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El Correo | Barakaldo recupera el color

El objetivo era ambicioso, pero se aproxima cada vez más. Primero se renovaron las calles y ahora es el turno de los edificios. Barakaldo toma color. Para olvidar de una vez por todas el gris oscuro, casi negro, que teñía la ciudad de antaño. Basta con dar un simple paseo por las céntricas calles para redescubrir históricos inmuebles que lucen ahora el atractivo que guardaron oculto durante años. Sigue leyendo