La vecina de Desierto
Ainhoa Ayala ha dado un triple salto mortal en su vida: de estudiar informática de gestión y hacer trabajo administrativo para la compañía de moda Adolfo Domínguez, a convertirse en "diseñadora artesana" o modista. Costura a medida para la mujer y para cualquier ocasión —ceremonia y temporada— es el proyecto al que se ha lanzado esta bilbaina de Begoña reconvertida, desde hace ocho años, en barakaldesa. Con un aire a los años cincuenta de Audrey Hepburn, su taller de la calle Portu acoge un proyecto que pasa por el trato y el diseño totalmente personalizados. "La clienta participa y aporta ideas para conseguir una prenda 100% a su gusto, que quede perfecta", señala Ayala desde la mesa de corte que preside la luminosa zona de exposición de su comercio, en el que también vende complementos exclusivos en la localidad. Los precios, explica, se aproximarán a lo que cuesta la ropa industrial de ceremonia pero con la diferencia de que es una pieza totalmente del gusto de la compradora, hecho a mano y a medida.

Tras permanecer casi 13 años en Adolfo Domínguez, como gestora de producto de mujer en la zona norte, decidió dejarlo y estudiar modistería. El
máster de diseño de moda en la Facultad de Bellas Artes no se puso en marcha a tiempo y tomó la decisión de realizar los estudios en un taller en Bilbao, durante dos años. Al finalizar, ee nuevo se planteaban había que tomar una decisión: trabajar para otros o poner en marcha un proyecto propio. Y optó por esta última posibilidad. "Sentía que lo quería hacer".
Con el asesoramiento de la agencia de desarrollo local
Inguralde y con la ayuda a emprendedores de la
Diputación, el taller Ainhoa Ayala es ya una realidad. Su escaparate hace esquina y mira a la plaza Auzolan al tiempo que marca el comienzo de la añorada calle comercial Portu, una ubicación que ya le generado muestras de apoyo.

Ayala, que sigue formándose, se muestra satisfecha por la acogida y por las palabras de aliento por su valentía al poner en marcha este taller. Los cuatro meses en funcionamiento le han servido para darse a conocer y también para planificar. En 2016 tiene pensado realizar su primera campaña para bodas, bautizos y comuniones. Además, ya prepara sus primeras colecciones y prevé desarrollar una línea de 'upcycling', para dar nuevo uso al fondo de armario.
La modista, que se ha sumado rápidamente a las redes sociales y que prepara su
página web, ha apostado por la colaboración con otros negocios locales, como la cercana peluquería de Pedro Montero o la sombrerería de
Ane de Cocó.

La diseñadora atiende con cita previa, para tener tiempo para escuchar ideas, conocer su si vestido para un evento de día o de noche, y elegir tejidos y colores, así como el diseño: escote, hechura, largo o mangas. Con el patrón, se realiza la prueba, se rectifica, se somete a una segunda prueba y se cose. El tiempo de realización se ajusta a las necesidades de la clienta, aunque a Ayala, que realiza personalmente todo el proceso de elaboración de la prenda, de principio a fin, le gusta trabajar con tiempo, con mes y medio de antelación. Se reconoce "muy perfeccionista" y disfruta lo que hace. "Creo en el trabajo", dice.