“Es una forma sencilla y didáctica de que los pequeños de la casa aprendan a moverse de forma segura por nuestras calles, donde pueden encontrarse con determinados peligros a los que deben saber cómo enfrentarse”, ha señalado Madrazo.
En la primera de las escenas del material educativo se pretende generar “conciencia de seguridad” en los niños y niñas. En las imágenes ve a cuatro menores saliendo de la escuela en dirección al parque. En el camino, el grupo sufre varios contratiempos al cruzar tres pasos de peatones, como un semáforo en rojo, un coche de la Policía Local que acude a una emergencia o una pelota en medio de la carretera. Y en todos los casos deben esperar a que puedan atravesar al otro lado de la acera.
En la segunda escena los protagonistas de la historia son dos pequeños que se han perdido. Un desconocido se ofrece a llevarles a casa, pero su reacción es decirles que ‘no’ y pedirle a esta persona que llame a la Policía al teléfono 112. Una vez los agentes se personan en el lugar, dan su dirección y teléfono y la Policía Local les traslada a su casa en el coche-patrulla circulando con el cinturón y la silla de seguridad correspondientes.
El área de Seguridad Ciudadana y Protección Civil pondrá a disposición de los centros educativos de la ciudad este material dentro del programa para una movilidad segura y sostenible. Los dibujos se repartirán así entre el alumnado de primer y segundo curso de Educación Primaria. El público objetivo son más de 2.000 niños y niñas de entre 6 y 7 años.
“Queremos que, al margen de la formación presencial que se ofrece, en el colegio sigan trabajando con esta idea y que los niños y niñas lo hagan también posteriormente en sus casas con sus propias familias”, ha detallado Ángel Madrazo.
MEJORAS EN EL PROGRAMA ESCOLAR
El programa para una movilidad segura incorporó este curso varias novedades, entre las que destaca un recorrido de la Policía Local de los escolares por las calles de la ciudad. En concreto, un agente se está desplazando hasta cada centro para recoger a los escolares y, una vez con ellos, trasladarse a pie junto al profesor hasta la pista de Landabeko.
Otra de las novedades es que en este curso se han realizado actividades en los propios centros escolares, aprovechando los patios cubiertos (‘aterpes’) de los que disponen los propios colegios. También se ha comprado una pizarra digital con soporte móvil que permite impartir clases tanto en la pista de Lanbadeko como en otros emplazamientos.