publicidad

Isidro Alarcón | coordinador de deportes de Dosa-Salesianos
"Queremos que los jóvenes que practiquen deporte estén alegres y sean felices"


po Mariela Estévez Campos | Fotos cortesía de Dosa-Salesianos

La sociedad cultural deportiva Dosa-Salesianos, surgida del colegio salesiano San Paulino de Nola, cumple 25 años trabajando por el deporte infantil y juvenil en Barakaldo. En la actualidad sus actividades deportivas están abiertas a cualquier persona del municipio, independientemente de dónde esté escolarizado. Centrada en el fútbol sala, fútbol y baloncesto, cuenta en sus filas con 300 niños y jóvenes. Como explica su coordinador de deportes, el salesiano Isidro Alarcón, Dosa-Salesianos nació con una idea clara: ofrecer la posibilidad de que los niños y los jóvenes practiquen deporte y de que éste les sirva como plataforma para un desarrollo integral, cultivando valores como el esfuerzo, el compañerismo, la amistad, la solidaridad y la disciplina. En reconocimiento a su labor, la agrupación ha recibido el premio a la entidad deportiva del año en la última Gala del Deporte de Barakaldo, “por su trabajo desinteresado y méritos a lo largo del tiempo en el campo del fomento y promoción del deporte educativo”.

Pregunta. ¿Qué es Dosa-Salesianos?
Respuesta. Es una sociedad cultural deportiva que surge del colegio salesiano San Paulino de Nola de Barakaldo.

P. ¿Cuándo nació?
R. En el año 1988, alrededor de los alumnos del colegio salesiano.

P. ¿Cuáles son sus objetivos?
R. Ofrecer la posibilidad de que niños y jóvenes practiquen deporte y que éste sirva como plataforma para que se desarrollen de una manera más integral, cultivando valores muy salesianos como son el compañerismo, la amistad o el esfuerzo.

P. ¿Qué cambios se han producido en este cuarto de siglo de funcionamiento?
R. Han sido sobre todo a nivel de personas, salesianos y jóvenes que han ido pasando a lo largo de estos 25 años y que han puesto su granito de arena desde la gratuidad para que el Dosa siga caminando del lado de los jóvenes.

P. ¿Por qué el nombre de Domingo Savio (Dosa)?
R. En honor de un santo de la familia salesiana que, como se ve en el propio escudo del Dosa, tiene una característica muy marcada: la alegría. Y precisamente por eso lo de Dosa. Queremos que los jóvenes que practiquen deporte en nuestro centro estén alegres y sean felices.

P. ¿Qué aporta el deporte a la educación de un niño?
R. Un deporte bien practicado y entendido aporta muchísimas cosas a la educación, no sólo de los niños, sino de cualquier persona que lo practique de manera sana. Entre otras muchas cosas aporta valores como el del esfuerzo, el compañerismo, la amistad, el crecimiento integrado en el valor del grupo, la solidaridad, la disciplina y la apertura a los demás.

P. ¿Quiénes pueden acceder a Dosa?
R. Cualquier niño o joven que quiera practicar deporte.

P. ¿Con qué franjas de edad trabajan?
R. A partir de los tres años, empiezan con lo que llamamos psicomotricidad, después con cinco pasan a practicar multideporte, a partir de los seis ya deciden que deporte quieren practicar. En nuestro colegio ofrecemos fútbol sala, fútbol y baloncesto. Y desde ahí hasta la edad adulta con los séniores. Por lo tanto, no hay un máximo en el límite de edad.

P. ¿Qué porcentaje de niños y niñas hay en cada deporte?
R. En total, contando los dos deportes —fútbol y baloncesto—, el porcentaje es del 60% de niños y 40% de niñas, con más niñas en baloncesto que en fútbol. En la actualidad hay más de 300 deportistas practicando deporte con nosotros.

P. Los entrenadores de otros deportes se quejan del excesivo predominio del fútbol. ¿Cómo luchan contra este fenómeno?
R. Al final no es cuestión de luchar contra nada, cada persona elige el deporte que quiere practicar. Normalmente se practica más el fútbol, pero también hay muchos niños que se decantan por el baloncesto.

P. Una madre denunciaba en Barakaldo Digital que determinados equipos mercadean con los niños impidiendo competiciones escolares justas. ¿Les afecta a ustedes este problema?
R. Esa es una guerra que está perdida. No hay nada que hacer. Se supone que cada deportista debe hacer deporte en su colegio, siempre y cuando su centro participe, pero los clubes van a los colegios y a través de los padres te quitan a los jugadores y no puedes hacer nada. Por lo tanto, trabajas con lo que te queda.

P. ¿Qué papel desempeñan los padres y madres?
R. Fundamental, sobre todo en edades tempranas. Son un reflejo para el niño. En ocasiones me apena ver a padres que pierden los papeles delante de los niños. Ese aprendizaje no es positivo para el niño, además de atentar contra las reglas de juego limpio, que tanto se defiende desde las instituciones. Animo a todo el mundo a comportarse de manera correcta y deportiva para que entre todos hagamos del deporte algo maravilloso.

P. ¿Cómo se sostienen económicamente?
R. Lo hacemos a través de las cuotas que pagan los deportistas, lo que aporta la comunidad salesiana, la asociación de madres y padres (AMPA) y las distintas subvenciones que nos llegan desde las instituciones, así como de donaciones que hacen particulares.

P. ¿Cómo es la relación con el barrio en el que se asientan?
R. Muy buena. Creo que estamos muy bien valorados por parte no solo del barrio sino de Barakaldo en general.

P. ¿Qué ha supuesto el premio del Ayuntamiento de Barakaldo?
R. Un reconocimiento a la labor que se realiza desde hace ya 25 años, a tanta gente que ha ido pasando por aquí, que ha trabajado de manera totalmente altruista por los niños y jóvenes en un campo tan sacrificado pero a la vez apasionante como es el del deporte y desde un carisma muy especial, como es el carisma salesiano.

P. ¿Qué actos han realizado o tienen previsto realizar con motivo del 25 aniversario?
R. Seguramente realicemos unas charlas sobre deporte educativo.

P. ¿Cuáles son sus proyectos?
R. Seguir ofreciendo a todo niño o joven la posibilidad de hacer deporte, como llevamos haciendo desde 1988, con una impronta especial, como es el hacer deporte educativo y salesiano. Esa es nuestra intención de cara al futuro. Seguiremos trabajando con ilusión para que esto siga funcionando e incluso mejorando en el futuro.