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Ekologistak Martxan alerta: Barakaldo sigue respirando aire contaminado y sigue sin zona de baja emisión

Incineradora
Barakaldo, 24 jun 2024. Los residentes en Barakaldo sigue respirando aire contaminado pero el Ayuntamiento no ha iniciado aún el proceso para contar con zonas de bajas emisiones (ZBE), cuya implantación se tenía que haber producido, legalmente, en enero de 2023. Así lo afirma Ekologitak Martxa a raíz de su último informe sobre la calidad del aire, que 1,3 millones de personas viven en áreas de aire contaminado en el País Vasco.  

El documento indica que, pese a que el Gobierno Vasco ha desactivado o mantiene en bajos niveles de funcionamiento estaciones de detección de contaminantes, en el último año, tras el paréntesis de la pandemia de covid19, el dióxido de nitrógeno (NO2), las partículas PM10 y PM2,5 y el ozono troposférico han vuelto a superar los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

En relación a las partículas PM10 y PM2,5, "los peores registros se obtuvieron en las áreas industriales del Bajo Nervión (Barakaldo, Erandio y San Julián en Muskiz) y Donostialdea (Ategorrieta en Donostia - San Sebastián), además de en el puerto de Bilbao". Además, "de manera puntual y siempre en niveles moderados, el ozono aumentó en la aglomeración Bilbao - Barakaldo un 22%".

"La única forma de mejorar la calidad del aire en las ciudades es disminuir el tráfico motorizado, potenciando la movilidad activa peatonal y ciclista y el transporte público limpio. También es necesario promover el ahorro energético, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, cerrar las centrales térmicas de combustibles fósiles, penalizar el diésel, reducir el uso del avión, designar un área de control de las emisiones del transporte marítimo en el Atlántico Noreste, y una moratoria de las nuevas macrogranjas ganaderas", señalan los ecologistas.


Extracto relativo al País Vasco del informe sobre la calidad del aire de Ecologistas en Acción

Durante el año 2023, se han recopilado los datos de 57 estaciones de control de la contaminación, pertenecientes a las redes de vigilancia atmosférica del Gobierno Vasco, de distintas instalaciones industriales y de la Autoridad Portuaria de Bilbao. La Autoridad Portuaria de Pasaia carece de medidores de la calidad del aire, si bien se ha utilizado para evaluarla el de la estación de Lezo, como ha indicado la propia administración del puerto. 

Hay que notar que parte de las estaciones públicas y las del puerto de Bilbao no son consideradas por el Gobierno autonómico en su evaluación de la calidad del aire, y por lo tanto sus mediciones no se trasladan al MITECO ni a la Comisión Europea, incluida la estación de tráfico de Bilbao que en años pasados ha venido incumpliendo el valor límite anual de dióxido de nitrógeno, sin repercusión pública ni consecuencia legal hasta la fecha. 

Por otro lado, en los últimos años se han suprimido las estaciones de Arrigorriaga, Náutica (Portugalete), Elorrieta, Indautxu, Zorrotza (Bilbao), Santa Ana (Getxo) o Getxo (las últimas Elorrieta y Zorrotza), lo que ha debilitado de manera notable el control de la contaminación en una zona con focos de emisión tan importantes como el Bajo Nervión y está generando una fuerte contestación social por parte de los vecinos y vecinas más impactados por la contaminación derivada de la actividad industrial en la zona, que exigen su reposición. 

Resulta elemental por todo ello que el Gobierno Vasco se esfuerce por mejorar la medición y la información de la calidad del aire en su Comunidad, y en todo caso no la empeore en la zona históricamente más contaminada. 

Una particularidad del País Vasco es que la zonificación de su territorio a los efectos de la evaluación de la calidad del aire es diferente según el contaminante considerado, presentando tres zonificaciones distintas. 

A los efectos de este informe se ha manejado preferentemente la zonificación establecida para los contaminantes clásicos (partículas, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre). 

Superada la crisis de la COVID-19, el dióxido de nitrógeno (NO2 ), las partículas PM10 y PM2,5 y el ozono troposférico volvieron a afectar durante 2023 a todo el territorio vasco, excediendo los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque sin llegar a las concentraciones previas a la pandemia. 

