emisión de ruidos, polvo, etc. También se pedirá un informe y documentación técnica de los trabajos realizados y el estado final del terreno, desde la cartografía hasta las afecciones sobre redes de servicios públicos.