La falta de medios y trabajadores forma parte de la advertencia del departamento de Intervención en su informe sobre los presupuestos de 2026, que no contemplan medidas para solucionar este problema pese a las repetidas alertas al respecto.
El análisis sobre las cuentas propuestas por el equipo PNV-PSE para el nuevo año ya indica que las carencias en materia de personal afectan al conjunto del Ayuntamiento, lo que "conlleva la saturación de los servicios, incumplimiento de plazos, etcétera; todo ello en detrimento de los servicios públicos y del interés general".
En el caso concreto del área de Intervención, el control de legalidad de presupuestos y otras actuaciones municipales "debe ser forzosamente limitada a los aspectos de mayor relevancia" debido a que no se dispone de personal y recursos suficientes. Así, el resultado es "un examen basado en técnicas de muestreo" que "no agota las posibilidades de otras irregularidades que afecten a la propuesta y que no se está en posición de examinar de forma exhaustiva".
Esta precariedad supone un incumplimiento de las normas. En concreto, se vulnera el decreto de la Diputación de Bizkaia que, en relación al departamento de Intervención en los Ayuntamientos, señala que, para que sea "un modelo de control eficaz", la "entidad local deberá habilitar los medios necesarios y suficientes".
La Intervención es un órgano dentro del Ayuntamiento que tiene "autonomía funcional" y debe por lo tanto gozar de "independencia" respecto a los políticos para poder realizar un "control interno". El PNV ha atacado repetidamente al interventor en estos 10 años de alcaldía de Amaia del Campo descalificándolo y cuestionando sus resoluciones que advierten de irregularidades en contratos y en otras actuaciones.