Tras dos años consecutivos de superación del valor límite anual en la ciudad de Bilbao, en 2016 y 2017, el dióxido de nitrógeno (NO2 ) se ha vuelto a mantener en 2023 por debajo del mismo, registrando la estación orientada al tráfico María Díaz de Haro una concentración media de 29 μg/m3, seguida por la estación Easo de Donostia-San Sebastián, con 26 μg/m3, tan lejos en ambos casos de los 40 μg/m3 establecidos en la normativa como de los 10 μg/m3 recomendados por la OMS. 

Hay que señalar que la calle María Díaz de Haro ha sido objeto de una remodelación para transformarla en un corredor verde con tráfico limitado, cuya primera fase se ha efectuado en el entorno de la estación de control, lo que afecta a su representatividad, por lo que debería reubicarse en otra vía con tráfico denso. 

En conjunto, la reducción media de los niveles de NO2 en Euskadi durante 2023 fue del 32 % de la concentración promedio del periodo 2012-2019 y del 28 % en Bilbao, siendo los descensos similares en las estaciones de tráfico, industriales y de fondo. 

No obstante, todas las estaciones urbanas e industriales del País Vasco excedieron las guías diaria y anual de la OMS. Las peores situaciones se registraron en las dos estaciones de tráfico citadas. En concreto, la guía diaria (25 μg/m3) se superó en las estaciones María Díaz de Haro de Bilbao y Easo de Donostia-San Sebastián respectivamente en 198 y 169 días, rebasando también el nuevo límite anual propuesto por la Comisión Europea (20 μg/m3), al igual que otras cuatro estaciones del Bajo Nervión (Erandio, Mazarredo y Sestao) y Donostialdea (Ategorrieta).

Ecologistas en Acción ha realizado en febrero de 2024 sendas campañas de medición de NO2 , con captadores pasivos analizados en un laboratorio acreditado, en los accesos a algunos de los centros escolares con más tráfico motorizado de las ciudades de Basauri, Etxebarri y Galdakao, en el sureste de la aglomeración de Bilbao, con el resultado de que los medidores instalados junto a las estaciones oficiales registraron menos NO2 que aquellos ubicados en las calles con más circulación de automóviles. Lo que cuestiona la correcta ubicación de las estaciones de control de la calidad del aire y nos reafirma en nuestra petición al Gobierno Vasco sobre la necesidad de mejorar la actual red de vigilancia con objeto de conseguir una mayor fiabilidad en los datos aportados. En la campaña de Basauri también se colocaron captadores pasivos de NO2 en el interior de los edificios escolares, apreciándose que los centros educativos muy expuestos al tráfico tienen valores muy parecidos en el interior y en el exterior de los mismos.

Con relación a las partículas PM10 y PM2,5 , la mayoría de las estaciones del País Vasco sobrepasaron los valores medios anuales y/o diarios recomendados por la OMS para ambos contaminantes, siempre dentro de los obsoletos valores límite vigentes, mostrando sus concentraciones medias durante 2023 descensos respecto al promedio del periodo 2012-2019 del 6 % en el caso de las PM10 y el 2 % para las PM2,5 , debido a la menor frecuencia de los episodios de intrusión de polvo africano. Hay que destacar que la captura de datos de las PM10 fue baja en la estación de Barakaldo (57 %) y en la estación de Erandio (75 %), dos de las que alcanzan niveles más elevados.

Los peores registros se obtuvieron en las áreas industriales del Bajo Nervión (Barakaldo, Erandio y San Julián en Muskiz) y Donostialdea (Ategorrieta en Donostia - San Sebastián), además de en el puerto de Bilbao, con seis estaciones por encima del nuevo valor límite anual aprobado para las partículas PM10 por el Parlamento Europeo, en un año en que se produjeron respectivamente 35 y 1 superaciones de los umbrales de alerta establecidos en 2023 por el Gobierno español para las partículas PM10 y PM2,5.

Mención aparte merece la situación en los puertos de Bilbao y Pasaia, cuyas estaciones de medición superaron las recomendaciones diarias de PM10 y/o PM2,5 , y en el caso del puerto de Bilbao también el nuevo valor límite anual de PM10 , poniendo de manifiesto un problema con el movimiento de graneles sólidos que puede conllevar una repercusión importante sobre la calidad del aire de las áreas residenciales próximas de Santurtzi, Getxo o Lezo, como se aprecia en las estaciones ubicadas en estos municipios. 

