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Carta | Una historia muy teatral (no de ficción)


 Gonzalo Centeno. Exdirector del Teatro Barakaldo

Gonzalo Centeno
¿Conciben que alguien sea despedido de su puesto de trabajo por una denuncia que el juzgado ha declarado falsa? Ese es mi caso. En noviembre de 2009, el Consejo de Administración del Teatro Barakaldo Antzokia me despide con base en el acta de un inspector de Trabajo por la denuncia de acoso de un trabajador, que conlleva una multa que asciende a 100.000 euros. En febrero de 2010 el juzgado declara el despido improcedente por dos motivos: queda demostrado la inexistencia de acoso y porque la decisión del despido se adoptó ilegalmente. En julio de 2010 el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ratifica la sentencia anterior. Sí, me han indemnizado, con dinero público, claro: 178.591 euros
Eso sí, me he quedado sin trabajo y con mi reputación puesta en duda. Difama que algo queda.


Pero lo jugoso de todo este asunto está en los detalles:

Tras 16 años de funcionamiento del Teatro con un alto porcentaje de trabajadores en situación irregular, el Consejo de Administración, presidido por el alcalde, Tontxu Rodríguez, que estaba al corriente y si lo niegan que expliquen a que se dedican en dicho consejo, decide regularizar las condiciones de dichos trabajadores contratando, mediante concurso, una empresa de servicios.

Dicho concurso lo "gana" una empresa, Ideas y Medios, sin experiencia en el sector, de escasa actividad y sin trabajadores en plantilla. No, tampoco es la más barata. Pero tiene un punto a favor indiscutible, en su proyecto presenta como coordinador de personal a Antonio Bañuelos, a la sazón el futuro denunciante ante Inspección de Trabajo (quédense con el nombre porque aparecerá más veces).

La empresa, que tiene contrato por dos años, presenta en febrero de 2008 una factura por servicios extraordinarios, sin soporte documental, e incumpliendo el contrato, por un importe de más de 60.000 euros. Me niego a pagarla (un pecado) en mi calidad de director, y el asunto llega al Consejo de Administración que decide no abonarla a pesar del voto favorable al pago del Partido Socialista.

Retomemos la historia. Los trabajadores que estaban en situación irregular (¿se acuerdan?) son integrados como personal del Teatro Barakaldo Antzokia en noviembre de 2008 pero Antonio Bañuelos queda fuera al concluir el contrato de Ideas y Medios. Recurre a magistratura y acaba siendo incorporado gracias, de nuevo, a los votos del Partido Socialista.

Informo al consejo de que no sé que ocupación darle, pero aún así queda contratado. Dos meses después causa baja por depresión y me denuncia por acoso. Hay una inspección, me despiden, gano el juicio… Esto último ya lo había contado ¿no?

Hasta aquí más o menos los acontecimientos. Ahora otros datos de interés:

Antonio Bañuelos es amigo personal de Alfonso García miembro del partido socialista de Barakaldo y vicepresidente del Consejo de Administración del Teatro Barakaldo Antzokia.

El señor García, nada más ser nombrado alcalde Tontxu Rodríguez, en el año 2003, declaró en público (hay testigos) que no descansaría hasta verme en la calle. Lo ha hecho estupendamente, así que esperemos que ahora esté descansado.

Desconozco si el señor Bañuelos es miembro del Partido Socialista pero lo cierto es que se presentó en Mallabia por dicho partido a las anteriores elecciones municipales.

Hay otro pecado que no tiene una relación directa con lo anterior, pero todo suma.

¿Se acuerdan del 'caso Marsillach'? Muy breve. El alcalde decidió, sin tener atribuciones para ello, contratar tres veces a la compañía de Blanca Marsillach en un periodo de nueve meses. El incremento en el precio de cada uno de los espectáculos fue inversamente proporcional al público que acudió a verlos.

En fin… Sin duda podían haberme relevado de mi puesto, es público y, por lo tanto a disposición del Ayuntamiento, pero ¿les hacía falta tanto ruido? Y, sobre todo, ¿hacía falta que a la ciudad de Barakaldo le costara tan caro?

Por el contrato de Ideas y Medios: 530.330 €
Por la factura de servicios extraordinarios: 70.000 €
Por la multa de Inspección de Trabajo: 100.000 €
Por indemnización por despido: 178.591 €
Por los contratos de Blanca Marsillach: 109.040 €
Y por costas de juicios y abogados: ni se sabe.
TOTAL: 987.961 € (AL MENOS)