El popular angelote Jolín, icono de los Cármenes, ha compartido protagonismo en esta ocasión con Deabru, la mascota de las ‘txosnas’. Desde el parque de San Vicente y arropados por decenas de cuadrillas, los dos personajes han realizado a pie la bajada hasta el paseo de los Fueros. Sin amenaza de lluvia —pese al aviso amarillo por precipitaciones intensas— y haciendo frente al bochorno, las mascotas han hecho las delicias de niños y no tan niños parando por el camino para saludar o hacerse alguna que otra foto.
Tras ellos y armados con pancartas, han ido desfilando los diferentes colectivos de la anteiglesia. Los trabajadores de la Fundación Miranda han denunciado con un ataúd de cartón, lápidas y una corona de flores la “muerte” de la residencia durante el pasacalles.
Los jubilados y pensionistas de Barakaldo han trasladado al desfile su lucha por unas pensiones dignas. También un grupo ha recordado a los presos.
En Herriko Plaza, han sido los trabajadores de Usoa quienes han exigido al Ayuntamiento que cumpla con el convenio y, por último, se han mostrado pancartas de rechazo al proyecto de la Variante Sur Ferroviaria, el tren de mercancías del puerto de Bilbao que pasará por Gorostiza y Kastrexana.
Tras el pregón y chupinazo en la plaza, las actividades han inundado todos los rincones de la ciudad. Las cuadrillas se han trasladado al recinto de ‘txosnas’ y cientos de personas han disfrutado en el parque de los Hermanos de la música en vivo con el concierto de la Banda Municipal de Chistus acompañada por el músico vascofrancés Niko Etxart y por miembros del grupo de danzas Laguntasuna. La calle San Antolín se ha animado con el grupo Audiencia Nacional y en Zaballa el público ha podido presenciar un espectáculo de magia.