Barakaldo, 23 may 2025. Activistas de la asociación feminista Argitan de Barakaldo, junto al colectivo antimilitarista Kakitzat, han simulado un fusilamiento ante el palacio foral de Bilbao, sede de la Diputación, para denunciar el gasto militar y el apoyo de las instituciones vascas a la industria de armas. La movilización se han realizado con motivo del Día Internacional de las Mujeres contra la Guerra.
Comunicado de Argitan y Kakitzat
Movilización por el Día Internacional de las Mujeres contra la Guerra
- Acción para conmemorar el día Internacional de las mujeres contra la guerra; en el que miles de mujeres salen a las calles en todo el mundo en demanda de una paz basada en la justicia social y en los derechos humanos.
- En apoyo a la campaña por la objeción fiscal a los gastos militares, en denuncia de los actuales conflictos bélicos y el genocidio del pueblo palestino.
El centro asesor de la mujer Argitan y la Coordinadora antimilitarista Kakitzat se han concentrado ante el Palacio Foral de la Diputación ante el “Día Internacional de las Mujeres contra la Guerra” bajo el lema “No seamos cómplices de la guerra y la industria militar”
Se ha realizado una performance en la que se ha simulado el fusilamiento de mujeres y hombres, a manos de los responsables de financiar las guerras y la industria militar y armamentística, representados por empresas como ITP , SENER, o el propio Gobierno Vasco; responsable directo de impulsar y financiar la industria militar en la CAV; y que quedó bien reflejado en las recientes declaraciones del vicelehendakari y consejero de Economía Mikel Torres; en las que señalaba que “la industria armamentística en Euskadi es una industria potente y que el Gobierno Vasco va a estar en todo aquello que pudiera apoyar `para desarrollar y abrir a esas empresas nuevos mercados y productos.”
“Con esta acción se ha querido representar las consecuencias de la apuesta del Gobierno Vasco, de los gobiernos y de la UE, por la industria militar y cómo ello impacta directamente en la muerte y en el sufrimiento de millones de personas en el planeta.”
“Es inmoral y deleznable que se apueste por la inversión en la industria militar, que se publicite sin pudor como una oportunidad de negocio; un negocio que sirve para perpetuar guerras, muertes y sufrimiento a millones de personas en el planeta; mientras; el Gobierno Vasco subvenciona, vía presupuestos, con 100 millones a la industria de la guerra vasca.”
Además de impulsar una mayor implicación institucional con las fábricas de armas; Euskal Herria, tiene un volumen destacable de industria armamentística, con una facturación anual de aproximadamente 750 millones de euros y cuenta con más de 200 empresas involucradas en la producción militar. Cerca del 80% de su producción se destina a exportaciones a otros países, algunos acusados de genocidio y graves violaciones de los DDHH como Marruecos, Arabia Saudí, Israel o Estados Unidos.
Ambos colectivos sociales vizcaínos han denunciado que el gasto militar y control social del Estado Español alcanzó los 60 mil millones de euros en 2024, lo que representa más del 4% del Producto Interior Bruto (PIB) del Estado.
“Las élites europeas han impulsado un plan de rearme, bautizado como "ReArm Europe" y anunciado por la Comisión Europea. Este plan pretende incrementar el gasto en armamento en 800.000 millones de euros. Este descomunal gasto público, destinado a alimentar la maquinaria bélica, implica inevitablemente recortes en inversiones sociales clave. Estos porcentajes ponen de manifiesto una política rendida a los reclamos de aumento del gasto militar y favorables al lobby industrial-militar sobre las necesidades sociales de la población.”
“Denunciamos como los recursos destinados al militarismo, tanto en gasto en armamento como en la expansión de las fuerzas militares y las fronteras, se desvían de necesidades urgentes y fundamentales como la lucha contra las desigualdades, el acceso a la vivienda, el cambio climático, los servicios y recursos sociales como la atención a la dependencia, servicios a la infancia, o como sanidad y educación, los cuales hoy en día sufren múltiples recortes y carencias”
Las dos entidades sociales han reivindicado que “ante esta realidad, hoy las mujeres apostamos por la objeción fiscal a los gastos militares. Nos negamos a colaborar económicamente en la financiación de las guerras”. Este acto de desobediencia civil consiste en dejar de pagar parte de los impuestos para destinar esa cantidad a iniciativas que trabajen en la construcción de alternativas de carácter solidario. Han recordado que “este año cada persona va a destinar mediante impuestos 857 euros a financiar las guerras”.