Aunque las pensiones públicas no cubren todas nuestras necesidades, la mejora del próximo año supone un avance. Tras casi cinco años reclamando una mejora de las pensiones que compense la subida de los precios, se nos reconoce ese derecho por
ley. Si continuase en vigor el 0,25 % de Rajoy, habría que multiplicarlo por 34 para alcanzar el 8,5% de mejora que tendrán las pensiones contributivas, mientras las no contributivas mantienen además el 15%. Con la subida del 2023 se recupera lo perdido este año y a gente todavía en activo le compensa adelantar la jubilación.
Pero tenemos pendientes dos reivindicaciones inmediatas. Una es equiparar la pensión mínima con el salario mínimo. No es admisible que el 55% de pensionistas cobre menos de 1.000 euros al mes. Es muy grave que un millón de pensionistas sobrevivan con menos de 600 euros mensuales. Resulta intolerable que la pensión media de las mujeres sea un 33% inferior a la de los hombres. También es motivo de preocupación que haya 300.000 personas en paro de larga duración con más de 55 años de edad. Significa que cuando se jubilen van tener una pensión mísera.
La otra reclamación urgente es el reparto de la mejora anual de las pensiones. Si los precios suben lo mismo para los nueve millones de pensionistas, no es justo que las pensiones bajas no puedan cubrir sus necesidades básicas, mientras las altas ahorran parte de la subida. El problema viene de aplicar la mejora de forma porcentual en vez de igualitaria. Los tantos por ciento (%) intensifican las desigualdades, mientras que las subidas lineales las reducen.
La mejora de las pensiones se puede conseguir con recursos propios de la Seguridad Social. El Tribunal de Cuentas ha fijado en más de 100.000 millones de euros los gastos asumidos entre 1989 y 2018 en gastos que debían haber sido financiados por el Estado. Además, si todos los sueldos cotizasen por los ingresos reales, en vez de aplicar topes a las cotizaciones máximas, 1.200.000 sueldos tendrían que cotizar 3.500 millones más al año. Esa colosal cantidad de dinero posibilita igualar la pensión mínima con el salario mínimo sin necesidad de recurrir a subvenciones.
El Gobierno puede y debe evitar que el reparto de la mejora anual de las pensiones perjudique a las pensiones bajas. El año 2023 la subida porcentual del 8,5% agravaría más que nunca esa injusta situación. Para solucionarlo no es necesario aumentar el presupuesto en pensiones, basta repartirlo de forma equitativa. Se trata de una decisión política que no afecta a las arcas del Estado. No es admisible que las pensiones mínimas contributivas suban 60 euros al mes y las máximas 240.
Desde la Plataforma de Pensionistas de Barakaldo impulsamos con agrupaciones y coordinadoras de todo el país, una campaña por el reparto igualitario de la mejora de las pensiones. Reclamamos sustituir las subidas porcentuales por mejoras lineales, iguales para todas las pensiones.
En definitiva: la equiparación de la pensión mínima con el salario mínimo y el reparto equitativo de la mejora anual de las pensiones, son dos demandas fundamentales para solucionar los dos mayores problemas que tenemos planteados: la brecha de género y las desigualdades.
Por lo tanto desde esta Plataforma de Barakaldo, seguimos insistiendo en nuestras reivindicaciones prioritarias:
1- Para reducir la brecha de género y la pobreza en las pensiones: equiparación pensión mínima = salario mínimo
2- Para evitar que aumenten las diferencias entre pensiones: reparto de las mejoras, sin porcentajes.
¡GOBIERNE QUIEN GOBIERNE LAS PENSIONES Y TODO LO PUBLICO SE DEFIENDEN! ¡EL PUEBLO INFORMADO Y CONCIENCIADO JAMAS SERÁ DOBLEGADO!