Archivo | El Teatro Barakaldo registra 19 años de 'irregularidades' sin que intervenga el Ayuntamiento
El salario de los trabajadores del Teatro Barakaldo era hasta un 66% inferior a lo que hubieran cobrado si estuviesen directamente contratados por el centro cultural en lugar de depender de contratas. Así se despende de la auditoría laboral encargada por el consejo de administración del centro cultural, en la que se informa de que la regularización de los subcontratados, en diciembre de 2008, supuso para ellos aumentos salariales que oscilaron entre el 24% y el 66% en un año, con la sola excepción de los dos trabajadores fijos del equipamiento —uno de ellos el director—, que crecieron el 3,5%, y el coordinador de servicios, que no registró mejora alguna en sus retribuciones. Entre 2006 y 2009, el aumento salarial ha estado entre el 14,3% al 97% de aumento: 14,3% para dos personas (uno de ellos, el director), 40% para tres, 45% para dos, 49% para tres, 56% para uno y 97,3% para cuatro.
La incorporación a plantilla de los 13 subrogados ha implicado que cuatro de ellos pasasen en 2009 de menos de 20.000 euros a 31.400 euros anuales brutos, mientras otros tantos ha visto crecer el salario de 29.000 a más de 37.000 euros y los dos con menor sueldo han alcanzado los 11.000 euros frente a los menos de 9.000 que cobraron en 2008.
Sin embargo, la situación de los trabajadores dependientes de contrata no era igual en todos los casos. La auditoría laboral afirma que el director, el despedido Gonzalo Centeno, les trataba de manera "discriminatoria" a unos respecto a otros y aplicaba de forma discrecional los aumentos de sueldo, pagos de complementos y regulación de jornada laboral. De este modo, del conjunto de 15 empleados directos e indirectos del teatro, cuatro de ellos recibieron en 2006 un complemento de incentivo de entre 2.000 y 4.000 euros, y tres de ellos volvieron a percibir en 2007 y 2008 un extra por el mismo concepto que les aumentó la retribución anual de 3.000 a 4.000 euros.
El mismo informe constata que los empleados, que contaban con vacaciones de verano que, de facto, suman dos meses y medio, también han cobrado de manera generalizada horas extraordinarias —ocultas bajo el nombre de 'atrasos'— a pesar de que ni había sistema para fichar ni hay constancia documental de la realización de jornadas más extensas de lo debido. En concreto, los datos disponibles, de 2008, señalan que 15 de los 17 trabajadores de contrata percibieron horas extras, de los que al menos dos superaron los 13.000 euros en un año por este concepto. El caso más destacado corresponde al ya exdirector.
