Carta de Alberto F. Araújo.- Cirque du Soleil, Taj Mahal, cataratas del Niágara, Serengueti, Pirámides de Giza, El Regato, panoramas que dejarían apabullado a cualquier terrícola son sólo naderías comparados con lo que cualquier persona (normotensa) puede observar, si tiene agallas y sus médicos lo permiten, en el barrio periférico baracaldés de Retuerto. Eso sí es un espectáculo que nada tiene que ver con lo bello y lo armonioso anteriormente citado. Es la obscena demostración del salvajismo urbanístico; el abuso vejatorio; el terrorismo colmenero, indigno y vil de la vivienda, y la depravación constructora en estado inmundo y dictatorial.
Sigue leyendo