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Comunicado de Barakaldo Naturala
La devastación provocada por la última DANA cuestiona los modelos de planificación urbana
Las trágicas consecuencias acaecidas estos días en buena parte de la Península Ibérica, sobre todo en el Levante español, interpela a los responsables de las diferentes Administraciones, a reflexionar sobre las causas que las han provocado y las medidas a implementar para minimizarlas.
Quienes, desde el conocimiento científico, vienen señalando las consecuencias que pudieran derivarse de determinados planeamientos urbanísticos, vuelven a recordarnos sus advertencias y el escaso eco que han tenido y tienen entre los responsables políticos. Muy especialmente, señalan a la construcción de viviendas y edificios comerciales y/o industriales en zonas inundables, así como al desarrollo de determinadas infraestructuras de comunicación que, a la postre, producen un efecto barrera, incrementando los daños.
Es evidente que no se puede volver atrás, sobre los muchos casos presentes en zonas inundables, pero estos trágicos acontecimientos deben impulsar un cambio de mentalidad en todos los agentes planificadores, haciendo prevalecer la lucha contra el cambio climático, la defensa del medio ambiente y el principio de precaución, frente a intereses económicos.
En el caso de Barakaldo, señalamos dos proyectos no ejecutados que debieran replantearse: El Parque Empresarial de Burtzeña y El Calero (previstas más de 500 viviendas, locales comerciales y garajes). Ambos, en zonas inundables.
Desde Barakaldo Naturala (también, desde otros colectivos ecologistas y vecinales), hemos presentado alegaciones en ambos casos, señalando el peligro que conllevan para la seguridad de las personas y reclamando la renaturalización de las riberas, al objeto de minimizar los efectos de posibles avenidas. Alegaciones rechazadas, tanto por el Ayuntamiento, como por la Diputación de Bizkaia.
Se ha iniciado la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Barakaldo. Esperemos que, ahora sí, no se cometan los mismos errores del pasado y se preserve de construcciones las zonas inundables, por mucho que gobiernos y/o gobernantes las cataloguen como “estratégicas” o “de Interés Superior”.
