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La Sala de Exposiciones acoge 40 lienzos de los másteres de pintura Félix Macua y Ruonan Yuan

La Sala de Exposiciones acoge muestras de Félix Macua y Ruonan Yuan
Comunicado. La Sala Municipal de Exposiciones de Barakaldo presenta del 3 al 18 de junio las exposiciones de pintura de Félix Macua titulada 'In itínere' y de Ruonan Yuan 'Colisión y armonía'. Félix Macua presenta a lo largo de 20 cuadros, la mayoría de gran formato, un recorrido estético que comienza con una incursión en el imaginario infantil, pasa por la crítica sociopolítica y termina en la abstracción. Cada lienzo cambia de escenario sin perder la coherencia pictórica. La joven artista china Ruonan Yuan, también presenta una serie de 20 cuadros que combina las características de la pintura china y occidental para mostrar los contrastes y armonías de ambas culturas desde una perspectiva pictórica.


Nota de prensa del Ayuntamiento
La Sala Municipal de Exposiciones de Barakaldo acoge dos muestras de pintura de Félix Macua y Ruonan Yuan
Las exposiciones se prolongarán desde mañana hasta el 18 de junio y suman alrededor de 40 trabajos de ambos artistas

El Ayuntamiento de Barakaldo continúa con su apuesta por el arte. Desde mañana hasta el 18 de junio, dos muestras de pintura compartirán la Sala Municipal de Exposiciones de Barakaldo, situada en los bajos de la Biblioteca Central del Parque Antonio Trueba. En ellas se podrán ver alrededor de 40 trabajos de Fin del Curso que suman Félix Macua y Ruonan Yuan, alumnos participantes en el Master de Pintura de la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU. En su muestra ‘In itínere’, Félix Macua (Dicastillo, Navarra, 1944) propone a lo largo de veinte cuadros, la mayoría de gran formato, un arriesgado recorrido estético que se inicia con una recreación o manipulación del imaginario infantil, se adentra en la crítica sociopolítica y acaba en la abstracción. Un viaje alucinante en el que cambia constantemente de técnica, temática o procedimientos.

Macua pasa de la simplicidad y espontaneidad de los dibujos realizados con Ipad o rotuladores a la complejidad de las composiciones discursivas, cargadas de simbolismo e ironía, sobre la crisis económica o el fútbol. Tan pronto utiliza el óleo como el acrílico o la impresión digital. O superpone a un fondo abstracto una figuración imponente.

La suya es una muestra heterogénea, aparentemente anárquica que, sin embargo, mantiene la sensación de unidad, ya que aunque cambie radicalmente de registro emplea muchos elementos del lenguaje plástico que son comunes a varios de ellos, lo que crea una serie de interconexiones, de relaciones transversales, que articula una red estructural que da sentido de globalidad al conjunto. El vibrante cromatismo es probablemente el factor que más contribuye a cohesionar esa diversidad.
El autor confiesa compartir la proclama del pintor norteamericano Tom Wesselmann (1931-2004) sobre su predilección por crear imágenes espectaculares, de intensidad reforzada, “cuadros que estallen en la pared”. El título de la exposición, ‘In Itínere’ (literalmente, en el camino), responde al carácter de road movie, en el que varía continuamente el escenario pero se mantiene la línea argumental.

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Por su parte, Ruonan Yuan (Pekín, 1990) también presenta en ‘Colisión y armonía’ una veintena de cuadros de distintos tamaños en los que trata de explicar las diferencias y similitudes entre la cultura china y occidental, desde una perspectiva pictórica. Sus obras muestran el proceso de formación, hasta conseguir su propio estilo, de esta joven artista china desde que hace dos años comenzó sus estudios en la facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU. Le gustaría que sus lienzos fuesen como un puente entre dos mundos diferentes.

Ruonan demuestra su dominio de las técnicas pictóricas occidentales a la par que deja constancia del refinamiento de su formación artística oriental. Una fusión cultural que se aprecia también en los motivos de sus cuadros, en los que sitúa personajes o símbolos chinos en escenarios tan vascos, por ejemplo, como un bar de pintxos o una playa del Cantábrico con osos panda tomando el sol. Unas composiciones divertidas, simpáticas, en las que lo mismo juega con la ironía de trasladar el Museo Gugguenheim en barco a Pekín que despiertan el apetito del espectador con unos platitos de pimientos o bacalao pintados con un realismo primoroso. Un juego de imágenes y símbolos que pretende reflejar los contrastes y armonías de dos culturas tan distantes y distintas.