Los 'Personajes chimenea' del reconocido escultor Agustín Ibarrola (Bilbao, 1930) no han conseguido ni siquiera llegar a su primera década de vida sin verse afectados por las pintadas y la falta de mantenimiento por parte del Consistorio. Dentro, fuera, arriba y abajo, el conjunto escultórico inaugurado en la plaza Bide Onera el 12 de abril de 2002 está inundado de grafiti, una situación que se extiende a otras piezas artísticas que se han colocado en los últimos años en la anteiglesia. No es la primera vez que se conocen los desperfectos de las costosas obras plásticas adquiridas por el Ayuntamiento. En agosto de 1998 tuvo que enviar al taller de restauración de la Diputación parte de las 161 pinturas que tenía entonces —una de ellas en el cementerio— debido a los daños que presentaban. Los responsables locales admitieron entonces que desconocían el valor económico del patrimonio artístico.
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