El astrofísico Sánchez de Miguel ha explicado a 'Barakaldo Digital' que en el caso de la anteiglesia se ha tenido que realizar la valoración por proyecciones estadísticas y estimaciones basadas en imágenes vía satélite, ya que el municipio no ha facilitado información sobre puntos de luz (farolas) y potencia instalada, en 'Encuesta de infraestructura y equipamientos locales' que realiza el Ministerio de Política Territorial. El informe emplea seis indicadores para compensar estas carencias de datos.
El científico, contratado en la británica universidad Exeter, ha indicado que la contaminación lumínica se ha evaluado sobre la superficie urbana o construida de Barakaldo —sin considerar la zona rural y sin urbanizar—.
Además ha advertido de que los datos pueden verse afectados por las luces de la industria —en la localidad está la actividad de centros comerciales y de las fábricas química en Lutxana—. Pero también pueden llegar residuos de Petronor, refinería que ha mencionado explícitamente Sánchez de Miguel, si bien Muskiz ocupa la posición 491 en la clasificación, de un total de 2.216 localidades evaluadas.
En cualquier caso, el análisis realizado por Sánchez de Miguel y Benayas se sustenta en las emisiones captadas por satélites. En esta investigación son datos de 2012 ya que desde entonces algunas ciudades han realizado una migración masiva a farolas tipo led, que presentan dificultades para la captación de la señal luminosa, ya que el satélite no ve la luz azul del led y el led no emite infrarrojos que sí se observa desde el espacio.
La investigación 'Ranking de la Contaminación lumínica en España' acaba de ser difundida pero sólo está accesible para la comunidad científica. Alejandro Sánchez de Miguel, afectado por la precariedad laboral de la ciencia, ha explicado que los responsables políticos de la Administración pública, que debiera ser quien asuma estos análisis, no se muestran interesados por encargarlos.
Por ello, la investigación se ha tenido que realizar con cargo a la empresa familiar SaveStars Consulting, y, en consecuencia, los datos están embargados hasta marzo 2020, salvo para los científicos.
