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El PSE sale de la alcaldía después de 32 años

El PSE sale de la alcaldía después de 32 años
Alfonso García traslada sus documentos desde el despacho de alcalde al del grupo socialista
Viernes, 12 de junio de 2015. 13.49 horas. Jesús María González Suances —conocido como Suances o 'El tigre'— sale del área de alcaldía en el Ayuntamiento de Barakaldo, en donde ha permanecido 32 años de manera ininterrumpida en cargos de responsabilidad política. Es, posiblemente, la última vez que, como concejal, pise la que se conoció como el 'área noble' del consistorio, la segunda planta, tras la millonaria remodelación —50 millones de pesetas (300.000 euros)– que el exalcalde Carlos Pera, también del PSE, realizó en 1993. Unos pasos atrás de Suances, sale el alcalde en funciones, a pocas horas de cesar en el puesto y permitir la alternancia —en favor del PNV— por primera vez en tres décadas. Alfonso García Alonso se cubre con documentos la cara para evitar la instantánea, pero en realidad la cámara no está preparada, no logra retratar a los dos políticos juntos en las últimas horas del poder socialista en Barakaldo. Sólo queda impresa la imagen del mandatario de espaldas, a las puertas de las que será su oficina desde este 14 de junio, en la oposición.

García, en el despacho municipal en julio de 2013
García, en el despacho de alcalde en julio de 2013
El despacho del grupo socialista es un continuo ir y venir tanto de los concejales como de funcionarios que trasladan documentos y objetos. Alfonso García carga papeles —la que parece ser la declaración de la renta de 2015, documentos del PSE, cuadernos, carpetas de alcaldía o notas autoadhesivas—. Hacen lo propio quienes continuarán como concejales socialistas, pero, por primera vez en su vida política en Barakaldo, fuera del Gobierno: Olga Santamaría, Ana Belén Quijada, Carlos Fernández y Amaya Rojas. Las amplias oficinas municipales del PSE, semivacías durante décadas, muestran ahora cajas en mesas y en el suelo. Los que ediles que ya no seguirán han sacado sus papeles en los últimos días: Suances, Noelia Rodríguez y Juan Carlos Justo.

Alfonso García Alonso entró como concejal en 1995
En la primera planta ya está todo listo para el pleno del que saldrá como alcaldesa Amaia del Campo, del PNV, partido que recupera el poder que tuvo una sola vez —con Josu Sagastagoitia como alcalde—, en el primer mandato tras la muerte de Franco. Se han instalado dos pantallas en vestíbulo y en el salón se ha colocado una tarima para la prensa y se han retirado los asientos —sólo queda una fila— para que puedan entrar más vecinos a la sesión. Las jarras de agua esperan alineadas el inicio del pleno, a las 12.00 horas de este sábado 13 de junio.

Los empleados municipales viven un indisimulado nerviosismo, como el de los niños que regresan a clase tras las vacaciones de verano y no saben a qué se van a enfrentar. Todos, unos con más información que otros, hacen quinielas sobre qué políticos nacionalistas ocuparán los puestos de responsabilidad. No es un asunto baladí. La designación de unos u otros se traducirá en el mantenimiento de los puestos —los de confianza política tienen una remuneración extra— o el cambio de destino y funciones. Además, parte del funcionariado se ha significado en la militancia socialista, como el presidente del comité de empresa, Ángel Madrazo, o el jefe de Urbanismo y excargo de confianza del PSE, José Ignacio 'Natxo' Tejerina, entre muchos.

Suances ha estado 32 años en el Ayuntamiento
También los concejales y asesores del PSE hacen planes. Al perder el poder, pasan de tener retribuciones especiales para todos —en torno a 70.000 euros brutos más 12.000 de Seguridad Social— a que tengan que repartirse entre ocho políticos dos salarios de plena dedicación y medio. Sí podrán tener un administrativo y un asesor de confianza política. El resto de los ediles recibirán dietas por participar en las reuniones: algo más de 10.000 euros al año.

Aunque ha dicho que no quiere eternizarse en el Ayuntamiento y que hay que dar paso a nuevas generaciones, el alcalde saliente sostiene que hará lo que le pida el partido. Pocos creen que vaya a regresar a su puesto en el instituto de Secundaria de Gallarta (Abanto y Ciérvana), en donde tiene su plaza como funcionario. Unos dicen que es administrativo y otros que bedel. Él ha preferido durante dos décadas indicar que es "funcionario del Departamento de Educación del Gobierno Vasco", lo que lleva a la mayoría a concluir, equivocadamente, que es profesor.

Quienes sí han solicitado ya su regreso a sus respectivos puestos, después de unos 20 años de excedencia, son la concejala Ana Belén Quijada, funcionaria del Instituto Foral de Asistencia Social (Ifas), y el hasta ahora director de Urbanismo, Pedro Jáuregui, empleado del Ente Vasco de Energía (EVE). No está claro el futuro de Olga Santamaría —su marido es secretario general de la agrupación socialista de Barakaldo— y de Carlos Fernández —exempleado de un centro comercial— ni de los dos directores de área que llevan en Barakaldo casi tanto tiempo como el PSE ha controlado la alcaldía: Arantza González Fano y Francis Corpas. El asesor de prensa, Jon Fernández Zubiaurre.