De este modo, en el caso de que haya más interesados de los que la estimación contempla o los costes sean superiores al presupuesto, parte de las personas se quedarán sin extintor. Para este supuesto, el Ayuntamiento ha establecido que "la adjudicataria ofrecerá la prestación de los servicios siguiendo como orden de preferencia a las personas de mayor edad teniendo en cuenta la fecha de nacimiento, hasta cubrir el número máximo de personas usuarias que permita el precio de adjudicación del contrato".
Este recorte supone una reducción aún mayor de la promesa que originalmente el PNV planteó en la campaña electoral de 2015 e incluso de la propuesta ya reducida de los comicios de 2019. En la de 2015 no eran los mayores de 80 sino de 75 que vivieran solos o "con otras personas también mayores de 75, o menores pero con algún tipo de discapacidad o dependencia".
En 2019, el PNV, en la precampaña, aseguró que ese mismo año entraría en funcionamiento el programa, pero nunca ocurrió. Además, ya cambió las condiciones y en lugar de los mayores de 75 años que había prometido en la campaña de 2015, ya se fijó como referencia los 80 años de edad.
El proyecto consiste en "el suministro e instalación de equipos detectores de incendios y la elaboración de un estudio de necesidades sociales de los destinatarios del servicio". El objetivo del plan es "minimizar los riesgos de incendios en un colectivo de riesgo como son las personas mayores que viven solas".
De acuerdo al padrón municipal, hay 2.581 personas mayores de 80 años solas. "Se estima que un 30% de ellas van a rechazar la propuesta, por lo que del cómputo inicial de 2.581 personas, se puede estimar que 775 van a ser baja, con lo que aproximadamente hablamos de un potencial de 1.800 personas como destinatarias del servicio".