El año pasado disminuyeron en el País Vasco las concentraciones de ozono troposférico, pese a las elevadas temperaturas y alta radiación solar alcanzadas durante el pasado verano. Así, las habitualmente escasas superaciones del valor objetivo legal para la protección de la salud se redujeron en conjunto un 69 % respecto al promedio del periodo 2012-2019. La mejoría de la situación fue en especial relevante en los Valles Cantábricos, con una reducción del número de días por encima del objetivo legal del 85 %. 

De manera puntual y siempre en niveles moderados, el ozono aumentó en la aglomeración Bilbao - Barakaldo un 22 %, en las estaciones Monte Arraiz y Parque Europa de Bilbao. 

Hay que destacar que, como sucediera en 2021 y 2022, el ozono ha aumentado en algunas estaciones industriales del litoral como Las Carreras, Muskiz y San Julián, en el entorno de la refinería de Abanto (Bizkaia), y Lasarte, Usurbil y Zubieta (con sólo cinco años de registros), de la red del Complejo Medioambiental de Gipuzkoa en Donostia-San Sebastián, posiblemente en relación con las emisiones de compuestos orgánicos volátiles de ambas instalaciones, muy en especial de la refinería de petróleo. 

En todo caso, la mitad de las estaciones vascas que midieron este contaminante registraron durante 2023 más de 25 días de superación de la guía OMS, que son la referencia anual (en el promedio de tres años) establecida por la normativa para evaluarlo. 

Los peores registros se dieron en las estaciones Valderejo (Cuencas Interiores) y Jaizkibel (Litoral), alcanzando respectivamente 83 y 76 días de superación de la guía diaria de la OMS. Y todas las estaciones superaron la nueva guía estival establecida por la OMS (60 μg/m3), mostrando la persistencia de esta contaminación entre abril y septiembre. 

A diferencia de lo ocurrido por última vez en 2020, ninguna estación superó el más laxo objetivo legal para la protección de la salud en más de los 25 días de superación permitidos al año, de promedio en el trienio 2021-2023, habiendo sido en 2023 escasas las superaciones del objetivo a largo plazo, salvo en las estaciones Valderejo y Jaizkibel. 

Por último, durante 2023 ninguna estación excedió los umbrales de información y alerta a la población, ni siquiera durante las olas de calor de julio y agosto. Y las cuatro estaciones de referencia en la Comunidad para la evaluación de los niveles para la protección de la vegetación (Elciego, Pagoeta, Urkiola y Valderejo) superaron el objetivo a largo plazo, aunque no el valor objetivo establecido por la normativa para el ozono durante el quinquenio 2019-2023. 

En todo caso, conviene señalar que debido a las características climáticas de la mayor parte de Euskadi (inestabilidad frecuente, altas precipitaciones y baja radiación solar) la formación de ozono es moderada, evitando que se alcancen las elevadas concentraciones que tienen lugar en otros territorios del Estado. 

Finalmente, hay que notar que para la elaboración de este informe se ha dispuesto de escasa información sobre los niveles de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y metales pesados (arsénico, cadmio, níquel y plomo), cuya evaluación es obligada. Dichos contaminantes sólo se han medido en cuatro estaciones de las tres zonas más urbanas (Bajo Nervión, Donostialdea y Llanada Alavesa). Los registros obtenidos se mantienen por debajo tanto de las recomendaciones de la OMS como de los objetivos legales, al igual que las mediciones de benceno repartidas por catorce estaciones urbanas e industriales. 

El cuadro general que presenta el País Vasco es el de determinados focos de contaminación importantes como son: la zona del Bajo Nervión, debido a la importante actividad industrial que alberga (refinería de petróleo de Muskiz, central térmica de ciclo combinado de Santurce, incineradora de Zabalgarbi, planta de tratamiento de residuos Sader y fábrica de fertilizantes Profersa en Bilbao y varias fundiciones de metales), al intenso tráfico motorizado que soporta y al tráfico marítimo del puerto; los polígonos industriales y las centrales energéticas que se distribuyen de manera dispersa por todo el territorio; y el tráfico motorizado de Bilbao, Donostia-San Sebastián y Vitoria-Gasteiz. 

