Cabe destacar que estos sucesos se producen el 21 de marzo, Día Internacional contra la Discriminación Racial, y que las víctimas de dicha actuación son personas de origen magrebí que pernoctaban en la zona por no disponer de una vivienda ni alternativa ninguna.
Los colectivos y personas que acompañamos a personas en situación de calle que residen en nuestros municipios, y otras organizaciones, llevamos tiempo mostrando nuestra preocupación ante la magnitud que están alcanzando alguno de los factores que condicionan a estas personas de manera cotidiana y que hacen todavía más complejo poder sostener sus propias vidas (recorte de servicios y prestaciones, dispositivos socioeducativos saturados, redadas policiales racistas, desalojos de los lugares que las personas habitan, descoordinación interinstitucional, discursos aporofóbicos y racistas, etc).
Ahora comprobamos como, lejos de rebajarse la tensión hacia las personas que no tienen otro remedio que dormir en las calles, la intensidad asciende hasta el punto de comprometer su vida. Llevamos tiempo alertando de que afrontar de manera policial el aumento de personas en situación de calle y sus consecuencias, jamás podrá acercarnos a la solución de un problema tan complejo y multifactorial y si a agravarlo.
Afrontar este fenómeno abordándolo desde un prisma de seguridad ciudadana, exclusivamente blanca, y en el mismo tiempo limitando las intervenciones sociales, nos aleja de una solución ajustada a los derechos de todas las personas que conviven en nuestras ciudades.
- Nuestra condena total y rotunda a la actuación policial, desproporcionada y altamente violenta.
- Exigimos a las autoridades competentes una investigación profunda y neutra sobre los hechos ocurridos el pasado 21 de marzo.
- Pedimos a las instituciones estrategias que afronten de manera coordinada y eficaz la situación de calle que afecta cada vez a más personas de nuestros municipios. Una situación de tanta complejidad requiere de la implementación de políticas públicas coordinadas y dotadas de recursos.
- Nos encontramos ante una actuación policial que podemos calificar como desproporcionada y racista a partes iguales. El concejal de seguridad ciudadana de Barakaldo ha indicado ante los medios que “Esta es una intervención rutinaria de las que se hacen habitualmente. No ha sido una intervención extraña. Se ha realizado en una zona de visibilidad dificultosa.
- Actuaciones preventivas como esta, pueden terminan de una manera no deseada”. Ante este tipo de afirmaciones solo nos queda indicar que resulta socialmente inasumible y fuera de toda lógica que una acción preventiva finalice en disparos. En lo que a racismo se refiere, cabe preguntarse si esta actuación hubiese sido la misma en caso de que las personas implicadas hubiesen sido jóvenes vascos blancos. Sabemos que no.
- Pedimos así mismo a los responsables políticos que dejen de respaldar estas actuaciones policiales, fomentado más y proporcionando cobertura política a la impunidad y repetición de los mismos.
- Así mismo, mostramos nuestra sorpresa e inquietud por la planificación técnica de la intervención que pone en peligro la seguridad e integridad de todas las personas implicadas.
- Los hechos que denunciamos en este comunicado están siendo investigados. Nuestra intención es hacer un seguimiento cercano, apoyando a las víctimas hasta que se haga justicia. Cabe destacar que muchas de las informaciones que nos transmiten algunas de las personas que presenciaron estos hechos van en dirección contraria al “relato oficial” que ha trascendido en los medios de comunicación.
- Mostramos nuestra solidaridad y apoyo a las personas afectadas, sus familiares, allegados/as y al personal técnico que actualmente acompaña en una situación tan extrema.
- Nos comprometemos a seguir apoyando la construcción de ciudades y barrios donde todas las personas podamos vivir con dignidad y con respeto a todos los derechos sociales, sea cual sea su origen y procedencia.
