Olatz Gorrotxategi dirige esta obra de teatro sobre una generación de Euskal Herria en la que la juventud se volcó en la música, con grupos como Las Vulpess o Eskorbuto. La obra es un recorrido por las principales reivindicaciones de los ochenta: la insumisión, el movimiento antinucleares, el asesinato a Gladys del Estal o la movilización proaborto de las 11 de Basauri.
Gorrotxategi ha escrito y dirigido otras obras relacionadas con la memoria histórica. Mierda de ciudad recibió la beca a Nuevas dramaturgias del Gobierno vasco en 2017 y ahora llega a los escenarios.
La obra se estrena en el Teatro Barakaldo el día 12 de marzo a las 20 horas.
Lo del western puede parecer una excusa para jugar con muñecos Comansi. Indios y vaqueros, todo hombres, aparecen repartidos por el escenario. Una cámara proyecta en pantalla las escenas que las actrices recrean sobre el escenario. Este recurso se convierte un elemento narrativo en una obra de teatro que tiene distintos canales de información: vídeos, sonido, música en vivo, audios, el texto que recitan las dos actrices y el actor sobre el escenario, son algunos de los elementos narrativos.
Mierda de ciudad cuenta la historia del rock radical vasco, un hito de los 80 en Euskal Herria que narra una época contestataria. La obra arranca con una carta y varias ausencias: “La carta es pólvora y goma dos, es el concierto de despedida de un grupo”, dice Gorrotxategi sobre el escenario. La envía Mamen, una amiga de la adolescencia y excomponente de la banda de música de las protagonistas, desde el Desierto de Tabernas, en Almería. 29 años después, sus colegas se reúnen para leer la carta y rememorar, desde sus recuerdos y utilizando documentos históricos, una época de la que hablan con nostalgia. La otra ausencia, en tono de humor, es la de Fermin Muguruza, como símbolo que aún perdura de una época, a quien se le envían varios mensajes desde el escenario invitándole a participar en el proyecto.
Para explicar el contexto, la historia arranca en los 70, con el nacimiento de los personajes que protagonizan la historia. “Para algunas, esta historia comienza con una colonización cultural”, dicen desde el escenario. “El rock radical vasco termina, para nosotras, en el 92, con el desalojo del gaztetxe (centro social okupado) de Bilbao en la calle Banco de España”, explica la directora. Además del relato, lo más interesante de Mierda de ciudad es su puesta en escena, con documentales yanquis sobre el pueblo vasco, retazos de películas del Oeste y temazos de La Polla Records, Eskorbuto, Parabellun, Las Vulpess, R.I.P. y alguno de Mocedades, entre otros documentos.
Se recorren hitos como la llegada de la democracia, el paso de la tele en tricolor a la technicolor, las ikurriñas escondidas en las casas, la heroína, las manifestaciones anti Otan, las movilizaciones contra la central nuclear de Lemoiz o contra el campo de tiro en las Bardenas, el asesinato de Gladys del Estal, el de Yoyes, el primer teleberri (telediario de la televisión vasca ETB) sobre la aprobación de la ley del aborto por supuestos, el movimiento insumiso, las movilizaciones proabortistas de las 11 de Basauri, la heroína, el recuerdo de cuando el SIDA todavía era una condena a muerte o el cierre de los Astilleros Euskalduna.
Mierda de ciudad también retrata recuerdos que trascienden a cualquier generación, como el primer concierto, la primera cerveza o el despertar de la conciencia política; así como un contexto que tiene su eco en la actualidad: la tasa del 25 por ciento de paro entre la juventud y ese “no hay futuro” que resumió Iosu Expósito, cantante de Eskorbuto.
La obra que combina los elementos que Gorrotxategi ya ha utilizado en propuestas anteriores, como el teatro documento y la memoria histórica. El humor del diálogo y de la actuación, la música y el recorrido por momentos duros de la historia a través de juguetes y vídeos, componen un musical tragicómico con tintes de western.
Olatz Gorrotxategi (Bilbao, 1982) es actriz, dramaturga, docente y coordina ACT Festival Internacional. Ha escrito y dirigido distintas obras, entre ellas, Coordenadas, seleccionada por Nuevas Dramaturgias de Donostia Kultura 2016, y 43º 13′ 44”N, gracias a una residencia artística de Bilbaoeszena.
La música en Mierda de ciudad está a cargo de Joseba B. Lenoir, con quien Gorrotxategi ya trabajó como directora de la obra Lurrun minez, de Galder Pérez. Lenoir es guitarrista, bajista, percusionista con experiencia en sintetizadores. Ha formado parte de bandas como SextySexers, Sumisión City Blues o Willis Drummond
Ficha artística
Dramaturgia y Dirección: Olatz Gorrotxategi
Ayudantía de Dirección: Marta Álvarez del Valle
Audiovisuales: Indi Costa
Movimiento Escénico: Maitane Zalduegi
Intérpretes: Aritza Rodriguez, Olatz Gorrotxategi. Marta Álvarez del Valle Música: Joseba B. Lenoir
Foley: Alberto de la Hoz
Vestuario: Lorena Montenegro
Diseño de Iluminación: Paco Trujillo
Técnico de Luz: Imanol García
Distribución: Solobe Art