Pues bien ahora me encuentro que una persona escribe en este medio denunciando lo que para ella es algo peligrosísimo que está pasando en nuestro barrio, como puede ser encontrarse a un crío jugando con su perro, y la Policía Municipal es enviada a hacer este férreo control sobre dueños y mascotas.
No le pongo ni le quito razón a esta señora, ya que el miedo es subjetivo, pero me parece cuanto menos increíble que el Ayuntamiento considere más peligroso a unos perros jugando, que el consumo de drogas y alcohol entre la puerta de un colegio y un parque infantil (grandioso ejemplo para nuestros menores) o que un vehículo atropelle a un crío mientras juega en una plaza.
Estas motos suelen estar aparcadas junto al número 3 del bulevar de Beurko y hacen un ruido al arrancar a altas horas de la noche tremendo. Por no hablar de los daños estéticos que al barrio están causando la infinidad de pintadas que hay. Las escaleras de encima del Eroski ya ni se ve la piedra en unos edificios que tienen escasos cinco años.
A todo ello hay que añadir que en muchísimos pueblos de nuestro entorno, la policía municipal se persona en los centros escolares al inicio y a la salida de los menores, que son el gran valor que tiene nuestro pueblo de cara al futuro, para evitar que se produzcan malas conductas por parte de estos y sobre todo para protegerlos de accidentes, ventas de droga, etc.
Pese a todo lo anterior dedicamos efectivos de la Policía Municipal a coartar las relaciones de unos animales, en vez de proteger a los bienes y las personas. Para mí, del todo lamentable. Señor alcalde o quien corresponda, revise sus prioridades a ver si las hace coincidir con la inmensa mayoría de este barrio y de este pueblo".
