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El Ayuntamiento levantará un edificio de 13 plantas en el Grupo Mendía

+ 20 familias cumplen tres años fuera de sus casas a la espera de los pisos
+ Suances asegura que los bancos no han querido financiar la operación
+ El Ayuntamiento asume directamente la promoción de 160 viviendas
+ Se construirá un 60% más que lo previsto en el PGOU de 1999
+ Se eliminan costes de urbanización y aumentan los beneficios

El 3 de abril de 2007 el alcalde, Tontxu Rodríguez, anunció que ese mismo verano empezaría la construcción de las viviendas que debían servir, entre otras cosas, para realojar a las 20 familias del Grupo Mendía, en Rontegi, cuyas casas en mala situación habían sido derribadas. Los vecinos están a punto de cumplir tres años sin pisos y no lo tendrán al menos hasta 2012. El plazo se hará realidad si sale adelante el nuevo proyecto aprobado por el pleno el 30 de diciembre que supone una ampliación de la edificabilidad inicialmente prevista para la zona. Ahora se anuncia un edificio de 13 plantas con 110 pisos y otro bloque de seis alturas. Promoverá directamente la sociedad urbanística municipal Eretza.


Las primeras normas urbanísticas de Barakaldo establecían que el municipio no contaría con edificios de más de cinco alturas y que debían tener fachadas de ladrillo caravista. A estas alturas, el Ayuntamiento ha olvidado por completo esta instrucción que pretendía un municipio amigable y arquitectónicamente armonioso. Otro ejemplo más de la ciudad sin control de alturas es la iniciativa aprobada para esta zona de Rontegi.

El plan ratificado por el pleno del 30 de diciembre de 2009 —con el apoyo de todos los grupos salvo la izquierda abertzale— prevé dos bloques, uno de ellos, el situado en la parte inferior de la ladera, tendrá 13 alturas más bajo; el segundo, más arriba, de seis plantas. La propuesta —con 160 viviendas de 79 metros cuadrados útiles— se parece remotamente a las previsiones contempladas en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que establece que el número de pisos era 100 y el aprovechamiento lucrativo ascendía a 10.768 metros cuadrados. La edificabilidad total ahora es de 15.604 metros cuadrados.

El concejal de Urbanismo, el socialista Jesús María González Suánces, sostiene que la operación urbanística no ha prosperado hasta el momento —incluso se declaró desierto el concurso de adjudicación del solar— porque los bancos no estaban dispuestos a financiar al sector privado.

Este argumento ha conducido al consistorio a adoptar una triple 'solución': aumentar la edificabilidad posible (para incrementar así los beneficios), reducir los costes (se recorta el gasto de urbanización) y el Ayuntamiento asume directamente, a través de la sociedad Eretza, la promoción de esta unidad de actuación.

Respecto a la anterior propuesta —que ya era un 50% superior a lo que señala el PGOU—se suman 10 pisos y aumentan las parcelas de garaje, que serán en total 240, 80 más que el proyecto modificado. Además, habrá 160 trasteros de ocho metros cuadrados y 625 metros cuadrados de locales comerciales.

En el capítulo de reducción de costes, para no afectar a los beneificios, el constructor no realizará urbanización del Grupo Mendía así como el enlace entre la calle Larrea y la prolongación de la calle Rontegi, que estaban incorporados al plan original, del que sólo se mantiene la prolongación de la calle Rontegi hasta conectar con Bizkaia. Dada la fuerte pendiente que caracteriza el barrio, la izquierda abertzale considera que será imprescindible un ascensor o sistema mecánico que permita a los vecinos subir a los nuevos edificios, mientras que el Grupo Mendía seguirá sin acceso rodado.