Desde justo antes del periodo festivo, la localidad no había tenido un fin de semana (de viernes a domingo) tan malo en cuanto a infectados. Han sido 99 las personas con pruebas positivas del virus. En las semanas previas, durante las navidades, fin de año y fiesta de Reyes, con menos test realizado, los números fueron 51, 29 y 32. El 13 de diciembre hubo 102, por lo que Barakaldo prácticamente retrocede un mes, y eso que durante sábados y domingos los datos son siempre más bajos que los días laborables.
La última estadística del Ejecutivo autonómico conocida, el viernes 7 de de enero, dejaba a la anteiglesia con una tasa de 192 casos por 100.000 habitantes en 14 días. En sólo 72 horas el dato ha saltado a 263. A partir de 300 se considera zona naranja o intermedia de gravedad. Sin embargo, la situación más delicada en Barakaldo está ahora en Desierto, que el viernes 7 tenía 261 y tres días después está en 406, en plena zona naranja y camino de la roja.
Seis de los siete distritos sanitarios están notablemente peor que 72 horas antes —el Gobierno Vasco no informa durante el fin de semana—. Sólo se salva Zuazo, que ha caído a 238 cuando el viernes se indicó oficialmente que tenía un nivel de 249.
Tras Desierto, el peor dato es para Rontegi, que asciende a 290 (tenía 237 el viernes), y para Zaballa/La Felicidad, que sube a 267 (198). También están ya por encima de 200 tanto la Paz (salta de 131 a 245) como Lutxana (de 191 a 218). El mejor situado, pero también con tasa en crecimiento, es San Vicente, que asciende de 105 a 175 contagios por 100.000 habitantes en 14 días.