La Fundación Miranda ha constituido el Premio “Barakaldo Solidario-Don Antonio Miranda”, que reconocerá a aquellas instituciones, entidades privadas o personas de lalocalidad que destaquen por su entrega desinteresada en la labor asistencial a personas.
Podrán participar las instituciones, asociaciones o entidades privadas de Barakaldo que lleven inscritas en los registros municipales, como mínimo, desde hace dos años y las personas físicas nacidas en Barakaldo y los baracaldeses que lleven empadronados, al menos, 20 años en el municipio.
Entre los criterios de valoración se considerará especialmente el que la labor social del candidato se lleve a cabo en Barakaldo, el tiempo que lleve realizándose dicha labor, el número de personas favorecidas y la cuantificación en euros de la tarea social, entre otros aspectos.
Las solicitudes se podrán presentar a partir del 17 de octubre, siendo el último día de admisión de las mismas el 23 del mismo mes. Éstas se realizarán en un impreso estandarizado que provee la Fundación y que se podrá entregar por tres vías diferentes: por correo postal dirigido a la dirección avenida Antonio Miranda, 4, CP 48902 de Barakaldo (Bizkaia); por correo electrónico a mirajuanc@fmiranda.e.telefonica.net; o por fax al 94 437 47 84.
Los impresos para la presentación de candidaturas se pueden solicitar bien en la dirección de correo electrónico anterior o llamando por teléfono a la Fundación Miranda al número 94 438 39 07.
La persona, institución o entidad que finalmente salga elegida por la votación del jurado recibirá un busto de bronce de Antonio Miranda, impulsor de la Fundación Miranda, una placa conmemorativa y un pergamino enmarcado.
Esta distinción será entregada en un acto social abierto al público que se celebrará en el Teatro Barakaldo Antzokia el próximo 17 de noviembre. Asimismo, el jurado podrá declarar desierto el premio si así lo estima conveniente.
Antonio Miranda y Arana nació en Barakaldo en 1831, en el seno de una familia de labradores. A los 15 años viajó a Cuba, donde hizo fortuna a partir de un negocio de tejidos de su tío. Con el tiempo, regresó al País Vasco, donde llegó a ser consejero del Banco de Bilbao. Dos días antes de su muerte en San Sebastián, en 1910, encargó a los albaceas de su testamento la constitución de un asilo para atender a los ancianos pobres de Barakaldo, su municipio natal.
De este modo, en 1911 se constituyó la Fundación Miranda, que empezó a funcionar en un magnífico edificio modernista diseñado por el también baracaldés Ismael Gorostiza. Durante sus primeros años, además de albergar a los ancianos sin recursos del municipio, también funcionó como orfanato para niños pobres, que acabó dando origen a una escuela pública. Posteriormente, ésta pasó a ser regentada por la Caja de Ahorros Municipal y, en la actualidad, es dirigida por las monjas de la Caridad.
A finales de la década de los 70, debido al cambio en las necesidades asistenciales de la población, se construyó una nueva residencia con capacidad para 236 plazas, pasando a ser la antigua sede del edificio-asilo el conservatorio de música de Barakaldo.
En todo este periodo, la Fundación Miranda se ha caracterizado por la entrega y servicio a los ciudadanos de Barakaldo, adaptando sus servicios a las necesidades de las personas menos favorecidas del municipio.