En su concentración habitual de los lunes, han reiterado su demanda de una pensión mínima de 1.080 euros frente a las “pensiones de miseria” que obligan a depender de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). “Es un derecho, una reivindicación legítima que no es fácil de conseguir. Tenemos que luchar por ello”, han señalado los manifestantes.
Este 22 de octubre han estado acompañados por dos representantes del movimiento en defensa del sistema público de pensiones de Bilbao que han denunciado la situación de vulnerabilidad que sufren las mujeres – especialmente las viudas y pensionistas- y han exigido el incremento de las pensiones con el IPC garantizado en la Constitución. “Las pensiones tienen que depender de la ley, no de la beneficencia ni de la generosidad del gobierno de turno”, han indicado.
Los manifestantes han mostrado su rechazo a la agresión sexual sufrida por una mujer el pasado 19 de octubre en el barrio de Bagatza y han pedido a los gobernantes que tomen las medidas necesarias para vigilar mejor las calles y evitar los actos contra la libertad de las mujeres. Asimismo han vuelto a denunciar a los timadores que venden junto a las bocas de metro un periódico en nombre de los pensionistas.
