publicidad

Raquel Alzate | ilustradora
"La ilustración me ha proporcionado momentos muy divertidos en la vida"


por Mariela Estévez Campos | Fotos cortesía de Javier López Fabián

Acaba de editarse en castellano el primer tomo de la trilogía ‘La ciudad de Ys’  originalmente publicada en francés por una editorial del país vecino y en septiembre llegará a las librerías la traducción del segundo. Mientras tanto, Raquel Alzate (1972), licenciada en Bellas Artes, ilustradora, historietista y escultora barakaldesa, continúa trabajando con el guionista galo Rodolphe en la elaboración del tercer volumen. Empezó a dibujar en su infancia en el colegio de Burtzeña Nuestra Señora del Rosario, “tenía la mesa y todos los libros pintarrajeados”, y luego en el Instituto de Cruces, en el que también hacía caricaturas de los profesores, “que luego corrían por todo el centro”.

En su faceta de dibujante de cómic, Alzate ha colaborado en 'fanzines' como ‘RIP’ o ‘Lobotonía’ y en las revistas ‘Humo’, ‘El balancín’, ‘TOS’ y ‘BD Banda’, además de realizar, con guion de Luis Durán, el álbum ‘Cruz del Sur’ y 'El niño mudo'. Con un estilo que los críticos califican como pictórico, utilizando como herramienta el ordenador, la artista emplea más de una semana en realizar cada página, dependiendo de su grado de complejidad.

Como ilustradora ha trabajado en publicaciones de cuentos infantiles y ha realizado para Astiberri los dos libros sobre mitología vasca de la serie ‘Mitológika: ‘Una visión contemporánea de los seres mágicos de Euskadi’ y ‘El mundo de las brujas’.

Pregunta. ¿Qué decía que quería ser de mayor cuando era niña?
Respuesta. ¡Pintora! Lo tenía ya claro.

P. ¿Qué les mezclaban con la leche del biberón en su casa para que tanto usted como su hermano decidieran estudiar Bellas Artes y ambos hayan acabado dibujando historietas?
R. Ja, ja, ja. Si mis padres hubieran sabido de algún ingrediente específico, ¡no nos lo hubieran dado! No les hizo mucha gracia que sus dos hijos se dedicaran a las bellas artes, pero tuvieron que resignarse. Nuestra vocación era fuerte. No sé de dónde nos vino. No tenemos pintores ni dibujantes en la familia. Fue algo así como generación espontánea.

P. ¿Leía tebeos?
R. Sí, leía Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape o los Pitufos, lo típico. Y también Astérix y Obélix. Mi padre tenía toda la colección. Me encantaban.

P. Escultora, ilustradora, dibujante de cómic y de figuras para juegos de rol. ¿Qué responde cuándo le preguntan cuál es su profesión?
R. Ilustradora. Es mi trabajo principal.


P. En su currículo aparece que ha modelado figuras de plomo. ¿De qué tipo?
R. Eran sobre todo figuras de fantasía, estilo ‘Dragones y mazmorras’. También estuve más de un año trabajando para una empresa vasca de decoración de locales. Allí principalmente hacía esculturas de formato grande, para bares y discotecas, de temática fantástica también.

P. ¿Cómo llega al mundo de la ilustración?
R. Empecé muy pronto. Al terminar el instituto ya estaba trabajando en la ilustración de unos cuentos infantiles para ikastolas.

P. ¿Y al de la historieta?
R. Como aficionada, presentándome a concursos o haciendo historias cortas para diversos 'fanzines' locales. También empecé en el instituto. Pero como profesional tardé bastante más en dedicarme a ello de lleno. La gran oportunidad surgió en 2003, cuando Luis Durán, un autor de cómics ya consolidado, me propuso un proyecto conjunto para hacer un álbum: él como guionista y yo como dibujante.

P. ¿Qué recuerda de su infancia y adolescencia en Barakaldo?
R. Muy buenos ratos compartiendo cómics con los amigos. Dibujar constantemente en clase. Tenía la mesa y todos los libros pintarrajeados. ¡Y los compañeros me pasaban los suyos para que les hiciera dibujos también! También hacía caricaturas de los profesores, que luego corrían por todo el instituto. Mi afición me ha proporcionado momentos muy divertidos en la vida.

P. ¿Dónde estudió?
R. En el colegio de Burtzeña Nuestra Señora del Rosario y luego en el Instituto de Cruces.

P. ¿Era buena estudiante o sólo sacaba sobresaliente en Plástica?
R. Sí, era buena estudiante. Sacaba bastantes sobresalientes, no sólo en plástica. Siempre me ha gustado aprender.

P. ¿Es posible vivir de la ilustración o del cómic en este país?
R. De la ilustración, sí. Del cómic, es bastante más difícil.

P. ¿Quiénes son sus referentes en el mundo de la ilustración?
R. Muchos, muchísimos. Cualquier autor o autora con calidad suficiente me supone un nuevo terreno a descubrir.

P. ¿Y en el de la historieta?
R. Podría decir lo mismo.

P. ¿Cómo se digiere que el primer álbum que publica reciba el premio a la autora revelación en el Salón del Cómic de Barcelona?
R. ¡Estupendamente! Para mí fue un aliciente para seguir trabajando en esto.

P. A raíz de ese álbum fue contratada por la editorial francesa para la que está dibujando. ¿Qué diferencias hay entre trabajar en Francia o en España?
R. Económicas, principalmente. En Francia el mercado del cómic es muy amplio. Una gran cantidad de gente de todas las edades lee y consume tebeos. Por ello, las tiradas son mayores y la expectativa de ventas también. Eso lógicamente repercute en la carrera de los autores, en la posibilidad de poder dedicarte a ello en exclusiva.

