"Estaremos en el pregón, sonrientes para no dar a quienes sí nos odian el placer de vernos tristes"
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Finalmente, me he animado a responder porque son muchos los barakaldeses, también algunos votantes socialistas, que durante estos días me han trasladado su malestar y disconformidad con esta elección. “Pero, ¿qué ha hecho este “señor” para merecer el honor y distinción de ser el pregonero de nuestras fiestas? No le debemos nada”. Es la frase que más he oído.
Sí; el pasado 4 de junio solicité públicamente al alcalde de Barakaldo que interviniera para evitar que Periko Solabarría fuera el pregonero de las fiestas de Barakaldo. Quienes me conocen saben que procuro huir de protagonismos en estos asuntos, pero transcurridos cinco días desde la elección del pregonero por parte de la comisión de fiestas (por cierto, ¿Periko Solabarría se erige en representante del pueblo, cuando su candidatura recibió cinco votos, frente a los ocho que consiguieron las otras tres opciones en liza?) alguien tenía que poner voz a este tan evidente como injusto intento de politizar las fiestas. Una solicitud, por cierto, legal, coherente y profundamente democrática.
Legal, porque el artículo 18 de la ordenanza que regula las fiestas de Barakaldo -que los ciudadanos pueden consultar en la página web del Ayuntamiento- establece que el alcalde es al que le corresponde la aprobación definitiva del programa de las fiestas. Por tanto, en este asunto, de prevaricación nada.
Coherente, porque el artículo 1 de la ordenanza establece que las fiestas se organizarán y desarrollarán desde una perspectiva plural, participativa, respetuosa y tolerante hacia las diferentes creencias, ideologías y sentimientos que se manifiestan en Barakaldo. ¿Pretenden acaso los socialistas hacernos creer que la elección de Periko Solabarria es respetuosa y tolerante con las ideologías y sentimientos que hay en Barakaldo? El odio, el rencor y la venganza nunca han anidado en mí, pero hablando de alegría no puedo ni quiero olvidar cuántas veces, demasiadas desde la primera hasta la 857, he sido consciente de que mis lágrimas, nuestras lágrimas, han sido sus risas.
Profundamente democrática, porque afortunadamente la DEMOCRACIA (con mayúsculas) tiene sus reglas y procedimientos, pero nada debe haber por encima del cumplimiento de la norma, en este caso, de la ordenanza. Creer esto a pie juntillas es la verdadera razón de que estemos viviendo un nuevo tiempo de esperanza, que nadie nos ha regalado, sino que los vascos nos hemos ganado, aunque hayamos pagado un precio muy alto.
Los concejales del Partido Popular de Barakaldo estaremos en el pregón, aunque si de nosotros dependiera ese día en el balcón estaría Cáritas, Teatrako Teatro o la Unión Sport San Vicente, que durante años, e incluso décadas, han aportado al bienestar de los barakaldeses, a la promoción del municipio o a ambas, y estaremos sonrientes para no dar a quienes sí nos odian, el placer de vernos tristes.
 | La felicidad y la alegría están en la libertad, y la libertad en el coraje){kind=link}