Posteriormente se ha hecho memoria del surgimiento de dicha cita semanal: Según los intervinientes, lo que en principio fue indignación por la mísera subida de las pensiones (un 0,25%, lo que equivale prácticamente a una congelación) dio lugar posteriormente a otras inquietudes y reivindicaciones, como la mejora de la asistencia sanitaria y de cuidados. También se buscaron complicidades con otros sectores igualmente afectados por la pandemia: comercio, jóvenes, trabajadores en lucha, familiares de personas residenciadas… el próximo día 15 de enero hará de ello tres años.
Sin olvidar la reivindicación inicial, la mejora de la cuantía de las pensiones actuales y futuras, los y las pensionistas valoran la confluencia con otras luchas en las cuales la suya encuentra todo su sentido. Esta idea de confluencia alcanzó su punto culminante en la Huelga General del 30 de enero del año pasado, cuyo primer aniversario está cerca.
En este mismo sentido han hecho un llamamiento a apoyar las próximas movilizaciones de cuidadoras profesionales (personal de residencias), el 26 de enero; y de personal de Osakidetza, el 28 de enero, reivindicando un aumento de plantilla para poder hacer frente al proceso de vacunación y cuidados en general, de una manera digna. También se ha reiterado la solidaridad con los trabajadores de mantenimiento de las instalaciones deportivas municipales; actualmente en lucha y presentes en el acto.
Han denunciado la injusticia que supone la coincidencia de las subida de la mayoría de las pensiones, en enero (un 0,9%; lo que equivale a 10€) mientras la energía eléctrica sube una media de 27€)
Finalmente han anunciado el calendario propio de movilizaciones: el 25 de enero viajarán a la sede del Parlamento vasco, coincidiendo con la aprobación de los presupuestos de la CAV, y el 13 de febrero habrá una gran movilización en las capitales, confluyendo con otros sectores en lucha y agentes sociales y sindicales, citados anteriormente.
