Comunicado de los convocantes de la protesta
Stop redadas racistas en Barakaldo - Dejad a nuestros y nuestras vecinas en paz
Bajo la excusa de ofrecer información sobre los dispositivos para personas sin hogar se termina quitando a las personas más vulnerables los únicos lugares seguros donde se resguardan y sus pocas pertenencias. Además, el hecho de hacerlo de la mano de la Policía Nacional pone en riesgo su estancia en el país.
Las migraciones son una seña de identidad de nuestro pueblo. Al igual que hicieron muchos de nuestros padres, madres, abuelos y abuelas, estas personas jóvenes sólo quieren una vida mejor.
Las organizaciones sociales, políticas y sindicales que apoyamos esta iniciativa queremos denunciar rotundamente la dinámica criminalizadora en la que está inmerso el ayuntamiento y pedir, una vez más, el cese de este tipo de acciones sobre quienes peor están.
Queremos, además, denunciar la falta de recursos sociales suficientes. En Barakaldo residen más de 70 personas en situación de calle. Se trata, en su gran mayoría, de personas jóvenes que afrontan sus procesos de inclusión social (formación, búsqueda de empleo,....) desde la más dura de las exclusiones, el sinhogarismo.
Para hacer frente a esta situación existe un albergue municipal que sólo tiene 25 plazas estables. La estancia en el mismo está limitada a una semana, y actualmente siempre está lleno. Temporalmente, existe un albergue invernal para mujeres para el que hay lista de espera.
En Barakaldo hay más personas qué viven en la calle que recursos para atenderlas. ¿Qué se supone que deben hacer?
Por su parte, el comedor social de Barakaldo, que solo ofrece comidas está totalmente desbordado.
La acción voluntaria de organizaciones de Barakaldo, apoyan estos precarios recursos facilitando acceso cenas, duchas o lavadora a algunas de estas personas. La demanda en estas iniciativas es cada vez mayor porque crece el número de personas sin hogar ante un ayuntamiento que sigue frenando la atención social.
Un claro ejemplo de ello es el hecho que que a finales de 2022 fue desmantelado el equipo de educadores y educadoras de calle que trabajaba con estos jóvenes de manera cotidiana fortaleciendo sus procesos, acompañándolos desde las políticas sociales y no desde la criminalización de la pobreza.
Recordamos que estas actuaciones policiales se desarrollan en el contexto de una Ley de Extranjería que obliga a las personas migrantes a estar, al menos, dos años en situación administrativa irregular antes de poder acceder a la residencia. El riesgo de que a estas personas jóvenes se les abran expedientes de expulsión es muy elevado y el deterioro en sus procesos cuando eso sucede, también.
En las dos últimas redadas organizadas con el apoyo de la Policía Nacional española en Barakaldo, se han abierto una decena de expedientes de expulsión que van a alargar innecesariamente los procesos de exclusión social de estas personas, si no acaban antes, expulsadas del país.
Con este tipo de actuaciones desde las instituciones estatales y locales se está contribuyendo a estigmatizar y criminalizar a nuestros vecinos y vecinas. Se les somete, también, a una situación de tensión constante que afecta de manera muy significativa a su salud mental.
El Ayuntamiento de Barakaldo en contra de las políticas del Gobierno Vasco
Resulta muy curioso que la semana posterior a la firma de la transferencia de migraciones por parte del Gobierno Vasco para poner en marcha el llamado ‘modelo vasco de acogida’ sucedan este tipo de cosas que hoy denunciamos.
Queremos señalar la incoherencia que existe entre que el pleno del Ayuntamiento de Barakaldo suscribiera el Pacto Social Vasco para las Migración en el año 2021 y que desde entonces y hasta la semana pasada hayamos asistido a acciones de esta naturaleza.
El propio ejecutivo autonómico resumen así este pacto en su página web:
“Ofrecer lo que desearíamos recibir”
Euskadi consolida un discurso compartido y una imagen de unidad para responder positivamente a los retos migratorios y hacer frente a la demagogia populista. El conjunto de organizaciones sociales e instituciones vascas acuerdan un marco de acogida e integración para la migración en sus diferentes expresiones.
¿Qué desearíamos recibir si nos encontráramos en la piel de una persona migrante, refugiada...? Este es el lugar en el que este pacto nos invita a situarnos. Ofrecer una respuesta adecuada es una obligación normativa, y tiene también una dimensión ética democrática, define la capacidad de solidaridad de una sociedad.
Tiene también una vertiente de progreso: la sociedad vasca necesita la inmigración para responder a sus necesidades laborales y demográficas. Ante cualquier utilización populista de la xenofobia nos comprometemos a mantener una unidad que haga efectivo el peso de la mayoría democrática.
Redadas como las que se están sufriendo en Barakaldo van contra la letra y el espíritu de ese acuerdo. Son totalmente injustas y legalmente cuestionables.
Las vecinas y vecinos en situación de vulnerabilidad también merecen ese trato justo del que habla el pacto por las migraciones.
Además, parece incoherente que se reconozca que la sociedad vasca necesita de la migración para afrontar los retos demográficos y del mercado laboral y se ataque a las personas jóvenes migrantes.
No se puede contribuir a la estigmatización y a la criminalización de personas que sólo buscan un lugar seguro para dormir y resguardarse.
Por un Barakaldo para todas y todos. Dejad a nuestros vecinos en paz
Las organizaciones sociales, políticas y sindicales que apoyamos esta iniciativa estamos comprometidas, desde distintos ámbitos, en la construcción de una municipio donde todas las personas podamos vivir con dignidad y con respeto a todos los derechos sociales.
Exigimos, una vez más, al Ayuntamiento de Barakaldo que rectifique su actitud. Reclamamos que se comprometan a no impulsar redadas racistas en nuestro municipio.
Reivindicamos que se garanticen recursos sociales suficientes para atender con dignidad a todas las personas en situación de exclusión social de nuestro municipio.
En estos días previos al Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, 21 de marzo, afirmamos que queremos un Barakaldo lleno de colores, donde todas las culturas, todas las personas, todas las identidades podamos convivir desde el respeto a los derechos y la cobertura digna de las necesidades sociales.