Esta contribución ha sido aprobada esta semana por el Consejo Territorial de Finanzas de Bizkaia —formado por la Diputación y los Ayuntamientos—. En concreto, se hará un desembolso inicial para Barakaldo de 80.384.632 euros, casi cinco millones —4.924.946 euros— más que el dinero recibido el presente ejercicio 2023. El cifra puede subir si se recaudan más impuestos o bajar si menos.
Con estos 80,4 millones, el Ayuntamiento ya puede elaborar los presupuestos para 2024. La Diputación ha anunciado que aprobará los suyos en consejo de Gobierno antes de fin de mes y podrán estar operativos el 1 de enero. Sin embargo, el Consistorio, bajo el mandato actual de Amaia del Campo (PNV) desde 2015, no ha sido capaz en ninguna ocasión de tener las cuentas listas a tiempo, como marca la ley. Este 2023 los aprobó cuatro meses después del inicio del año.
Además, el equipo de Gobierno liderado por el PNV con apoyo del PSE no ha podido nunca gestionar todo el dinero disponible y previsto. Así, en 2022 le quedaron sin gastar 30 millones de euros, que posteriormente se han utilizado a marchas forzadas especialmente en los meses anteriores a las elecciones municipales del pasado mes de mayo, en las que Del Campo revalidó su victoria minoritaria.
En 2023, PNV y PSE aprobaron en el Ayuntamiento de Barakaldo un presupuesto de 130.042.447,69 euros, lo que significa que el 58% de la previsión de gastos se ha cubierto con casi 75,5 millones de los fondos transferidos por la Diputación, que se denominan Udalkutxa.