La contaminación generada en estos lugares, al extenderse por los territorios circundantes, afecta a lugares alejados en la forma de ozono troposférico, como es el caso de los territorios comprendidos en las Cuencas Interiores, los Valles Cantábricos o el Litoral. 

Como consecuencia, y pese a la significativa mejora de la calidad del aire en los últimos años, toda la población del País Vasco siguió respirando en 2023 un aire perjudicial para la salud según las recomendaciones de la OMS, siendo 1,3 millones de personas (el 58 % de la población) las afectadas por niveles de contaminación superiores a los nuevos límites legales aprobados para 2030 por el Parlamento Europeo, en el Bajo Nervión y en Donostialdea. La totalidad del territorio vasco estuvo también expuesto a niveles de ozono que dañan la vegetación, con la excepción de la aglomeración Bilbao - Barakaldo. 

En 2019, el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Bilbao iniciaron la elaboración del Plan para la mejora de la calidad del aire en Bilbao, referido a la superación del valor límite de NO2 , en la estación María Díaz de Haro durante 2016 y 2017, sin que hasta la fecha se tenga conocimiento de su información pública, aprobación ni publicación. Dicho documento se sumaría a la decena de planes autonómicos relativos a la contaminación por partículas PM10 y/o NO2 , aprobados en la década anterior, o la Estrategia de Calidad del Aire de Vitoria Gasteiz (2030), cuyo primer plan de acción fue aprobado por el Ayuntamiento en 2023. 

Con posterioridad, por Acuerdo del Gobierno Vasco de 19 de marzo de 2024, pendiente de publicación, se ha aprobado el Plan de Calidad del Aire de Euskadi 2030. No obstante, dicho plan omite la superación en la última década de los valores objetivo de ozono para la protección de la salud y de la vegetación en la estación alavesa de Valderejo (Valles Cantábricos), limitándose al compromiso de implementar estrategias para conocer el comportamiento del ozono troposférico para avanzar en su reducción, lo que Ecologistak Martxan considera inaceptable, tras una década de incumplimiento de la legislación ambiental en esta materia, habiendo solicitado la organización la adopción de un plan específico al Gobierno Vasco en tres ocasiones, la última en 2024, sin respuesta positiva. 

En este sentido, por Resolución de 11 de junio de 2024, el Ararteko (defensor del Pueblo del País Vasco) ha recomendado al Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco que responda de forma expresa y motivada a la solicitud de la organización ambiental dirigida a iniciar, la mayor brevedad, la elaboración y aprobación de un plan de mejora de calidad de aire para la zona afectada por superaciones de los valores objetivo para el ozono, de conformidad con lo previsto en el artículo 16.2.a) de la Ley de calidad del aire y protección de la atmósfera.


Comunicado de Ekologistak Martxan

El 58 % de la población del País Vasco respiró aire contaminado por encima de los nuevos límites legales

  • El informe sobre la calidad del aire de Ecologistas en Acción concluye que 1,3 millones de personas estuvieron expuestas en 2023 en Euskadi a una contaminación que excede los nuevos límites aprobados para 2030 por el Parlamento Europeo.
  • En el segundo año más cálido desde 1961, se produjeron diversos episodios de contaminación por partículas y por ozono, presentando las peores situaciones por estos contaminantes el Bajo Nervión, Donostialdea y las Cuencas Interiores.
  • Las áreas urbanas de Bilbao y Donostia incumplieron el nuevo límite legal anual del dióxido de nitrógeno. Pero las ciudades vascas, excepto Bilbao (en su ‘almendra central’), no han implantado las obligadas zonas de bajas emisiones, vencido hace año y medio el plazo legal para ello.

El informe elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos en 785 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el Estado español, entre ellas 57 situadas en el País Vasco. Entre sus principales conclusiones, destacan:

– Durante 2023 la calidad del aire en País Vasco ha mejorado respecto a los años 2022 y anteriores a la pandemia, con una reducción significativa de los niveles de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono troposférico, en porcentajes que oscilan entre el 2 % y el 69 % respecto a los promedios del periodo 2012-2019.

– El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia los nuevos valores límite aprobados por el Parlamento Europeo el pasado 26 de abril, que deberán alcanzarse antes de 2030. De acuerdo a esos umbrales, el aire contaminado afectó en 2023 a más de la mitad de la población vasca, lo que expresa la magnitud del reto a asumir por las administraciones en los próximos años para alinearse con la nueva legislación.