P. ¿En qué otros países se ha publicado su obra?
R. Sólo en España y Francia, por el momento.

P. ¿Qué denominación prefiere: cómic, historieta o tebeo?
R. Todas me parecen correctas. Yo utilizo más 'cómic', pero sólo por costumbre.

P. ¿Qué diferencias encuentra entre las colaboraciones que realiza para una revista o 'fanzine' y sus álbumes de cómic?
R. Las colaboraciones son historias breves de temática libre. Escribo mis propios guiones y experimento con diferentes estilos y composiciones. Soy libre para explorar creativamente. Con los álbumes hay que planificarlo todo de una manera más estricta. El guión, los personajes, los lugares donde va a suceder la acción tienen que estar previamente estudiados. El estilo ha de atenerse a la petición de la editorial. Es todo menos espontáneo, más disciplinado, pero un reto muy enriquecedor al final.

P. En general se describe su estilo en el cómic como pictórico, ¿está de acuerdo con esa valoración?
R. Sí, se ajusta muy bien a lo que yo siento que hago.

P. ¿Utiliza lápices y pinceles u ordenador?
R. Ordenador, actualmente.

P. Cuando habla de historietas utiliza muchos símiles cinematográficos. ¿Se ha planteado realizar en algún momento una película de animación como hizo en Miguel Anxo Prado con su ‘De profundis’?
R. No, en absoluto. Una película de animación es un trabajo de mucha gente, en el que hay que invertir mucho tiempo y dinero. Se escapa de mis posibilidades, y también de mis aspiraciones.

P. ¿Existen diferencias entre varones y mujeres a la hora de ilustrar una obra o de dibujar una historieta?
R. No lo creo. Lógicamente, todavía pesan mucho las diferencias culturales y educativas entre varones y mujeres y, efectivamente, hay un mercado de cómic que está más dirigido a un público masculino, como hay un mercado para el público femenino. Pero los autores son libres de escoger su estilo, dedicación y preferencias.

P. ¿En quién o en qué se inspiró para poner rostro a los seres mágicos de Euskadi en ‘Mitológika’?
R. Pues hubo que tirar mucho de imaginación pura y dura porque, entre las muy diversas recopilaciones de leyendas vascas que investigamos para documentarnos, lo cierto es que había muy pocas pistas e indicativos visuales en qué basarnos. La mayor parte de las descripciones eran muy variopintas, incluso para un mismo ser mitológico había descripciones diferentes en cada pueblo. Tampoco encontramos apenas documentación visual: no había muchos grabados de la época, o pinturas, en las que encontrar referencias.

P. Mitología bretona, leyendas medievales e ilustraciones sobre mitología vasca. ¿Los encargos la están encasillando?
R. Ja, ja. Eso parece. Pero no me preocupa, tengo muchos otros registros por explotar.

P. ¿A qué certámenes de cómic ha asistido con sus obras?
R. En el Salón de Barcelona se expuso mi trabajo de ‘Cruz del Sur’, con motivo del premio. También he presentado otras obras en Barcelona, en una exposición colectiva de autores vascos. En el Salón del Cómic de Getxo se mostró una recopilación de diferentes trabajos míos en una exposición personal. También llevé mi obra al Salón de Cómic de A Coruña.

P. ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
R. De momento, acabar el tercer tomo de ‘La Ciudad de Ys’, que termina la serie. Luego, ya se verá.

P. ¿Qué es ‘La ciudad de Ys’?
R. Es una trilogía de álbumes de cómic, cada uno de 48 páginas, en la que se narra la leyenda medieval de la mítica ciudad de Ys, construida en pleno mar, en la bretaña francesa. Es una leyenda llena de magia, esplendor y tragedia.

P. ¿Qué diferencias hay entre el primer tomo, que se acaba de publicar en castellano, el segundo que saldrá en septiembre y el tercero que está en elaboración?
R. Bueno, es una historia lineal contada en tres tomos.

P. ¿Cómo se trabaja con un guionista que vive en Francia y habla francés?
R. Rodolphe, mi guionista, no sabe castellano y yo no sé francés. Por suerte los dos hablamos inglés medianamente bien, de manera que es el idioma que utilizamos para entendernos.

P. ¿La labor de documentación sobre vestuario medieval, leyendas bretonas, ritos célticos y paisajes ha sido complicada?
R. No. Hoy en día, gracias a Internet, documentarse resulta bastante más fácil.

P. ¿Cómo es su proceso de trabajo?
R. Primero hago un pequeño boceto de cada página, muy esquemático, a modo de guía que me sirve para ir ubicando los textos, el tamaño que voy a dar a las viñetas y el punto de vista de cada escena, entre otras cosas. Luego paso ese esquema al formato grande en el que voy a trabajar la página; lo corrijo y detallo, y ya está listo para comenzar el dibujo definitivo.

P. ¿Y a partir de ahí dibuja y colorea directamente?
R. Trabajo toda la página en gamas de grises, dibujo y a la vez doy las luces y el volumen. Cuando ya está el dibujo completo, con casi todo el detalle, introduzco los colores a modo de veladuras, poco a poco, definiendo tonos y sombras, y cuando está conseguido el color definitivo, doy los últimos toques al dibujo, para corregir y definir las imágenes.

P. ¿Cuánto tiempo le lleva hacer una página?
R. Más de una semana, por norma general. Depende también de su grado de complejidad.

P. ¿Cómo resultó esa colaboración con Luis Durán en ‘Cruz del Sur’?
R. Muy fructífera, desde luego. Aprendí mucho de su trabajo y aprendí a desarrollar el mío personal.

P. ¿Limita mucho trabajar sobre un guion ajeno?
R. No. Si el guion es bueno, en realidad enriquece tu propia aportación.