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La rapera barakaldesa Style-E presenta este viernes en Gaztebulegoa su maqueta 'La hija póstuma'


por Adela Estévez Campos

La rapera de Barakaldo Estíbaliz del Valle, conocida como Style-E, celebra este viernes su 31 cumpleaños y lo hace con la presentación, a las 19.00 horas, en el centro de información juvenil Gaztebulegoa (San Juan, 17), de su primera maqueta, que lleva por título 'La hija póstuma'. Del Valle describe su trabajo como fruto de una fusión de rap, música disco y flamenco; asegura no querer cerrarse a ningún estilo y se plantea hacer incursiones en el rock en próximos trabajos. La obra, "nacida después de la muerte del padre", como añade enseguida – su padre murió hace un año y su presencia sobrevolará toda la entrevista –, es una maqueta que ha grabado con la colaboración del hiphopero de Santutxu Delirio Máximo. La base musical para varias de las piezas es del 'disc jockey' y productor de 121 Krew, Hawa, y para otras, bajada de Internet.

Estíbaliz del Valle es animadora sociocultural, mediadora en la prevención de drogodependencias, monitora de tiempo libre, "casi" quiromasajista (le faltan las prácticas) y tiene discapacidad psíquica, aunque esto último es lo primero que dice nada más presentarse.

Autodidacta en el mundo de la música, en el último año ha asistido a clases de canto en una escuela de Barakaldo para pulir algunos de sus problemas vocales. Confiesa que su nombre artístico "Style menos e" salió de hacer juegos de palabras con su nombre. “Es una especie de locura o dislexia o escritura creativa, no lo sé, porque me parece que es más importante el estilo que las modas".

En el recital de lanzamiento de su maqueta le acompaña el vocalista del grupo flamenco barakaldés Vembrulé, José Barahona, en una de las canciones sobre el tema de la anorexia. “No soy anoréxica, nunca me ha dado por vomitar, bastante suerte tenemos con poder comer con toda la gente que pasa hambre. Tirar la comida adrede, ni de broma. Pero conozco el tema de cerca", explica.

Otro amigo, Aitor, debería hacer los coros en una canción sobre la legalización de la marihuana, pero tiene turno en el trabajo y todavía no sabe si podrá cambiarlo, por lo que su intervención está en el aire. El comentario le sirve para una larga disquisición sobre la necesidad de trabajar para vivir y sobre la paradoja de que en los servicios psiquiátricos de los hospitales te obliguen a tomar fuertes antidepresivos, que son legales, mientras prohíben la marihuana a pesar de sus efectos terapéuticos.

Cuando se le pregunta por sus proyectos no habla de música, se refiere inmediatamente a su barrio: "cambiar la situación de Lutxana, que tengamos lo que hemos pagado; hacer algo entre todos, porque éste es el momento de actuar. Tenemos recursos de sobra y si el alcalde no sabe qué hacer con ellos, nosotros sí. No nos pueden hundir más, porque no nos vamos a dejar".

Del Valle recuerda las violaciones en los túneles, habla de la posibilidad de hacer rocódromos en ellos,  de los que se aprovechan de los que menos tienen y de la explotación de las personas con discapacidad por las organizaciones que supuestamente tienen que ayudarlos.

"A mí ya me han explotado por tener una discapacidad. He trabajado para una empresa municipal, Usoa, por 600 euros al mes. Piensas que te va a llegar para vivir y no llega a nada. y estás allí y lo único que pides es que te valoren como lo que eres, una persona, con más o menos capacidad. Menos mal que tenía una encargada que sí que era válida y que fue la que me dio fuerzas para seguir y la que me convenció de que yo era totalmente capaz. Estoy pensando en dedicarme a la política, porque tengo muchas ideas y creo que hay mucho trabajo por hacer".

La actuacion coincide con el día de su cumpleaños. "Sí, celebro mi cumpleaños con un recital y el Ayuntamiento invita a la merendola", dice mientras rompe a reír con su risa contagiosa.