– Considerando la normativa todavía vigente, no hubo población que respirara aire contaminado ni superficie expuesta a niveles de contaminación que dañan la vegetación, por encima de los obsoletos límites legales actuales.

– Y si se tienen en cuenta los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), mucho más estrictos que los límites legales vigentes y nuevos, y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación de la Unión Europea, el aire contaminado afectó en 2023 a la totalidad de la población y del territorio vascos.

– El año 2023 fue seco y el segundo más cálido en España desde al menos 1961. La estabilidad atmosférica activó los episodios de contaminación por partículas, en su mayor parte procedentes del norte de África. El alto calor estival contribuyó al aumento del ozono, en especial durante las olas de calor de julio y agosto. El cambio climático se confirma como un factor determinante en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire.

–El factor esencial para explicar la caída de la contaminación atmosférica durante 2023 es la evolución de la actividad económica tras la pandemia de la COVID-19. El consumo de combustibles fósiles y electricidad se redujo el año pasado y las fuentes renovables cubrieron más de la mitad de la demanda eléctrica, limitando las emisiones de las centrales térmicas de gas, estando cerradas la mayoría de las de carbón, las más contaminantes.

– Las partículas (PM10 y PM2,5) y el dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire siguieron afectando a la mayoría de la población vasca. Las partículas PM10 y PM2,5 presentaron las peores situaciones en el Bajo Nervión y Donostialdea. Las áreas urbanas de Bilbao y Donostia incumplieron el nuevo límite legal anual del dióxido de nitrógeno. Y el ozono afectó a las áreas suburbanas y rurales del Litoral, los Valles Cantábricos y las Cuencas Interiores.

– La contaminación del aire debería abordarse como un problema sanitario de primer orden. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, en 2021 fallecieron prematuramente hasta 21.000 personas en el Estado español por enfermedades agravadas por la mala calidad del aire, en torno a 1.500 de ellas en el País Vasco, según el Instituto de Salud Global. Los costes sanitarios y laborales derivados de la contaminación atmosférica representan según el Banco Mundial 50.000 millones de dólares al año, un 3,5 % del PIB español.

– Ecologistas en Acción ha realizado en 2024 una campaña de medición en los accesos a algunos de los centros escolares con más tráfico motorizado de las localidades de Basauri, Etxebarri y Galdakao, con el resultado de que la población infantil está a menudo expuesta a niveles muy elevados de contaminación, por encima de los registrados en las estaciones oficiales de control de la calidad del aire. Lo que además cuestiona su correcta ubicación.

– Los Planes de Mejora de la Calidad del Aire son obligatorios según la legislación vigente, pero una decena de Comunidades Autónomas siguen incumpliendo su obligación de elaborarlos para rebajar el ozono en las zonas donde se exceden los objetivos legales. El Gobierno Vasco sigue incumpliendo su obligación de aprobar un plan de lucha contra la contaminación por ozono en la zona Valles Cantábricos, al sur del territorio de Álava.

– Vencido hace año y medio el plazo para que todos los municipios de más de 50.000 habitantes establezcan zonas de bajas emisiones, para mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, Barakaldo, Donostia, Getxo, Irun y Vitoria no han implantado las obligadas zonas de bajas emisiones, pese a los abundantes fondos europeos que están recibiendo para ello. En el caso de Bilbao, la ordenanza en vigor es claramente mejorable ya que el objetivo principal debe ser la reducción de emisones en el conjunto de la ciudad.  Los ayuntamientos de estas ciudades tampoco se han dotado de protocolos de actuación frente a los episodios de mala calidad del aire.

– La única forma de mejorar la calidad del aire en las ciudades es disminuir el tráfico motorizado, potenciando la movilidad activa peatonal y ciclista y el transporte público limpio. También es necesario promover el ahorro energético, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, cerrar las centrales térmicas de combustibles fósiles, penalizar el diésel, reducir el uso del avión, designar un área de control de las emisiones del transporte marítimo en el Atlántico Noreste, y una moratoria de las nuevas macrogranjas ganaderas.

Informe completo y resumen: https://www.ecologistasenaccion.org/318060