El Caserío tiene establecido un Grado de Protección Estructural, lo que exige que cualquier intervención deba tener unas condiciones de conservación para asegurar la estabilidad del Caserío. Tal y como indica Mariví Freire, concejala de la coalición: “Esta conservación se hubiera podido realizar si el Ayuntamiento hubiera decidido hacerse cargo de este representativo elemento de alto valor histórico para disponerlo como una edificación de uso público, por ejemplo, como un local cultural”.
A raíz del Estudio de Detalle solicitado este año por la empresa Vitalitas Activos, S.L., cuyas alegaciones están pendientes de resolver, se construirá una residencia para personas mayores en la parcela y esta empresa realizará el mantenimiento de lo que quede del edificio histórico. “Se desconoce en este momento el grado de destrucción del Caserío tras el derrumbe de la fachada, por lo que solicitamos la intervención urgente del Ayuntamiento para poder preservar lo que aún quede de pie”, ha concluido Freire.
A este respecto, cabe destacar que en el último Pleno celebrado hace una semana se llegó a un acuerdo por unanimidad para instar al Gobierno Vasco a buscar la colaboración con las administraciones para acometer labores de acondicionamiento en bienes radicados en el municipio con un interés histórico, patrimonial o cultural, como sería el caso del Caserío de Beurko.