La iniciativa surgió de dos establecimientos de San Vicente, El principito y Estética Ana, pero desde las primeras horas de este 22 de marzo la acción ha saltado más allá de los límites del barrio. Buena muestra de ello son las tiendas y locales de servicios de las céntricas Elcano o avenida de la Libertad, que también han ocultado sus escaparates y reivindican la contribución del comercio a la vida urbana.
La protesta, que no afecta al funcionamiento normal, "pretende fomentar el consumo en el comercio local y sensibilizar sobre la importancia de sus efectos: la creación de empleo, la fijación de población y dinamización social y económica".