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Condenado a 7 años de cárcel por una paliza casi mortal en Juan Garay a un desconocido

Calle Juan de Garay
Barakaldo, 17 abr 2019. La Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a siete años de prisión y el pago de 6.000 euros de indemnización a un varón que en 2016, con 24 años, dio una paliza a un desconocido con el que se cruzó de madrugada en la calle Juan de Garay. La pena corresponde a un delito de intento de homicidio ya que, según señala el tribunal, la víctima habría muerto de no haber sido asistida por otras personas y los servicios de emergencia.

Los hechos sucedieron sobre las 5.15 horas del domingo 21 de febrero de 2016, en el cruce de Juan de Garay y Ferrerías. Según los hechos probados que recoge la sentencia, el ahora sentenciado, "por causas no aclaradas y sin que haya quedado acreditada la existencia de provocación o agresión previa, propinó un puñetazo en la cara" a un varón que estaba en la zona con un amigo.

Como consecuencia del golpe, la víctima cayó al suelo "perdiendo el conocimiento, momento en que el procesado, conociendo el peligro que ello iba a suponer para la vida (del agredido) y asumiendo el probable resultado letal, se puso sobre él y le propinó puñetazos a ambos lados de la cabeza, para a continuación levantarse y darle patadas en la cabeza, llegando a pisársela".

Uno de los testigos en el juicio señaló que le golpeaba en la cabeza "como si chutara un balón" y un policía local afirmó en la vista oral que la víctima estaba "inconsciente y sangrando, con unas heridas impactantes, con la cara desfigurada".

Después del ataque, testigos alertaron a una patrulla de la Policía Municipal, que detectó al presunto agresor, que iba vestido con una camiseta con dibujos de hojas de marihuana y que intentó evitar el encuentro con los agentes, que finalmente le apresaron en la zona del paseo peatonal y carrilbici. En las zapatillas llevaba rastros de sangre que han servido de prueba para la condena.

La paliza causó al agredido un "traumatismo craneoencefálico con marcado hematoma de partes blandas hemifacial izquierdo y en región parietal derecha, fractura compleja de la rama mandibular izquierda con discreto desplazamiento de fragmentos, fractura de los huesos propios de la nariz, tabique nasal óseo y lámina perpendicular del etmoides y múltiples heridas y hematoma en región malar izquierda".

Tras el ataque, la víctima tuvo que ser intubada, sedada y permanecer con ventilación mecánica. Tras ser operado de urgencia, el afectado permaneció 15 días en el hospital y estuvo otros 45 incapacitado para sus labores habituales. Las secuelas han sido una "discreta deviación nasal hacia la derecha" y cuatro pequeñas cicatrices en cara y codo.

El tribunal no ha apreciado circunstancias para rebajar la condena ya que no se acreditó que el agresor estuviera en el momento de los hechos bajo el efecto del alcohol o las drogas, aunque el informe médico-forense apreció "dependencia a cannabis y trastorno por abuso de cocaína y alcohol" que, en cualquier caso, no suponían un menoscabo de sus capacidades cognitivas.

La sentencia también descarta una condena por lesiones en lugar de por homicidio en grado de tentativa porque "si no se produjo el resultado mortal probablemente fue porque la víctima fue inmediatamente atendida por gente en la vía pública que siguiendo las instrucciones telefónicas de un médico", que, al colocarlo en posición lateral. "evitaron que se ahogara".

"Nos encontramos ante un delito de homicidio porque el número e intensidad de los golpes propinados en la cabeza de la víctima, que estaba inerte en el suelo y que por tanto no pudo siquiera proteger aquella con las manos, suponían un riesgo concreto —además de evidente y perceptible por cualquiera— para la vida del sujeto pasivo y el autor lo sabía, y aun con todo, ejecutó la acción que podía conducir a ese resultado en términos de alta probabilidad", afirma el fallo judicial.

El agresor ya tenía antecedentes, aunque no se han podido tener en cuenta a la hora de esta sentencia. En concreto, ya había sido condenado previamente como autor de un delito de robo con fuerza y de dos delitos contra la seguridad vial.