Nota de prensa
Hace tres días, desde EH Bildu Barakaldo alertamos sobre el vaciado de contenido y funciones del Pleno Municipal. Denunciamos que Amaia del Campo había decidido no someter a debate y decisión las propuestas e iniciativas de los partidos de la oposición.
Cuando la pandemia ha dejado hasta la fecha más de un millar de afectados en nuestro pueblo y la realidad y problemática social es realmente preocupante, Amaia del Campo da la espalda a la voluntad propositiva de las fuerzas políticas de la oposición, al igual que ha hecho con los ciudadanos y ciudadanas de sectores afectados por esta crisis que no han tenido respuestas a sus demandas.
Tras la celebración del Pleno de ayer, nuestros temores se han confirmado. Mientras la ciudadanía de Barakaldo se preocupa por su presente y futuro, mientras autónomos y comerciantes se manifiestan solicitando ayuda a las instituciones, mientras se multiplican las situaciones de exclusión social y las familias que se ven obligadas a solicitar ayuda alimentaria, ha sido la propia Alcaldesa de Barakaldo quien ha decidido ridiculizar el papel y la función del máximo órgano institucional de la localidad, limitando las capacidades del pleno a aprobar gastos superfluos como mobiliario para su despacho,aprobaciones de macro-operaciones urbanísticas o gastos previstos antes de la pandemia y que ahora, creemos que tras un nuevo diagnóstico y establecimiento de prioridades, deberían ser modificados.
Ayer se impidieron debatir propuestas como las que EH Bildu planteamos. Propuestas que sí responden a lo que nuestros vecinos y vecinas nos solicitan. A comienzos de esta semana, la Alcaldesa nos afirmaba públicamente que la situación a la que nos enfrentamos es muy dura y grave, y que ante la bajada recaudatoria de la institución, no habría más salida que la de practicar recortes.Por ello, entendíamos que el ruego que llevábamos a pleno tenía más sentido si cabe. Porque lo que EH Bildu propone es que se comience a trabajar en la revisión de la estructura de gobierno que PNV y PSE acordaron tras su pacto y que supone para los bolsillos de barakaldesas y barakaldeses, asumir el gobierno más caro de la historia de nuestro municipio.
Ya lo denunciamos en su momento y entendemos que ahora sería un sinsentido, más allá del interés partidista y personal de sus protagonistas, mantenerlo frente a la realidad social que se dibuja en Barakaldo. Sabemos que adelgazar esa estructura que anualmente nos cuesta más de 2 millones de euros anuales, no es la única solución que debemos dar, que se necesitará imaginación y voluntad política por parte de todas para activar otro tipo de medidas que hagan frente a la situación. Existen normativas y recomendaciones de entes como EUDEL, que aconsejan otro tipo estructuras de gobierno más racionales y económicas para nuestras arcas y es hacia esa dirección donde nosotras solicitamos caminar, propiciando con nuestra propuesta un ahorro para nuestro pueblo de al menos 500.000 euros anuales.
Del mismo modo que se nos impidió tratar ese tema, también se nos impidió debatir sobre el protagonismo que la bicicleta debería, a nuestro juicio, adquirir en esta nueva normalidad.
En conclusión, ayer, el máximo órgano de representación de Barakaldo, se convirtió en una herramienta política y técnica del PNV y del PSE, para resolver sus malas gestiones, que por ley deben trasladarse al pleno por tratarse de procedimiento irregulares. Utilizaron el pleno para aprobar con sus propios votos, que suman la mayoría a consecuencia del pacto, procedimientos mal hechos por ellos mismos. Una jugada redonda. Por ello, desde EH Bildu, mantuvimos un voto crítico en todos estos temas.
Insistimos en una idea. Por encima de partidismos, la ciudadanía de Barakaldo necesita respuestas y soluciones. La época electoral no nos puede cegar en una gestión municipal no acorde con unos mínimos democráticos de funcionamiento.
Porque PNV y PSE en Barakaldo dicen pensar y hablar reconociendo una situación excepcional, pero actúan como si no pasara nada.
