Barakaldo, 25 nov 2025. Cientos de personas se han unido a la manifestación en Barakaldo convocada por la asociación feminista Argitan por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La movilización ha servido para denunciar la actuación del Ayuntamiento y del juzgado de violencia sobre la mujer número 1 de Barakaldo, así como para reclamar "políticas públicas feministas".
Encabezada con una pancarta con el lema '¡Ni un paso atrás contra las violencias machistas!', la protesta ha recordado las decenas de asesinadas, como la barakaldesa Alicia, y los millares de agresiones y casos de acoso o violación. Al respecto, el centro asesor de la mujer Argitan ha advertido de que las víctimas "hablan de puertas cerradas, de indiferencia, de falta de recursos, de soledad y de instituciones que deberían protegerlas pero que las vuelven a herir".
Según la asociación, el juzgado "se ha convertido en un espacio de revictimización", los servicios sociales del Ayuntamiento están "colapsados" y se paralizan expedientes de mujeres que piden ayuda. La burbuja en el precio de la vivienda, la precariedad laboral o la negativa municipal a aplicar el empadronamiento social se unen a los "discursos negacionistas de la violencia machista" que "niegan la realidad de las mujeres" y "legitiman la violencia y refuerzan la impunidad".
"Por todo ello, exigimos políticas públicas feministas que garanticen vivienda digna, prestaciones sociales suficientes, servicios sociales accesibles y profesionales con conciencia feminista. Exigimos empleo digno y con derechos para todas, porque sin autonomía económica no hay libertad", ha concluido el manifiesto de la manifestación por el 25 de Noviembre.
Comunicado de Argitan
Hoy, 25 de noviembre, nos hemos reunido aquí para gritar juntas que ¡Ni un paso atrás contra las violencias machistas!
Hoy no somos cifras, no somos estadísticas: somos vidas, somos dignidad, somos fuerza colectiva.
Cada año, decenas de mujeres son asesinadas. Miles sufren agresiones, acoso, violaciones. Infancias rotas víctimas de la violencia machista. Detrás de cada número hay una historia, una vida dañada. No podemos normalizarlo. No podemos callarnos.
Hoy es un día de denuncia y de visibilidad.
Las mujeres que llegan a Argitan nos cuentan sus historias, y gracias a ellas tenemos una fotografía real de lo que ocurre en nuestro entorno más cercano. Nos hablan de puertas cerradas, de indiferencia, de falta de recursos, de soledad y de instituciones que deberían protegerlas pero que las vuelven a herir.
Testimonios sobre sus experiencias en las comisarías policiales: muchas mujeres son tratadas con falta de empatía y sensibilidad. Allí donde debería haber escucha y protección, se minimizan sus denuncias, se cuestiona su credibilidad y no reciben la información suficiente, ni de forma correcta.
Así como que en Barakaldo, las mujeres siguen encontrando puertas cerradas cuando buscan justicia. El Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 1 se ha convertido en un espacio de revictimización, de demoras, de falta de protección. Allí donde debería haber amparo, hay desgaste y abandono.
Denunciamos también el colapso de los servicios sociales municipales. Expedientes paralizados, mujeres sin recursos económicos y sin apoyo, y profesionales sin formación específica y sin medios. ¿Cómo se puede hablar de compromiso institucional cuando se deja a las mujeres solas frente a la violencia machista?
Denunciamos la gestión injusta de la vivienda en nuestra ciudad. El propio Ayuntamiento reconoce que hay pisos municipales vacíos mientras cientos de familias sufren desahucios y sinhogarismo. Recordamos que sin acceso a la vivienda no se puede salir de la violencia machista. ¿Cómo romper el círculo de la violencia si no se tiene un techo seguro en el que cobijarse, más aún cuando tienes hijas e hijos menores?
Denunciamos también la precariedad laboral que sufren muchas mujeres en nuestro entorno. Contratos temporales, salarios bajos, jornadas parciales impuestas y falta de derechos laborales que las condenan a la dependencia económica. Esta precariedad obliga a muchas mujeres a elegir entre soportar el maltrato o perder el sustento de sus hijas e hijos. La violencia machista se sostiene también en la explotación laboral y en la falta de oportunidades dignas.
Mención aparte merece que el Ayuntamiento de Barakaldo se niega sistemáticamente a aplicar las recomendaciones pactadas y firmadas por ellos mismos a través de Eudel sobre el empadronamiento social, con las gravísimas consecuencias de desamparo y exclusión que ello supone. Una hipocresía institucional insoportable.
Y hoy queremos denunciar también el auge de los discursos negacionistas de la violencia machista. Discursos que niegan nuestra realidad, que cuestionan nuestras luchas, que invisibilizan el dolor y la resistencia de miles de mujeres. Estos discursos no solo son falsos: son peligrosos, porque legitiman la violencia y refuerzan la impunidad.
Denunciamos igualmente los discursos tránsfobos y racistas que atraviesan nuestras calles y nuestras instituciones. Porque la violencia machista no se entiende sin el racismo que margina a las mujeres migrantes, ni sin la transfobia que niega derechos. La lucha feminista es interseccional, y no dejaremos a nadie atrás.
Por todo ello, exigimos políticas públicas feministas que garanticen vivienda digna, prestaciones sociales suficientes, servicios sociales accesibles y profesionales con conciencia feminista. Exigimos empleo digno y con derechos para todas, porque sin autonomía económica no hay libertad.
Compañeras, vecinas, colectivos sociales:
¡No más asesinatos!
¡No más desahucios!
¡No más precariedad laboral!
¡No más hipocresía institucional!
¡No más maltrato policial ni judicial!
¡No más transfobia!
¡No más racismo!
Queremos vidas libres de violencias machistas, queremos justicia social.
Porque la vida de las mujeres importa.
Porque la lucha feminista es inseparable de la justicia social.
¡Ni un paso atrás contra las violencias machistas!
¡Gora borroka feminista!












