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Los vecinos de Francisco Gómez desmienten que hayan amenazado e insultado al PNV


Foto de archivo: concentración de vecinos en el Ayuntamiento el 30 de diciembre
+ Alrededor de 70 residentes se han manifestado ante el PNV
+ Aseguran que una persona del 'batzoki' realizó un corte de mangas a los manifestantes
+ Las familias exigen que se desbloquee el plan urbanístico para sus viviendas
Los vecinos de la calle Francisco Gómez que reivindican un plan urbanístico de rehabilitación de su barrio han desmentido que, como afirma el PNV, hayan amanazado o insultado a los dirigentes nacionalistas en el 'batzoki' de la calle Juntas Generales durante la protesta celebrada la tarde de este miércoles ante la sede política y en la que indican que han participado "unas 70 personas". Los residentes aseguran que han sido "provocados" con un "corte de mangas" y que una persona del PNV ha salido a la calle "de muy mala manera" y se ha producido un "pequeño rifirrafe" con una vecina sin mayores consecuencias, como han podido observar los agentes de la Ertzaintza y policía locales presentes en el lugar.


La movilización ha comenzado a las 18.00 horas, cuando los manifestantes se han trasladado desde Francisco Gómez hasta la calle Juntas Generales, donde se localiza el 'batzoki', ante el que han coreado frases como "Reforma sí", "PNV manipuladores" o "PNV, escucha, Francisco Gómez en lucha". Algunas personas han colocado carteles en la fachada de la sede nacionalista, de la que han salido dos personas, una de las cuales ha realizado un corte de mangas a los vecinos en el momento de su llegada.

Ante el hecho de que la protesta no había sido comunicada a las autoridades y ante el breve corte de tráfico, agentes de la Ertzaintza han solicitado la documentación a una joven y han explicado a los manifestantes que deben avisar previamente de sus convocatorias.

Los afectados, que han realizado pitadas contra el PNV, consideran que los nacionalistas les están "tomando el pelo" al promover que el pleno del Ayuntamiento dejara sobre la mesa el plan urbanístico que supondrá el derribo de siste edificios de pisos y su sustitución por nuevas viviendas. Los nacionalistas y otros grupos de la oposición han manifestado dudas porque más de la mitad del suelo es de propiedad municipal.

Los residentes en los bloques quieren que se desbloquee el proyecto y que se sea sometido a votación en el pleno.